Archivo por meses: octubre 2012

Burgaleses en Nueva York

Estela Santos es periodista, una gran profesional. Trabaja en la Gran Manzana como corresponsal de un periódico económico en España. Es burgalesa y la conocí haciendo las prácticas en Diario de Burgos. Carlos Azcona es sacerdote. Vive en Washington y también es burgalés. Los dos estudiaron la carrera en Pamplona, Carlos la de Derecho antes de cambiar el traje, y Estela la de Comunicación. A ambos les pido que de forma breve cuenten como han vivido el paso de Sandy por su actual tierra de acogida. Casualmente los dos mencionan el frío de Burgos, que debe seguir impactando más que el huracán que azota ahora la costa este de Estados Unidos.

Este es el testimonio de Estela: “Tengo un amigo en Nueva York que me decía que con el frío que pasamos en Burgos ayer podríamos haber salido por la Quinta Avenida en manga corta. No le faltaba algo de razón: durante la mañana del lunes nada hacía augurar que la cosa se podría tan fea. Pero ya sobre la seis de la tarde el clima empezó a torcerse, y las fuertes ráfagas de viento y la lluvia golpeaban las ventanas. La ciudad quedó totalmente incomunicada, con el tráfico cerrado por tierra, aire y mar. Era la antesala de lo que sucedería horas después, cuando el presidente Obama declaró Nueva York zona catastrófica”.

“Mi familia –continúa Estela- reside en Midtown, en una de las zonas más seguras, y fuimos afortunados porque no vivimos ningún susto ni sufrimos cortes de luz durante la noche del martes, cuando Sandy tocó tierra. No tuvieron tanta suerte muchos de nuestros amigos, que el martes por la mañana seguían sin electricidad. Unos y otros, que no damos abasto para contestar a todos los mensajes que nos llegan desde España, tendremos que volver poco a poco a la normalidad. Pero no es fácil. Con el transporte público aún cortado, muchos no pueden ir a trabajar. Quedarse en casa es también una obligación para quienes tienen niños, pues las escuelas están cerradas, al igual que los comercios, empezando por el McDonald´s y el Starbucks y acabando en los comercios más pequeños. Y pasear por la Quinta Avenida, en manga corta o no, es una experiencia un poco triste, pues Nueva York es hoy algo parecido a una ciudad fantasma”.

A Carlos, en Washington, le tocó de refilón el paso del huracán, pero todavía hoy martes viven sus consecuencias en la capital norteamericana: “Vivo en Washington DC desde hace unos meses. El huracán Sandy, como tal, no se ha dejado sentir aquí con tanta fuerza como en Nueva York y Nueva Jersey. Lo que nos ha tocado vivir aquí es una lluvia muy intensa e ininterrumpida -desde últimas horas del domingo hasta la mañana del martes-, con rachas de fuerte viento. Temíamos la caída de algún árbol o poste eléctrico, con el consecuente corte de luz, pero gracias a Dios no ha pasado nada”.

No podía faltar el recuerdo de este sacerdote burgalés por los fallecidos:  “Se han cancelado las clases en la Universidad y el servicio público de transportes tanto ayer lunes como hoy martes. Lo que ha dejado el huracán a su paso por aquí es, eso sí, una fuerte bajada de las temperaturas, que me hace recordar el frío que tiene que hacer ahora en Burgos. La preocupación se hace oración por los casi 90 muertos que ha habido en total (69 en el Caribe y 18 en EE.UU.) y por los miles de personas que no han tenido tanta suerte y lo han perdido todo”.

Por Nueva York anda también Israel Marañón, si logro contactar con él añadiré su opinión, siempre interesante de un burgalés que trabaja para Naciones Unidas.

El reto de Aduriz a Burgos

Confesó que a pesar de ser amigo de Eudald Carbonell no sería desleal con Burgos, que es la ciudad y la provincia que debe recoger la herencia de nuestros antepasados, y no se serviría de sus ideas en sus fogones. Vino al Fórum Evolución al encuentro de #evogastronomía porque quería conocer a uno de los participantes, Juan Luis Arsuaga, de quien había leído muchos de sus libros, y visitar el Museo de la Evolución. Es un forofo de la prehistoria y la arqueología. Y lanzó un reto a las más de quinientas personas, muchos de ellos restauradores, que ocupaban el Auditorio el sábado por la tarde: “¿Sabéis lo que se puede hacer aquí juntado evolución humana y gastronomía o alimentación? Se me ponen los ojos como platos”.

