Archivo por meses: octubre 2017

Fiestuqui

Parece que ya han decidido cuándo nos colocan las fiestas de San Pedro, San Pablo y San Fermín. Del 28 de junio al 8 de julio. Auguro cuatro días grandes y siete aburridos. 11 jornadas parecen muchas para intentar mantener arriba el fragor de las celebraciones. Con un mismo presupuesto, que es lo que parece que va a ocurrir, no habrá fuegos artificiales ni la mitad de los días. Y la música del Paseo de la Sierra de Atapuerca acabará hartando al más paciente de los vecinos. Del botellón es mejor no hablar, está legitimado y parecen demasiados días de concentración a las orillas del río para beber.

¿Y cuántas corridas de toros ofrecerán? Ahora mismo no sabemos todavía qué empresa recogerá el testigo, si se renovará o no. Tampoco conocemos dónde serán las barracas porque en La Milanera siguen sin tirar un metro cuadrado; y en qué condiciones se celebrará la Feria de Tapas, después de las críticas que están recibiendo la calidad de algunas de las mismas.

Me hubiera parecido más razonable que nuestras fiestas fueran del 22 de junio al 29 del mismo mes. Si por mi fuera, suficientes días serían entre San Juan y San Pedro y Pablo, del 24 al 29. Sería finalizar con la Ofrenda Floral, pero por qué no.

Los diseñadores de las actividades de las fiestas tienen un reto ahora: 11 días para entretener a los vecinos, al menos durante la tarde y la noche, y teniendo en cuenta que los cuatro primeros, si contamos el pregón -por cierto, también hay que valorar que los burgaleses echaron de menos los fuegos artificales este año esa noche-, son en un largo fin de semana y con las flores ya la primera mañana del viernes y la cabalgata la mañana del domingo -aquí también habría que hacer un ejercicio de originalidad- , qué nos queda entre el lunes y el domingo siguiente, el del burgalés ausente.

En esta misma Página Par -con otro diseño diferente- he escrito en diversas ocasiones sobre las fiestas patronales de Burgos. No es lo más importante que nos ocurre y es cierto que el sol aporta más de un cincuenta por ciento al éxito de las mismas, aunque ahora en el multiusos da lo mismo. Pero ocurren año tras año y si no se pueden cambiar, al menos debemos mejorar.

Y ya que hablamos del burgalés ausente. Estos días cumple 100 años, nada más y nada menos, que el Centro Burgalés de Buenos Aires, uno de los más importantes para nuestros compatriotas en el mundo. Cada año precisamente a Burgos acuden varios ciudadanos que residen en Argentina. Parece que en este evento centenario no habrá representación oficial ni del Ayuntamiento de Burgos, ni de la Diputación. Deben andar preocupados por cómo justificar los viajes. Pues lo cierto, si esto se cumple, y allí no va nadie, es que es todo un patinazo. ¡Enhorabuena majos!

Los ‘presupuestos’ del Parque Tecnológico

Escribo estas líneas un viernes por la tarde, horas después de haber presentado la consejera de Hacienda los presupuestos regionales en las Cortes, y cuando ya los partidos políticos y algunas instituciones han comenzado a hacer sus primeras valoraciones. Vuelvo a repasar las decenas de folios que ocupan las cuentas de la Comunidad, y allí, entre líneas, aparece, emocionante, el Parque Tecnológico de Burgos. Lo comento con Luis Ángel, que lleva años escrutando estos folios -hace lustros te llegaban en dos cajas a la redacción, ahora es un enlace en la web- y me dice que si sumáramos las veces que han aparecido cantidades para el ya famoso Parque podrían superar los cien millones euros. Dinero presupuestado, no gastado, y eliminado.

Así que he decidido poner una vela a San Judas Tadeo, patrono de las causas perdidas, a ver si este año es el definitivo para iniciar las obras del Parque, ya que el AVE parece que tampoco en 2018 va a llegar desde la capital de España. Confío, y ha quedado ya escrito en esta columna en alguna ocasión más, que cuando se finalicen las obras del tan ambicionado suelo industrial venga no solo con un pan debajo del brazo, sino con dos o tres a modo de industria moderna y avanzada, con la intermediación de la Junta de Castilla y León que nos debe, en este sentido, alguna propina.

