Garoña, más vueltas

Pues parece que por fin el Consejo de Seguridad Nuclear ha decidido reunirse tras recibir el informe de sus técnicos sobre la central nuclear de Santa María de Garoña, que lleva ya más de cuatro años parada, y sin aparente interés por parte de los propietarios de la misma -las compañías eléctricas Iberdrola y Endesa- de volver a ponerla en marcha. No quiero ser un mal pensado, e imaginar que es porque el kilowatio nuclear es el más barato del mercado y prefieren explotar otras formas de energía, porque puede ser el más barato, y el más rentable. Simplemente recordar lo que decían desde Nuclenor de que los nuevos impuestos no les beneficiaban para seguir con Garoña en marcha.

Desconozco también, como afirman desde el PSOE, si el tema de Garoña tapa una negociación futura sobre la ampliación de la vida útil para el resto de las nucleares, que pertenecen a los mismos dueños en nuestro país y que Garoña sea la sacrificada. En cualquier caso, la vida de la central no solo cuenta con el problema de la ampliación de su permiso, también en donde almacenar el combustible quemado, pues sus piscinas están rozando el límite y al ATC en España todavía le queda un largo trecho para su construcción.

El CSN puede tardar meses en publicar el informe que permitiría reabrir de nuevo la central nuclear. Y seguro que le acompañarían una serie de recomendaciones que tendría que ejecutar la empresa y que supondría un gasto adicional alto, después de casi un lustro en paro. Si todo es positivo en cuanto a la seguridad, la palabra ahora es de los políticos, con populares a favor, y con socialistas totalmente en contra. Ciudadanos está entre medias, y el PNV, al que ahora se quiere acercar Rajoy, en contra; sin contar con los movimientos ecologistas que siempre suman simpatías.

Pero la situación de la energía en España hace que no se pueda perder ninguna fuente. No hemos tenido hasta ahora ni un ministro, ni un Gobierno, que haya sido claro en la explicación del mix energético necesario para España, y ahí estamos, divagando mientras la factura sigue subiendo merced a unos impuestos que parece que no es la mejor manera de abonarlos afectando directamente a las clases medias.
Una vez completados todos los procesos y aprobaciones, todavía restaría que Nuclenor quisiese reabrir Garoña y me parece que no. Que ni está, ni se le espera. Que habrá trabajo y bastante para su desmantelamiento y que para ellos ya ha finalizado la explotación que esperaban.
Lo que nadie -administraciones-debe olvidarse del norte de la provincia es de lo que ha aportado Garoña al empleo, tanto al Valle de Tobalina como a Miranda de Ebro, e impulsar las zonas limítrofes de nuestro territorio es un compromiso que año tras año permanece en los políticos. Que se cumpla o no, deberán analizarlo los ciudadanos.

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