Más blanco que nunca

El folio ha llegado al ordenador más blanco que nunca. Sin aportaciones nuevas. Más del 90 por ciento de las conversaciones que se manejan son sobre el Covid. Solo Bale ha podido cambiar la tendencia para los madridistas, igual que lo hizo Messi con los barcelonistas. Parece que a nadie ya le importan los presupuestos –esos de la subida de impuestos- o la fusión de Caixabank y Bankia. Quizá solo recuerdos de cuando se reivindicaba la presencia de las dos cajas burgalesas, junto a la Rural, que ha perdido uno de sus grandes valedores, además de una enorme persona.

Todo lo que se habla viene derivado del virus, desde la alimentación hasta la educación. Desde el derrumbamiento de las actividades culturales presenciales hasta la desaparición de los centros de salud rurales. O las famosas listas de espera –el que suscribe lleva esperando una cita desde octubre de 2018- que se irán agrandando por las consecuencias del coronavirus. Porque aunque no quede más remedio los conciertos, los recitales… no suenan lo mismo a través de una tablet que con tus oídos en directo.

Pero quizá en el inmediato futuro, la nueva normalidad de la que tanto se habla pero nadie entiende, lo que más desasosiegue sea el desempleo. Se padeció una gran crisis económica y se está sufriendo otra que puede tener un calado aún mayor, alarmados todavía porque nuestro catarrazo pueda sumar un número más de contagiados de la pandemia. Pero intranquilos también porque los ERTE pueden engrosar en miles de ciudadanos las listas de paro, y si en los mandatarios españoles tienen los suficientes recursos –contando los europeos- para abordar esta situación, con unas solicitudes de renta mínima que se van multiplicando, pero para las que no existe una rápida respuesta, mientras desde el Gobierno se discute sobre el sueldo de los funcionarios de sí, o no, o quizá, mientras entre los ministros el debate se extiende a aumentar o no la edad de jubilación, ante la falta de recursos para pagar las pensiones, mientras que al otro lado de la balanza lo jóvenes cada vez llegan más tarde a su primer empleo digno o indigno.

Se iba a cambiar a España y a salir más fuertes. El Covid habría que aprovecharlo también como una oportunidad. Pero casi en todo se ha desperdiciado la posibilidad. Al primer revés, se cierra todo y no hay alternativas. Realmente, Guerra tenía razón cuando decía que a esta España no la iba a conocer ni la madre que la parió, pero no a la suya, sino a la nuestra.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...