Hierro

Hace ya algunos años, en Diario de Burgos, preparamos una actividad llamada Pequereporteros, con la que se pretendía llegar a aquellos chavales entre 14 y 16 años que quisieran estudiar Periodismo. En la UBU todavía no existía Comunicación Audiovisual, así que desde el periódico dimos algunas sesiones y preparamos varias entrevistas para que las realizaran y escribieran.

Entre los entrevistados estuvo por ejemplo El Juli, gracias a Antonio Bañuelos, que nos facilitó hablar con el antes de un tentadero. También la atleta palentina Marta Domínguez, que si no recuerdo mal titulamos que no había fallado a ningún entrenamiento en toda su carrera deportiva. Luego llegó lo que llegó. La idea es que de la docena de estudiantes, se sumaran 4 ó 5 a cada cita. Y fuimos avanzando. No les seguí la pista, me parece que solo uno de ellos estudió finalmente Ciencias de la Información. Pero la intención era también motivar a los adolescentes a leer el periódico y con algunos se consiguió.

El viaje más largo que hicimos, acompañados de un fotógrafo del DB, fue a Madrid. Había quedado con el jefe de prensa de los blancos, al que conocía, que al final de un entrenamiento podríamos conversar un rato con uno de los jugadores. No me acuerdo ahora mismo el que fue elegido. No era titular, había jugado algunos minutos, ofrecía destellos de clase, pero parece que ese día no aparecía en la convocatoria del siguiente partido y el canterano nos dio un plantón de aúpa entiendo que por el consiguiente cabreo. Habíamos asistido al entrenamiento y la ilusión de los chavales, por supuesto eran todos madridistas, enorme, así que teníamos que superar esa desilusión.

A los diez minutos del plantón –el tipo se fue a final de temporada y no sé por dónde acabó- apareció Fernando Hierro en la sala donde estábamos, el gran capitán nada más y nada menos, al que no le importó dedicar más de una hora de su tiempo a charlar con unos jovenzuelos y jovenzuelas, con el máximo de amabilidad, y hacerse las fotos necesarias. En DB publicamos la entrevista de los Pequereporteros y ellos salieron de la Ciudad Deportiva, la que estaba donde ahora se encuentran las cuatro torres, en una situación de éxtasis casi total. Para mí desde aquel día el nombre del jugador de la cantera nunca me viene a la memoria, por mucho que me empeñe, y Fernando Hierro pasó a ser Don Fernando Hierro. Aunque luego entrenara al Real Oviedo o estuviera en la Federación Española de Fútbol, dos instituciones que no son precisamente las que más aprecio.

Cuando el presidente de la FEF echó a Lopetegui, ya sabía que Hierro sería el sustituto. Es todo un señor y era la única baza que le quedaba al calvo tonto del c. como le llama un amigo muy madridista que creo que se pasa un poco. Pero Hierro, a pesar de todo lo que se jugaba, nunca iba a decir que no. Así que don Fernando, mucho ánimo, a pesar de la encerrona montada por su equipo de toda la vida, el Real Madrid, que tengo para mí quería que Lopetegui, una vez fichado, no entrenara a la selección, porque ¿se imaginan al vasco en el Bernabéu si nos eliminan en octavos? O en Rusia en el césped con Piqué, Busquets, Alba… Gracias don Fernando y ánimo.

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