Encuentro interplanetario en Atapuerca

No es fácil imaginarse cómo era la Sierra de Atapuerca, la provincia de Burgos en general, hace ahora un millón de años. Es difícil ya de por sí imaginarse en el tiempo un millón de años, entre la era cristiana que apenas tiene 2.000 y los dinosaurios con más de cien millones. Los descubrimientos en Atapuerca nos muestran campaña tras campaña la fauna que habitaba todo este entorno, la flora que lo acompañaba, y los homínidos que sobrevivían en un medio a veces demasiado poco habitable. Porque si nuestro Homo antecessor era caníbal, puede que no fuera por gusto, sino por las alimañas que habitaban su entorno,  como el oso de las cavernas, el tigre dientes de sable o los leones prehistóricos, que le eliminarían cualquier otro atisbo de carne, y se quedaría con la carroña y con los más débiles de sus congéneres. El heidelbergensis, el amigo Miguelón, ya tenía más facilidad para el uso de posibles armas con las que defenderse e incluso cazar. No era desde luego un entorno cómodo, donde la media de edad de nuestros antepasados con suerte superaría los treinta o cuarenta años.

Atapuerca, sin duda, está ofreciendo numerosos datos sobre nuestra prehistoria. Ahora, un equipo de investigación internacional, en el que participan también científicos que desarrollan su trabajo en la sierra, liderados por el codirector científico del MEH, Juan Luis Arsuaga,  acaba de aportar los datos del ADN mitocondrial del Ursus deningeri, el oso que se ha encontrado en la Sima de los Huesos junto con la acumulación de una treintena de individuos  de la tribu de Miguelón. Este ADN no es el genoma completo, pero es el punto de partida para buscar la genealogía y la relación con otros osos encontrados por el resto de Europa, y en un avance más, se podría llegar a encontrar el ADN de los homínidos de la Sierra y su relación entre ellos. Es ciencia, es investigación, es desarrollo. No ganaremos votos olímpicos, pero si Mundiales deportivos, y en algunas ramas de la innovación, hay españoles que van marcando el camino.

A veces contemplando la Sierra de la Demanda desde la Trinchera del Ferrocarril intentas descifrar de dónde venimos o hacia dónde vamos.  Arsuaga, en un reciente encuentro con sus seguidores en twitter decía que nuestra especie, el Homo sapiens, había vivido 200.000 años y que nos quedaban otros 200.000 donde evolucionaríamos o desapareceríamos. Algunos tuiteros contestaban a esta afirmación insistiendo en que llevábamos el camino de lo segundo. Y es la primera vez en la historia del planeta que existe una sola especie de homínidos sin convivir con ninguna otra.

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