A Andoni Aduriz, pese a convertirse en el mejor cocinero del mundo, y su restaurante Mugaritz, en Rentería, encontrarse entre los tres primeros del planeta según la revista Restaurant, esto no le basta para buscar nuevos retos y traspasar fronteras. El último ha sido convertirse en asesor del hotel Abadía Retuerta LeDomaine, situado en un monasterio de la vallisoletana localidad de Sardón, y donde quiere adaptar su cocina a este nuevo entorno castellano.

Poco antes, el cocinero vasco, lanzó el reto de convertir a Burgos en la Capital Mundial de la Gastronomía, como se lo planteó la cocina escandinava hace ya siete años, colocando ahora a uno de sus restaurantes el primero del mundo, o como lo está haciendo la cocina peruana de manos de un chef, Gastón Acurio, que se ha convertido en un líder en su país. O como siempre lo ha trabajado la cocina francesa, que marcó sus objetivos en el gobierno de De Gaulle: lujo, gastronomía y moda. O como lo ha conseguido la cocina donostiarra, con un sinfín de cocineros con nombre en todo el mundo. Quizá parte del secreto lo había desvelado minutos antes Quique Dacosta en la misma sede, otro dos entrellas Michelín en Denia: Abrir las ventanas al mundo, innovar, como reconoció que ya se viene haciendo en Burgos, mantener las tradiciones y sobre todo trabajar en equipo. No buscar enemigos en nuestro alrededor.

Al lado, una de las mentes más clarividentes con que podemos contar en Burgos, también guipuzcoano, pero de corazón casi burgalés, Juan Luis Arsuaga, rememoraba como los habitantes del neolítico con pocos condimientos: lo poco que sembraban, algunas legumbres y cereales, y un poco de carne de cerdo tenían que apostar con la creatividad en los menús.

Y por qué no el Plan Estratégico, ese que ha organizado brillantemente Devora, es Burgos, y que ha llenado hoteles y restaurantes –quizá estos también se planteen de forma ya definitiva apoyar las iniciativas de la ciudad-, no puede juntar en una mesa, en lugar de políticos y responsables de instituciones, a personas con ideas y brillantes para diseñar ese futuro de ciudad, con el que el propio Aduriz sueña, que le gustaría a Carbonell y Arsuaga, y sin duda del que participaríamos muchos vecinos de Burgos. El reto del chef de Rentería, donde el 90 por ciento de sus comensales son de fuera del País Vasco, y el cincuenta por ciento extranjeros, no puede quedarse ahí. ¿Quién lo recoge?

Columna publicada en Diario de Burgos el 29 de octubre de 2012

 

Mario Bros

Como ustedes saben, si se han asomado a esta Página Par, tengo dos sobrinos, Mateo y Diego. Ellos no conocen los Madelman con los que yo jugué, ni los Playmobil de otras generaciones, ni las Peponas, ni el Scalextric. Ellos tienen unos mini aparatos de Nintendo que manejan con unos dedos que se mueven a velocidades estratosféricas o  una Wii con la que se divierten con sorprendentes movimientos.  Sí conocen a fondo a Mario Bros, han viajado a mundos subterráneos con él, también al espacio, han jugado al tenis, al golf o se han batido en un cuadrilátero con golpes certeros. Y en ocasiones más que ellos mi hermana que ha tenido que aprender cuando el pequeñajo Diego acudía con una mirada de ayuda para superar un nivel, o encontrar estrellas misteriosas, o saltar entre galaxias, o pillar todas las monedas necesarias. Conmigo lo han intentado, pero ni soy paciente y me sumo a la inutilidad tecnológica como para ser capaz de superar tan complicadas pruebas que para un chavalín se le antojan sencillas.

Y Diego y Mateo son compañeros prácticamente de este fontanero saltarín en la búsqueda de su objetivo, como Luigi, su hermano, como la Princesa Peach, su amada, o como Yoshi, el mejor amigo de Mario. Y por supuesto, Bowser siempre será su enemigo, como lo es de Mario.

