Archivo por meses: junio 2015

Segunda vuelta

El pleno del sábado fue interesante, sin duda, y hasta hubo una pizca de incertidumbre pensando en qué haría Ciudadanos finalmente. Curioso partido que se vota a si mismo en Burgos -excepto una concejala, creo que la más responsable en ese momento- le votan en Espinosa por sorpresa y gana la Alcaldía pese a ser la lista menos votada con 2 concejales, alcanza la Alcaldía de Villarcayo con Iniciativa Merindades de apoyo, y vence por goleada en Caleruega con un Alcalde que llega de los castellanistas y repite mayoría absoluta.

Todo eso nos llevó a un par de periodistas en torno a una pizza -la información de varios plenos nos colocó casi en las cinco de la tarde- para hablar de lo justo o injusto de la ley electoral. Fue Daniel de la Rosa el que acertó de lleno en este caso en su intervención: en casos singulares, y no hay que irse muy lejos, porque en todo España ha habido cientos con partidos minoritarios gobernando ciudades o mayoritarios pero sin absoluta esperando a ver qué pasa, en esos casos el portavoz socialista pidió la segunda vuelta para lograr realmente un alcalde con representatividad de la mayoría de los ciudadanos gobernados.

En Francia, por ejemplo, tienen dos vueltas; varía un poco según el número de habitantes pero básicamente el escrutinio es proporcional a través de listas. Si algún partido obtiene en primera vuelta la mayoría absoluta se le asignan la mitad de los puestos que se eligen. El resto, se reparten de forma proporcional a los votos obtenidos. No puede ninguna formación política pasar a segunda vuelta, si no ha obtenido al menos el 10% de los sufragios emitidos, quizá una exigencia alta, pero en el caso francés necesaria y además hay que tener en cuenta que este caso es para los municipios de más de 3.500 habitantes, no para los más pequeños.

En España -en el revolcón del sábado- nos hemos encontrado con listas minoritarias -que habían ocupado el segundo, el tercer y hasta el cuarto puesto en el número de votantes.- gobernando con el apoyo solo en el pleno de investidura de otras formaciones políticas, que no han querido pactos de gobierno por si salía mal la aventura. También con localidades con partidos que cuentan con solo sus propios votos, y lejos de una mayoría, y que se encontrarán con muchísimos problemas para sacar adelante su proyecto. Lo bueno, que todo ello obligará a pactar. Lo malo, que si no hay entendimientos ni acuerdos se habrán perdido cuatro años importantes en el inicio de la salida de una crisis.

Y en mi pueblo de origen. En Gijón, sigue gobernando el Foro, la lista más votada, porque PSOE y Podemos no se han puesto de acuerdo. En este caso, qué quieren que les diga, por lo que me cuentan funcionarios municipales de la capital de la Costa Verde, prefieren al Foro, que ha contado con ellos durante estos cuatro años de legislatura.

Atención primaria

En un periódico son más o menos habituales las cartas al director con motivo de agradecimiento a los médicos que nos han atendido debido a una enfermedad en un hospital, o a los sanitarios que acompañaron las últimas horas de un familiar querido en ese mismo centro. Sin embargo, no son tantas las misivas que genera la Atención Primaria, quizá porque nuestro paso por la misma es frugal, o por lo contrario, porque hemos tomado como una costumbre ir a visitar a nuestro médico de cabecera; así que aprovecho estás líneas de esta ‘Página par’ para reconocer el trabajo de todos aquellos que se dedican a la Atención Primaria en los diferentes centros de salud de la capital, de lunes a domingo, desde las consultas habituales a las urgencias de fin de semana, desde los facultativos a enfermeras, auxiliares, administrativas, camilleros, conductores, limpiadoras…

Pero, sobre todo, porque la dedicación de doctores y enfermeras a sus pacientes es sosegada y en la inmensa mayoría de los casos amable. Eso es lo que ciertamente valoramos: la atención, y más en los primeros momentos. Muchos les conocen por sus nombres y apenas hay quejas externas, salvo las propiciadas por el sistema, como puede ser la informática o la gestión. Confieso que no es fácil encontrarme para unos análisis una maldita vena, pues ahí las tienes, con paciencia, llegando hasta el infinito y más allá…

Podría asegurar, amigos lectores, que ese es su trabajo, como el de otras profesiones. Pero no todos tratamos con cierta asiduidad con hipocondriacos, con niños que no paran y lloran, con mayores que sufren… o con personas que te cuentan su vida aunque no venga a cuento. Los facultativos de atención primaria han luchado por la cuota de los 10 minutos al menos por enfermo -que se lo pregunten al doctor Jiménez en Los Cubos todas las campañas realizadas- . Las enfermeras han aprendido a manejar con destreza un montón de aparataje y son muchas veces las que mejor velan por la salud de los pacientes crónicos, desde las dosis de insulina, a la tensión o el sintróm con el control periódico para ajustar las tomas,más incluso que sus familiares.

