Hoy, que muchos y muchas estarán pendientes de la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, porque pese a las dificultades de un año casi horribilis, al final, lo importante es lo importante, que es compartir los buenos momentos con los más cercanos, cabe destacar al hilo de la mesa y el mantel que también estos 365 días en la capital burgalesa han estado de alguna forma definidos por su Capitalidad de la Gastronomía. Tiempo habrá de valorar lo que ha significado, y de su mantenimiento, pero de lo que no cabe ninguna duda es que los Cocineros y cocineras –chefs que les llaman- han tenido un inusual protagonismo hasta ahora, no solo en esta provincia, sino en toda España, ya que además los programas concurso dedicados a ellos, algunos como Top Chef y Master Chef han sido líderes en audiencia en sus respectivas cadenas, y su popularidad se está colocando a la altura de otras profesiones. Un camino que inició con gran notoriedad la buena de Elena Santonja con su programa Con las manos en la masa, continuo Karlos Arguiñano, y que están continuando numerosos profesionales, como Alberto Chicote persiguiendo restaurantes con problemas. Conocemos más ahora de los restaurantes con estrellas Michelín, aunque no hayamos podido pisar ninguno, que hace años. Y a ver seguro que conocemos más nombres de ilustres cocineros que de jueces del Tribunal Supremo o consejeros de la Junta de Castilla y León. Aquí les dejo unos cuantos: Arzak, Berasategui, Ruscadella, Subijana, Roca, Dacosta, Aduriz, Adriá, José Andrés, Darío Barrio….

Y qué me dicen del libro más vendido de recetas en nuestro país realizado por Simone Ortega y su hija Inés… o de la Gastrobotánica con la que nos deleitó en una charla Rodrigo de la Calle en el MEH, que cuenta con una estrella Michelín. Haría de menos si en esta lista no incluyera a nuestros Top Chef finalistas, como es el caso de Antonio Arrabal y de Miguel Cobo, o a grandes artistas de la cocina en esta tierra como Juan González, Sergio Linares, Cucho Íñiguez, Alberto Molinero, David García, Patxi Álvarez, Ricardo Temiño, Carlos Alfaro o Pablo Cófreces, en una lista que sería interminable, y que están impulsando eso que ya se empieza a conocer fuera de nuestras fronteras como movimiento gastronómico burgalés. Un impulso que quiso ofrecer también Andoni Aduritz en su charla en el Fórum, al animar a fusionar Evolución y cocina a todos los asistentes.

No sé con qué se quedará Burgos después de este año capitalino, me gusta la historia, pero apostar al 2014 el 800 aniversario de Alfonso VIII no deja de ser un riesgo, haber colocado, se han cruzado varias galaxias a la vez,  en un lugar destacado a nuestros cocineros ha sido un gran acierto. Ya sé que no cuentan con ninguna estrella Michelín, pero qué quieren que les diga, me empieza a cansar esto de que sean unos franceses los que nos digan dónde y cómo tenemos que comer. Y eso que no soy tampoco muy partidario del nitrógeno. Por qué no seguimos avanzando en la gastronomía, que también dará que hablar en 2014, y nos centramos en los temas en los que Burgos puede ser diferente, y lo hacemos entre todos.