Archivo por meses: octubre 2018

Respeto

Siempre, a lo largo de la historia, se ha perdido el respeto. Tienes que perderlo cuando tus objetivos son grandes. O ganártelo a pulso. Pero ahora hemos pasado de la pérdida del respeto al insulto. ‘Respect’ es lo que llevan los jugadores de la Liga de Campeones en sus mangas. Pero no parece que el mensaje de la UEFA haya calado mucho. No paramos de gritar y vilipendiar a cualquier deportista que esté en el campo y que haya fallado un gol o no parado un tiro. Los periodistas deportivos ahora lo llaman ‘runrun’. Las redes sociales han favorecido el ultraje y la injuria y han sumado el anonimato. El whatsapp se acumula con chistes y memes que nos hacen reír al tiempo que van degradando poco a poco la sociedad.

La falta de respeto llega a los presidentes de Gobiernos, desde Sánchez a Rajoy, que pese a haber abandonado la política este último hay programas de radio y televisión que todavía no parecen haberse enterado quién gobierna ahora. Merece cortesía un presidente de un gobierno, un primer ministro, un juez, o un obispo. Las ideas se combaten con ideas, no con ofensas ni con agravios. Me duele la facilidad de faltar a los Reyes, por asuntos nimios, o no considerar a las personas por su carácter y no por la falta del mismo. Eso no es sumisión, es tolerancia.

Ya solo admiramos a aquellos que han superado el millón de visitas en un vídeo de youtube y denostamos a los militares que se trasladan a países en conflicto para defender la paz. No hay respeto ni por los niños, ni por los ancianos, millones de ellos viven en soledad porque sus descendientes no les atienden. No nos conmovemos ya por nada y menos admitimos algo que pueda suponer deferencia, obediencia  o cortesía. Por no hablar de lealtad, vilipendiada por muchos, vejada por otros. La difamación está a la orden del día. Todavía hay ciudadanos que intentan separar lo que es verdad o mentira en muchas de las acusaciones. No hay respeto ni a la libertad de expresión,  ni a la inocencia hasta que se demuestre que se es culpable. Siempre ha sido así, pero ahora únicamente los que tienen que demostrar algo son los acusados, cuando deberían ser los que acusan.

Y luego pretenden que los mejores accedan a la política, cuando no se tiene nada de respeto a los políticos. Muchos de ellos se lo han ganado, pero otros, más que los otros, todavía tienen en su vocación ese afán de servicio. No me gusta un país donde no se respeta, donde vencen los chulos del barrio, donde es más importante gritar que dialogar, donde se muere gente abandonada, porque la vida no vale nada.

Vivir más

Me parece un eufemismo que te sigan llamando joven cuando has traspasado la barrera de los 50. Cuando tenía 15, las personas que superaban el medio siglo te parecían mayores, bastante mayores. Claro, a medida que vas superando los lustros te acaban diciendo que esta década es la mejor de todas, la de la plena madurez, y la sesentena la total serenidad.

No me extraña, cuando en el año 2040 vamos a tener una esperanza de vida mayor que la de Japón. España se va a convertir en el país más longevo del mundo con casi 86 años que se vivirá de media,  gracias a las mejoras de la Sanidad –la española se encuentra entre las mejores del mundo- y en la insistencia en nuestra dieta mediterránea o la reducción de hábitos como el del tabaco.

De todos modos, nuestra media de edad actual es de 83 años, que tampoco está nada mal. El año pasado le preguntaba a María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, cuánto creía que podíamos llegar a vivir los humanos. Me decía, con una visión más realista que optimista, que 120 años. Y en lo que estaban trabajando era en alargar la juventud o lo que es lo mismo retrasar la vejez. Y aunque esto sería a medio o largo plazo, tampoco Blasco lo venía tan lejos en el horizonte.

Tampoco tengo claro que esto sea más bueno que malo. Es verdad que con el retraso de la maternidad actual los abuelos prefieran vivir más tiempo para ver crecer más a sus nietos. Y que el ocio para los mayores se ha multiplicado, y si además se retrasa la edad de jubilación, pues se ponen velas por llegar bien al final del trabajo.

Pero nos ocurre lo mismo que a Rafa Nadal, que hace tiempo que no se levanta con algún dolor. Y es el número 1 del mundo en el tenis,  y uno de los mejores deportistas. Puede haber gente privilegiada que no tiene apenas molestias. Y otros que las acumulan todas.

El caso es que simultáneamente a todo ello, nuestra pirámide poblacional va a estar totalmente invertida y no habrá jóvenes y adultos que paguen las pensiones a los mayores que cada año van creciendo. Hay que plantearse soluciones y alternativas. Y no solo económicas. Más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solos. Y la soledad es una situación difícil para todos. Y esas cifras irán creciendo rápidamente porque cada vez aumentan las personas que  optan por esa opción y que dentro de veinte años algunos necesiten ser atendidos.

Vivimos ocupados por temas banales que no deberían preocuparnos ni un segundo, y apenas dedicamos tiempo a los trascendentales. Pero muchas veces tampoco se sabe qué hacer. O qué se puede aportar. Y la soledad de nuestros mayores, con 70, 80 o 100 años, para muchos es un verdadero problema.