Porque algo especial habrá que hacer con tanto suelo como el que tiene Burgos, teniendo en cuenta que a nuestro alrededor la competitividad es absoluta, primero con los que formamos parte de la propia región, y luego con ciudades como Santander, Bilbao -no debe parar la alianza en cuanto a la logística con los vecinos vascos-, Pamplona o Zaragoza, por situar 4 capitales con población y a tiro de piedra.

Pareciera como que nos hubiéramos quedado estancados. Con un tren directo para mercancias que no ha avanzado ni un milímetro. Y sin presupuestos generales veremos cómo lo hacen nuestros políticos, pero algo tienen que fabricar. Con un AVE que lleva años y años de retraso, sin explicaciones lógicas posibles. Con autovías que avanzan a paso de tortuga. Y menos mal que hay asociaciones como la del tren en Aranda, o la de la Nacional 1 en todo el corredor, o la Cámara de Comercio, que siguen empujando para no pasar al olvido.

El Parque Tecnológico de Burgos lo verán algunos que habrán alcanzado la mayoría de edad, 18 años despúes de que se hablara ya de él. Nunca es tarde. Estaría encantado si Burgos sigue creciendo en cifras de turismo -no son solo las pernoctaciones, sino lo más importante son las visitas aunque no duerman, no nos equivoquemos en el objetivo principal- pero por ahora seguimos siendo la Capital Industrial de Castilla y León y es una batalla que no debemos perder. En varias empresas como L’Oreal o Angulas Aguinaga están buscando trabajadores, en otras como Bridgestone o Gonvarri han celebrado sus 50 años en suelo bendito. ¡Enhorabuena!

Botellón y seguridad

Una recién licenciada de Comunicación Audiovisual, buena trabajadora y buena persona, que ha estado unos meses con nosotros en La 8, me ha puesto al día este verano sobre las ‘corrientes’ del botellón en la ciudad de Burgos. Se sale los miércoles, los jueves, los viernes y los sábados… pero va por temporadas. Recuerdo que en mi época algunos lograban alternar los cuatro días. Ahora son uno o dos, pero a tope. Así lo cuenta el último estudio sobre las borracheras que se ha realizado con los jóvenes españoles, menores de 29 años.

A más del 40 por ciento de ellos les compensa emborracharse a pesar de los riesgos que asumen. El trabajo encargado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción asegura, por ejemplo, que en el consumo de drogas el 43,5 por ciento de los encuestados percibe los riesgos del mismo y se declara inseguro frente a los riesgos. Un 16,5 % dice que dichos comportamientos entrañan una seguridad media y un 40 por ciento, al igual que con el alcohol, siguen insistiendo en que no perciben los riesgos y se sienten seguros.

No es de extrañar entonces que el 12 % de los jóvenes encuestados -1.300 en total- haya conducido después de haber bebido alcohol, un 8 % después de consumir cannabis, y un 3 % drogas estimulantes. Al menos existe un 35 por ciento que sí percibe la baja seguridad de estos comportamientos.

Algo más del 10 por ciento de los entrevistados dicen haber participado en enfrentamientos con violencia física, conducta más frecuente en el género masculino.

Curioso que cuando les preguntas por los demás, aumentan los porcentajes. El 40 por ciento dice haber visto a otros conducir después de beber, el 27 por ciento después de consumir marihuana, el 13 drogas. Un 25 por ciento reconoce haber visto peleas de terceros.

Que hasta se pierda la percepción de la falta de seguridad, o de respeto a tu propia vida, por porcentajes que no son mayoritarios, pero sí significativos, debería empezar a preocuparnos. En Burgos sabemos de peleas, de carreras de coches en los polígonos, de consumos de drogas, de botellón entre menores.

Pero la sociedad continua sin darle respuesta. Los adultos parecieran mirar hacia otro lado. Los padres no encuentran cómo dialogar con sus hijos y de qué, mientras les contemplan con el teléfono en mano. Tengo un amigo, padre de familia numerosa, y con chavales en la década de los 20, que están estudiando o trabajando fuera, que todos los días les envía al grupo de whatsapp un chiste y una pequeña consideración.

Algo tendremos que inventar, promover, estudiar, cuando las cifras dicen lo que dicen. Responsabilidad, fidelidad, lealtad son palabras que cada vez suenan más huecas entre ciertas generaciones. Y son necesarias para una sociedad más justa y más libre. O quizá eso ni les importe, ni nos importe.