Dos historias de superación

El cine a veces es magia. En otras ocasiones la ficción supera a la realidad o viceversa. Ahora nos encontramos con dos historias de superación. Una, ‘100 metros’, la podemos ver en los cines de Burgos. La otra, ‘La historia de Jan’, todavía no. Esperemos que de las 17 salas en España donde ya se puede contemplar, en el resto del país podamos también conocer a Jan, no solo por su blog, sino a través de la gran pantalla.
¿Y quién es Jan? Jan es un niño con síndrome de Down al que su padre le fue grabando desde que estaba en el vientre de su madre. Entonces no apreciaron la enfermedad. Fue al nacer cuando le diagnosticaron. Desde entonces, su padre, Bernardo, técnico de montaje cinematográfico, ha ido escribiendo con palabras en la web e imágenes de un vídeo casero un pequeño diario. Grabar su vida les ha servido de terapia para derrumbar los prejuicios contra este trastorno genético. La historia de superación no solo la ha vivido el pequeño durante los últimos seis años. También sus padres. Los críticos que han visto ya la película afirman que no solo es recomendable para aquellos que tienen hijos con Down, sino para todos los padres, de lo que implica serlo con todas las consecuencias, y sobre todo contado con optimismo y mucha ternura.

Ramón Arroyo tiene 45 años. Le diagnosticaron hace algunos, una esclerosis múltiple. Y se puso a correr para estar preparando cuando fuera avanzando la enfermedad, pero de esas carreras populares pasó a los maratones y de ahí a completar hace tres años un ironman, lo que supone 3,8 kilómetros en natación, 180 km en bici y 42,195 km corriendo. Su historia se puede ver en la película ‘100 metros’ que hoy también se estrena, y en este caso se proyecta, en Burgos. Quería mostrar al mundo de alguna manera que la evolución de la esclerosis no se da por igual y que hay que luchar. Empezó con las redes sociales, hasta que le propusieron que su historia llegara también al cine. Su mensaje es ‘rendirse no es una opción’ porque muchas veces le surgen los brotes y le cuesta de nuevo recorrer los 100 metros que distan entre su casa y el metro. Pero como el dice, si puedes dar 20 pasos tienes que plantearte dar 21.
La terapia ha ido funcionando y fallando por el camino. Ahora está en un buen momento y quiere hacer la San Silvestre en Madrid estas navidades, pero en cualquier momento su cuerpo se negará e intentará de nuevo llegar a esos 100 metros que dan nombre al título del largometraje.

Jan y Ramón no han estado solos. Sus historias de superación también han sido las de sus familiares al acompañarles a recorrer un camino no fácil, y a veces desalentador, que van cruzando con no poco esfuerzo. Un ejemplo.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...