Este viernes, el tipo que descubrió e inventor a Mario Bros recibía el premio Príncipe de Asturias, y con todos los honores. Los videojuegos están marcando la vida de una generación, que de la mano de Miyamoto  se ha acercado a «Donkey Kong», «The Legend of Zelda» o «Star Fox», algunas de sus producciones.  Los pequeños no crecen ahora solo con la lectura de Gerónimo Stilton, que nos visitó el sábado en el Museo de la Evolución, sino entre mini pantallas y ordenadores. Quizá por ello este japonés de sesenta años, creador de Super Mario hace 30, haya recomendado desde Gijón, donde participó en un multitudinario encuentro, que lo que de verdad le gustaba de pequeño era jugar con la naturaleza, meterse en el río, escalar montañas, coger peces, y que le daba pena que los niños de hoy no tuvieran esa posibilidad.

Miyamoto elude las críticas sobre los posibles efectos negativos que suponen estas plataformas para el ocio de pequeños y mayores. Y por eso recomienda que los jóvenes salgan fuera si hace un buen día, y que se queden jugando en casa cuando llueva.  Como siempre, la responsabilidad está en los padres. Estos juegos también liberan la imaginación y les hacen a los chavales soñar, pero no suplen los juegos de aventuras, ni las lecturas de los Cinco. Mis sobrinejos juegan a la wii en casa de su abuela, pero también saltan sobre la cama convertida en un barco, y de Mario han aprendido a luchar por un empeño bueno, liberar a su Princesa, a trabajar en equipo y a integrarse con los nuevos tiempos. Gracias Miyamoto.

Un paseo por el arte rupestre

Recientemente la revista Science publicaba un estudio que reconocía que el arte rupestre encontrado en algunas de las cuevas de Cantabria y Asturias, que son ya Patrimonio de la Humanidad, es el más antiguo del mundo, según las nuevas dataciones. En el trabajo participaron investigadores de Bristol, Sheffield, Barcelona, Alcalá de Henares, País Vasco, Altamira y el Cenieh burgalés. Se dataron por el método de la serie del Uranio costras calcíticas situadas por encima o debajo de las figuras pintadas en las cuevas, entre otras, de Altamira, El Castillo y Tito Bustillo. Los resultados logrados tras un exhaustivo trabajo nos permite conocer que figuras de manos negativas, grandes discos rojos y también signos triangulares de las cuevas de Altamira y El Castillo, ambas en Cantabria, permiten asegurar que constituyen las primeras evidencias de la creación artística realizada hace más de 37.300 años. En Tito Bustillo (Ribadesella), los datos llegan hasta los 35.000 años, en el caso de un antropomorfo. Por la edad de las pinturas surgieron posteriormente debates sobre la posibilidad de que fueran los neandertales en lugar de nuestra especie los autores de algunas de las pinturas geométricas.  Pero casi la nula presencia de restos fósiles de homínidos hace que de momento solo sean insinuaciones que lo que sí han llenado son páginas y páginas de hemerotecas en todo el mundo. El neandertal parece estar de moda y todo lo que se ocupa de él es devorado por una comunidad de lectores cada vez mayor de apasionados por la ciencia.

Así que el puente del Pilar allí me fui. Conocía ya Tito Bustillo (se llama así porque uno de los jóvenes espeleólogos que descubrió la cueva se murió por accidente al poco tiempo y en su homenaje lleva puesto su nombre),  y el Museo que recrea su arte rupestre. También había estado por la neocueva de Altamira. Da igual: encontrarte de nuevo con los vestigios de nuestros antepasados puede llegar a la emoción. No había pisado El Castillo, y merece la pena introducirse en esos recovecos preparados para el turismo para contemplar lo que ahora pueden ser las pinturas más antiguas del mundo. Atapuerca-Altamira-Tito Bustillo deberían convertirse en un eje fundamental para mostrar la vida de los ancestros en Europa. De hecho ya muchos franceses, nuestros vecinos galos son los que más aprecian este arte, nos visitan.

En Atapuerca también existe un importante conjunto de arte rupestre, que se encuentra en Cueva Mayor, en la Galería del Silex, inaccesible para el visitante por la dificultad de su entrada, pero grande en cuanto a su amplio corpus iconográfico, más de 400 motivos. De algunos de ellos hay una representación en el Museo de la Evolución Humana. Son más recientes que los restos cántabros y asturianos, en torno a los 6.000 años, pero frente a aquellos, en la sierra burgalesa se ha documentado mucha industria lítica, restos de fauna y sobre todo humanos.   Si tiene amigos a los que le gusta la historia y la aventura, no lo dude, recomiéndeles Atapuerca-Museo de la Evolución-El Castillo-Altamira y Tito Bustillo. Y si vienen con niños acabar en el Museo del Jurásico asturiano puede ser el colofón. Disfruten.

