Nuevo curso político

El curso 2014-2015 viene también con examen final para los políticos locales y autonómicos, así que durante estos nueves meses estaremos en Burgos oyendo hablar mucho de inversiones por un lado, y probablemente de ilegalidades, despilfarro y errores por otro. Es lo que toca en cada contienda. El ayuntamiento capitalino se ha reservado obras que, casualmente, todas estarán finalizados en seis meses. Pero lo que han hecho aquí Lacalle y su equipo pasa en cualqier otra capital de provincias del resto de España, sea quien sea el partido que gobierne.

Ocurre, sin embargo, que estos comicios llegan con el efecto de unas elecciones europeas que en ese momento puntual acabaron con el bipartidismo, hay que esperar sus consecuencias. Es cierto que las municipales no son lo mismo y que el voto se pondera mucho más; y que el peso del candidato a la Alcaldía es bastante decisivo a la hora de escoger una papeleta; y que la ausencia de listas abiertas impiden la eliminación de algunos ediles que quizá no merecieran la repetición de su acta. Pero las nuevas ‘marcas’ se han pegado al cogote de los tradicionales partidos, hasta tal punto que puede producirse la fagocitación de IU si acaba unida con Podemos en una candidatura conjunta.

El PP, en Burgos, sabe que tiene un electorado más o menos fijo, pero cada vez más crítico. Lo vivió en sus carnes en las elecciones que vencía con minoría y que llevaron a Olivares a alcalde, con pactos inverosímiles. Conoce también que sino consigue mayoría suficiente podría perder el gobierno municipal, con una posible abstención de UPyD, y probablemente la suma de votos de todos los partidos de izquierda, aunque el PSOE no esté en sus mejores tiempos, y solo un/una candidata con un tirón suficiente podría subir los actuales 8 ediles con los que cuenta. No son precisamente los nombres de los que se habla aquellos que podrían lograr la resurrección. Pero ahí tienen sus primarias para decidir, las mismas que pueden encumbrar o no a Luis Tudanca a la secretaria autonómica. Precisamente en esta misma sección hablábamos de la tercera vía hace unos meses, que actualmente ya está en liza.

UpyD también presume de primarias. ¿Pero se presentaría Roberto Alonso a unas primarias de este partido en Burgos? Y sino se presenta Alonso, ¿serían capaces de alcanzar los mismos resultados que hace tres años? Ciudadanos, por su parte, no tiene candidatos, ni presencia, pese al empeño de Antonio Valverde. Como sorpresa podría surgir la candidatura de Ortega Lara por Vox, pero este partido se encuentra prácticamente en desaparición, aunque muchos auguran que la presencia del ex funcionario de prisiones en una lista podría llevarle también a la plaza mayor con el voto de los desencantados de derechas y del afecto de muchos burgaleses.

Para el PP burgalés es el momento de cuidar su lista mucho más que en otras ocasiones, para el PSOE hay que sumar que no tienen todavía un candidato, y eso pesa y mucho. IU y Podemos son más de marca que de nombres y UpyD no acaba de despegar y ya han sumado tiempo. Así que tarea para comenzar el nuevo curso tienen todos.

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