¡Oh capitán!¡Mi capitán!

¿Cuántos estudiantes han estado tentados de subirse al pupitre y gritar en voz alta este verso de Walt Witman tras ver la extraordinaria película El club de los poetas muertos que sirve como tributo para el recuerdo de ese gran actor que fue Robin Williams?

¡Oh capitán!¡Mi capitán!  Es la respuesta también a un profesor que mantendrán sus discípulos en su recuerdo durante toda su vida. Ahora las leyes se olvidan de la importancia de los maestros para guiar a los chavales. Estos días que uno de los debates está siendo la ley de educación en España –el uso del español, el desasosiego de los colegios concertados y los de educación especial- igual la preocupación es más del continente que de los contenidos.  Si los alumnos están pasando dos cursos anormales, para los profesores no lo es menos, y conjugar clases presenciales con virtuales no debe ser fácil para lo que realmente significa la palabra enseñar. Es como ver un concierto de Bruce Springsteen por Youtube –que caramba, también te emociona- que ver a este tipo en un concierto en directo en la nueva gira que todos desean que haga con su nuevo disco en la mochila. No es lo mismo, no.

La educación lleva tiempo muy presente en películas y series de éxito y más ahora donde los jóvenes son los grandes consumidores de las plataformas. Son series, cierto, con enfoques distintos, y muchas. Desde Sensación de vivir o Compañeros a Física o Química, Glee a las actuales Merlí, Élite o HIT, precisamente esta última en su emisión de los lunes viene acompañada de un debate sobre algunos aspectos destacados del capítulo. Y, en todas, lo que permanece es un grupo de alumnos a los que no les apetece estudiar, y algo se pegará a los espectadores. A algunos personajes les sobra el dinero y a otros les falta. El sexo está bastante presente, no podía ser menos,  y no faltan estereotipos de estudiantes (musulmanes, gays) y de profesores que se convierten en casi héroes.

En esta sociedad se llenan la boca y se destaca la importancia de la educación. Se habla de valores. Y de esfuerzo. Y se pretende a la vez permitir pasar de curso con asignaturas suspensas. Se insiste en la atención al diferente, y aunque no se expresa claramente, se desliza que la inclusión se realice en la edad escolar estudiando en las mismas clases, acabando poco a poco con la educación especial. Se hinchan la boca hablando de libertad y prescinden de la misma para los padres que quieren elegir la educación de sus hijos.

Los temarios varían de una Comunidad a otra, y las materias que debieran ser esenciales también. Y copio la declaración del profesor Merlí a sus alumnos en un capítulo de la serie: “El sistema educativo los quiere a ustedes aquí, presos, en el aula, para que mañana sean productivos. Algunos tendrán la suerte de trabajar en algo que les agrada, pero la mayoría solo contará los días que falta para tomarse vacaciones”.

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