 

El ‘parto’ de Arsuaga

Eso ha sido este libro, El primer viaje de nuestra vida, para Juan Luis Arsuaga, no solo por la complejidad –habla con un lenguaje científico a un lector sin estos conocimientos específicos y lo consigue-, sino por el tiempo que lleva desarrollándolo. Y es que esta obra, extensa (432 páginas, Temas de hoy) y sin duda atractiva, ha sido casi como un ‘parto’ para Juan Luis, pues según cuenta ha pasado más de 30 años preparándolo y los prolegómenos fueron el motivo de su tesis doctoral. Es más, durante este tiempo una de sus mayores alegrías ha sido encontrar en la Sima de los Huesos de Atapuerca la pelvis Elvis, perteneciente a los heidelbergensis, la más completa del registro fósil, y un descubrimiento notable en la paleoantropología, pues si bien el hallazgo de fósiles de cráneos no es habitual, el de pelvis casi es imposible, la cual ha ayudado muchísimo en los estudios realizados sobre el parto en los preneandertales.

Arsuaga considera en el libro el parto en los humanos como el efecto de dos presiones, y que nos diferencia del resto de las especies,  la primera es la que supone el hecho de caminar erguidos, que obliga casi a que los fémures se acerquen entre sí; y en la sala de los homínidos del Museo de la Evolución se puede contemplar, por ejemplo, esa evolución que se ha ido dando entre las diferentes especies. La otra presión es que nuestro cerebro es mucho más grande que el de cualquier homínido. El que el bebé tiene al nacer ya es similar al de un chimpancé adulto, muy grande para el canal del parto humano. Da la sensación como que naciéramos antes de lo previsto, y así llegáramos al mundo, desprotegidos, pero en un entorno que nos resguarda, y dónde los padres se implican también en la crianza de la criatura, lo que no ocurre con el resto de animales. Todo organizado para que la cría salga adelante.

Esas dos presiones, la de nuestra anatomía y el cerebro,  convierten dar a luz en algo, en principio, traumático, pero que supone apenas unos minutos en ese primer viaje que hacemos en nuestra vida.

Hay algunos autores que piensan que el desarrollo humano, por ser tan largo y tan lento, no se completa nunca, y que de adultos todavía somos algo infantiles, tanto físicamente como en el comportamiento, en el sentido de que mantenemos nuestra capacidad de explorar, de investigar, y de jugar toda la vida. Increíble.

Explorar el nuevo libro de Juan Luis Arsuaga es adentrarse en una aventura que el autor ha querido convertirla en una exposición imaginaria. Hay que soñar a lo largo de las páginas y viajar entre líneas por nuestra anatomía o por imágenes sugeridas. Arsuaga reconoce además el buen trabajo realizado por la ciencia española y es optimista sobre su futuro. Necesario en tiempos de incertidumbre.

Mis #FF en twitter

Para los tuiteros, los viernes no son un día cualquiera. Aparte de convertirse en la puerta del fin de semana, que, sin duda, después de días de intenso trabajo, para quienes pueden disfrutarlo, nunca viene mal; existe una tradición de hacer un #FF a todos aquellos que desees.  #FF es el acrónimo de Follow Friday, el invento de un californiano hace casi cuatro años, al inicio de la red social, que se utiliza para recomendar seguir a otros tuiteros de lo que en las ultimas semanas pueden haberte aportado algo, o sencillamente provocado una sonrisa, o sencillamente para dar las gracias por algún motivo.

Uno puede hacer #FF a quién quiera, desde un torero –están de moda estos chicos en la red-, hasta un artista, a Alejandro Sanz, por ejemplo, por su último disco –después de Más creo que este chico se perdió-, a Cristiano Ronaldo o Messi por sus goles, al vecino por haber aportado una gran idea a la comunidad, a un bloguero destacado, a un científico, a un Museo que le ha gustado, a un periodista que atina en lo que su oyente quiere escuchar o el lector leer, a tu pareja, para decir que te acuerdas de ella. También puedes felicitar a Piqué, muy activo en la red, por su paternidad, o quizá pudiera ser una buena idea  hacerlo con Fernando Alonso, para desearle suerte cara al Mundial de Fórmula 1. No he encontrado #FF a políticos, y lo entiendo, tal y como están los tiempos uno se abstiene de mostrar a sus seguidores que ha tenido veleidades con aquellos a los que el juez Pedraz llama ‘decadentes’ y que ha encontrado, precisamente de esa manera miles de seguidores en twitter.