Paleolítico Vivo

De nuevo he visitado Paleolítico Vivo, varias veces en estos últimos días. Llevaba tiempo sin hacerlo y me he encontrado con África, una bisonte nacida hace pocas semanas, o con uros también con apenas meses. Las vacas peludas de Escocia se han aclimatado perfectamente y parece también que ocurre lo mismo con los Tarpanes y los Przewalski, los únicos caballos salvajes que existen en la actualidad y que parecen sacados de las pinturas que algunos de nuestros antepasados realizaron en las cuevas de Altamira.

No quería escribir sobre la fauna del Paleolítico, que los grandes tipos de Sierra Activa están recreando en la comarca de Salgüero de Juarros, manteniendo también el ecosistema. Con mucho esfuerzo, con gran ilusión, y esperemos que con visión de futuro, sin apenas aportaciones económicas, ni de agentes privados ni públicos.

Durante este verano han tenido llenas bastantes de las plazas previstas para montados en un jeep conocer muy cerca a estas especies. Algunas como los bisontes europeos y los caballos Przewalski todavía catalogadas en peligro de extinción, pero que probablemente en no mucho tiempo se hayan logrado recuperar por completo. Los uros, a través de cruces genéticos, se han intentado recuperar como a sus antepasados, aunque todavía el éxito no ha sido alcanzado. Conociendo el afán de los promotores de esta ‘reserva’ seguro que nos sorprenderán con nuevas especies, probablemente más cercanas al Neolítico, en meses o pocos años. Hay que consolidar lo que ya está –y no es sencillo dado el presupuesto en el que se mueven-, buscar fuentes de financiación, y enseñar a los visitantes el entorno en el que podía transcurrir la vida de nuestros antepasados, con unos guías también entusiastas.

Salgüero de Juarros es un pueblo donde tratan fenomenal al visitante. Tiene una cantina donde además se almuerza o come muy bien. Y el entorno de la Sierra de la Demanda es un buen lugar para darse un paseo a pie, en bicicleta o en coche. Si todavía no ha estado en Paleolítico Vivo le recomiendo la visita. No es lo mismo que el Serengueti, evidentemente, son cinco las especies que lo habitan, hasta ahora, pero el bosque merece la pena, y si recuperan la producción de miel de brezo sería también excelente, pero son pocos los vecinos que también residen en invierno.

Es un ejemplo además de lo que se puede hacer en un entorno rural. Cuando muchos no hacen más que lamentarse porque el campo se abandona, la mayoría de ellos políticos que no encuentran soluciones, aquí hay unos ‘locos’ que se han empeñado en recuperar un espacio. La semana pasada incluso les acompañaron unas veinte personas en un plan de supervivencia en medio del monte, en cabañas de madera y tapados por pieles. Y los que se apuntaron no eran jovenzuelos de quince años, sino adultos ya de cuarenta. Es un ejemplo, pero algo está cambiando.

José Ramón Torres

Todavía le quedan algunos maratones por correr. El próximo será el domingo día 14 por las calles de Burgos y asegura que puede hacer de liebre de quien se lo pida. Sigue siendo igual de generoso en todas sus competiciones, aunque lleva ya más de 50 carreras de 42 kilómetros a sus espaldas. El jueves recibió un homenaje de los suyos, de sus compañeros de fatigas, en el MEH, organizado por el Campofrío Maratón Burgos. Allí iban pasando fotos tras fotos de capitales en todo el mundo, desde Nueva York a Rotterdam, donde si mal no recuerdo alcanzó su  récord personal, hasta el campeonato mundial de veteranos que venció, o haciendo de liebre de una cubana-española para que alcanzara la mínima  para los Juegos Olímpicos, y en donde estuvo toda la carrera acercándole la bebida y las sales. Tampoco fue un mal corredor de 10.000 en sus tiempos jóvenes.

Corrió con los atletas de élite varias de estas distancias, ganó algo de dinero que le valía para pagarse el viaje y los gastos. Porque este señor del atletismo, José Ramón Torres, compagina su trabajo en una gran superficie con su vocación al deporte, intentando que las competiciones le cuadren en fin de semana o en vacaciones. Recuerdo la emoción con la que recogió el premio Superación de La 8 Burgos porque las más de mil personas que allí estaba reconocían el trabajo callado y poco agradecido de una persona amable, valiente, desprendido y desinteresada.  Es cierto que habla mucho y que lo cuenta todo, pero porque no tiene nada que esconder. Es además un buen vendedor.

Josito, como le llaman sus amigos, ya nota sin embargo el peso de los kilómetros, muchos miles, a lo largo de su vida, pero los runners burgaleses siguen encontrándoselo a las orillas del Arlanzón, después de haberse cambiado en el coche al salir de trabajar.  Es su pasión a la que ha dedicado su vida.

Por cierto, tiene un libro ya escrito en el que cuenta sus venturas y desventuras de esta carrera de 42 kilómetros, que se propuso publicar tras correr precisamente el maratón número 42 . Parece que alguna persona en la Diputación le prometió una primera impresión, pero de momento no ha avanzado en su promesa. Después de oírle hablar de toda su vida deportiva, este tomito estoy seguro que al que lo lea se lo hará pasar bien. Así que el individuo que aseguró que le editarían unos ejemplares, que por favor no espere mucho para cumplir.  Estamos en Castilla y somos de ley.

Y en el maratón burgalés, si están de espectadores, apláudanle, lo agradecerá mucho y, sobre todo, lo merece.