Saben muchos de nuestros secretos, y su deontología les lleva a guardarlos hasta el final de sus vidas, y de las nuestras. Con ellos, la espera, sabiendo que te van a dedicar lo mejor de su tiempo y de sus conocimienots, no se hace larga. Y hasta aunque venga en un cartel la prohibición de los teléfonos móviles, siempre podemos aprovechar para poner al día nuestro whatsapp o nuestro correo electrónico. El siguiente paso podría ser la wifi en los centros de salud o en el hospital, pero este paso, tal y como están las cosas, me parecería ya increíble para quienes lo gestionan.

Digerir elecciones y convocar congresos

La semana pasada los espectadores de televisión, lectores de periódicos u oyentes de radio nos dábamos cada día una pequeña sorpresa. Esta será igual, al menos hasta que se ubiquen todas las siglas el próximo 13 de junio con la constitución de los Ayuntamientos, que en Burgos nos toca en pleno puente del Curpillos.

Pero no hay que negarle el mérito al presidente Herrera en lo que se refiere al Partido Popular. Se levantó una buena mañana, el lunes pasado, se miró al espejo, decidió que debía digerir las elecciones y asumió que no iba a ir al comité ejecutivo nacional de su formación política, como había hecho en algunas ocasiones anteriores pasando totalmente desapercibido, y como hubiera pasado ahora si el martes no decidiera en el programa Más de Uno de Onda Cero mostrar sus opiniones ante las lánguidas declaraciones de Mariano Rajoy tras el supuesto comité.

Herrera alertó al partido, dijo en voz alta algunos calificativos que otros pensaban en voz baja, como llamar antipáticos a los populares, le animó a Rajoy a hacer lo que había hecho él frente al espejo y sembró la duda sobre su continuidad al frente del Ejecutivo regional sabiendo que tiene los mismos votos que toda la oposición junta y que ello por tanto no sería aparentemente ningún problema.

Y surgieron rayos, truenos y tormentas. El hombre tranquilo había hablado. Aquel poco amigo de entrevistas, desayunos en Madrid y nada locuaz, y por otra parte, el ‘barón popular’ con más apoyo autonómico a sus espaldas, había marcado el camino que siguieron otros presidentes autonómicos que a finales de este mes perderán sus prebendas. Y obligó a Mariano Rajoy a hablar de nuevo y a sugerir cambios, sin decir ni cuándo ni quién -a todos nos vienen a la cabeza políticos como Rafael Hernando, Alicia Sánchez Camacho, Javier Arenas o Floriano- pero al menos a repensarse un futuro, que es tan inmediato como las elecciones del próximo mes de noviembre o diciembre.

Y mientras tanto la oposición regional le cuestiona al presidente Herrera sus dudas sobre su marcha o no, le tildan precisamente de falta de coherencia, cuando claramente han sido los correligionarios populares los que más le han aplaudido por sus declaracionres, porque esperaban escuchar una voz clara y suficiente autocrítica.

Y qué le toca hacer ahora al presidente Herrera. Creo que hay muy pocas personas que puedan convertir su mutismo actual en claves para el futuro. Yo si fuera el presidente -no lo soy, Dios me libre- le animaría a seguir por el camino, a tomar posesión como presidente de la Junta con los votos de su partido, a anunciar un congreso extraordinario regional para cuando toque, a convocar con tiempo un proceso de primarias -sus militantes no necesitan más dedazos- a elegir al futuro presidente regional del partido, a buscar la unión en ese congreso y aupar el elegido presidente: a proponerlo como su sucesor al frente de la Junta. Solo hay una pequeña pega, que el presidente en esta ocasión debe ser procurador, pero Herrera ya habría colocado antes a todos aquellos que podrían aspirar a ese puesto en las listas.