Durante un instante, la distancia de la que te encontrabas se evapora y solo un tuit sirve para encontrarte presuntamente a dos palmos de tu ídolo de barro. Eso es lo que permiten las redes: superar esos grandes pasos, para acercarte a grandes nombres e incluso que te respondan. A mí me ha servido, he liberado mi mesura y me lancé a hacer un #FF a Raquel del Rosario, qué le vamos a hacer, me gusta el Sueño de Morfeo, además de invitarle a visitar el Museo de la Evolución. Y me contestó. La estoy esperando. También a Bárbara Goenaga, una actriz vasca, amiga de Juan Luis Arsuaga, que me confesó que se pasaría. Algunos de los más de 500 periodistas que han pasado por el MEH o Atapuerca lo han hecho gracias a Twitter, como Susanna Griso o Javi Nieves. También me he hecho amigo virtual del director de Física o Química o de Javier Solana, que me contestó un tuit donde decía que la LOGSE tenía la culpa de todo, el fue su ministro. A los diez minutos ya entablamos un debate al que se sumó un buen número de personas. Y acabo desvirtualizando (conocer en el mundo real) a un montón de divulgadores que han escogido Twitter para dar a conocer sus trabajos Total que me paso con el iphone un buen rato todos los días, con este signo ;), que ya imaginan lo que significa. Y me seguiré pasando por él, incluso le he hecho un #FF a @rbriongosdb el director de este periódico que acoge esta Página par, que semanalmente blogueo y retuiteo. Feliz Lunes, #followmonday.

Jefes sin gracia

Imagino que lo conocerán por experiencia propia, pero son pocos los jefes que te agradecen el esfuerzo que realizas por encima del salario que te pagan. Yo los he tenido. Pero no abundan. Entiendo que por ejercer tu trabajo habitual, correctamente, no merezcas ni una palmadita, ni un agradecimiento; pero en estos tiempos de dificultad, donde casi todos acaban arrimando un poco más el hombro, tanto en la administración pública como en la empresa privada, las sonrisas y dar las gracias deberían abundar más que antes. Cuando fui jefe, con unas cuantas personas bajo mi responsabilidad, confieso que a veces por olvido y otras por dejadez, no di  las gracias en ocasiones, probablemente para algunos demasiadas.

Rectifico ahora y aprovecho para hacerlo. Que conste que me gusta corresponder, y no por costumbre solo, sino por reconocimiento al trabajo bien hecho, al esfuerzo, al mérito. Igual que pedir perdón, ya sea cuando nos equivocamos con un compañero de trabajo o un subordinado, si no hemos actuado con honradez, o cuando de alguna manera le hemos maltratado. Y hay jefes que siempre tienen la razón. Estos son los peores.

En esta Castilla nuestra estamos poco acostumbrados a los gestos, puede que hasta los consideremos excesivos, probablemente pensemos que sea mejor no recibirlos en demasía y aguantar cuando luego te peguen una puñalada por la espalda, pero llega a parecer que los castellanos no supiéramos reconocer las cosas. Hay hasta dirigentes que se rodean de personas ineptas porque creen que de esta manera no peligra su puesto de trabajo y colegas que no comparten información porque piensan que si solo ellos la conocen tienen el poder y más facilidad para mantener su empleo. Evidentemente, si sus superiores son como ellos, lo tienen fácil, pero sin embargo será muy difícil que ese equipo crezca, genere ideas y trabaje conjuntado. Cada uno irá a lo suyo. Y acabarán desalentados. Cuesta crear equipo porque hay que compartir y sufrir juntos, pero es muy fácil destrozarlo. Y cuesta también reconocer el trabajo del otro, aunque solo sea con una sonrisa. Más cuando el que lo ha hecho ha aportado más de lo que tu llegaste a sugerir, y además es un subordinado.

Y es la ciencia la que nos cuenta, según un estudio publicado por las universidades de Harvard, California y Standford (todas en EE UU) en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)  que, a pesar de la percepción común de que los jefes tienen mayores niveles de estrés que sus subordinados, los altos cargos poseen niveles más bajos de cortisol –conocida como la hormona del estrés– y menos ansiedad que sus empleados. Siempre hay excepciones.