Elvis

Los últimos años de la vida de Elvis Presley fueron realmente azarosos, por su renqueante estado de salud, y su adicción a las drogas. En algunas de las fotos publicadas de sus últimas actuaciones refleja sus más de 120 kilos de peso y una imagen deformada. Presley se caracterizó durante su vida musical por los movimientos de una pelvis que pasaron a la historia. Pero en 1977, el año de su muerte, a los 43 años, dista bastante de ser el muchacho lleno de energía que conquistó el mundo. Indianápolis fue el último escenario que pisó, el 26 de junio, apenas dos meses después, el 16 de agosto, fallecía en su mansión de Graceland. Fue encontrado inconsciente, y todavía sobre los motivos de su muerte se elaboran numerosas teorías. Más de doscientas mil personas han asegurado en estos años que le han visto, y algunos incluso acusan a una conspiración su fallecimiento.

Elvis también ha pasado a la historia en Atapuerca, en sus yacimientos: la pelvis encontrada a finales de los noventa, y que ahora se exhibe en el Museo de la Evolución Humana de Burgos, recibió el nombre del cantante.  Es la pelvis más famosa, y también la más antigua y mejor conservada, más de medio millón de años. Ahora hemos conocido que nuestro Elvis heidelbergensis vivió unos pocos años más que su homólogo del siglo XX, pudo llegar hasta los 50 convirtiéndose en el abuelo del clan. Y que en los últimos años de su vida tuvo que depender de los demás miembros de la tribu, todos ellos cazadores, para sobrevivir. Y además acabó arrojado, junto al resto de los miembros del grupo, hasta 28, todos más jóvenes –como Miguelón– en la sima de los huesos, el lugar del hallazgo de Excalibur.

De Elvis, el burgalés, nos han contado al inicio de la semana pasada que sufría una deformidad lumbar, desplazamiento de vértebras y artrosis, lo que suponía que los últimos años de su vida estaría encorvado y con dolores intensos. A pesar de ello logró sobrevivir hasta una edad avanzada para lo habitual en aquella época y el resto de fósiles encontrados en la Sima de los Huesos de Atapuerca.  El altruismo parece que jugó un papel importante en la vida de los heidelbergensis, precursores de los neardentales y de los sapiens. La historia de Elvis en este sentido no es la única, también el cráneo de Benjamina relata otra historia de dolor y de amor.

Como recuerda Juan Luis Arsuaga con motivo de este nuevo descubrimiento. “Por lo menos tenemos el consuelo de que no terminó sus días solo, de que no fue dejado atrás en una marcha. El viejo Elvis expiró rodeado de los suyos”.

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