Levanta la cabeza

Se emite estos días una campańa de publicidad en una cadena de televisión cuyo eslogan es Levantar la cabeza, avalada por una entidad financiera, para hablar de responsabilidad y seguridad. Aparentemente la imagen es de un pequeño movimiento de la mirada hacia el móvil a dirigirla a todo nuestro entorno. Ligero cambio pero que significa mucho, es algo más que un gesto, es volver a mirar a los ojos de las personas que nos rodean mientras conversamos, es comprobar si está triste o alegre en su cara porque pese a todo es el espejo del alma, y alejarnos de la tiranía de ese pequeńo artefacto convertido en nuestro acompañante más fiel y que sería probablemente una de las cosas imprescindibles que nos llevaríamos si fuéramos a vivir a una isla, demostrando una vez mas la incongruencia de nuestras acciones.

En qué nos hemos convertido cuando estamos más pendientes del resultado minuto a minuto de nuestro equipo de fútbol o de la chorrada del último mensaje del penúltimo grupo de whatsapp que de las preocupaciones de nuestro hijo. Sirva también la exageración para comprobar que de inútiles tecnológicos nos hemos convertido en expertos mundiales gracias a la rapidez del buscador de Google.

Ya los expertos anunciaron hace tiempo que nuestra vida iba a ser  móvil , pero por favor levantemos la cabeza aunque solo sea por el bien de nuestras cervicales y porque ya pasamos en muchas ocupaciones sentados delante del ordenador, lo que ha convertido al pilates al deporte más practicado en los últimos años , porque no solo triunfa por moda sino por necesidad de nuestra espalda.

Levanta la cabeza para contemplar un paisaje antes que hacerle una fotografía , para conversar con un famoso en lugar de hacerte un selfie, para dar las gracias a un amigo pese a que te suena un pitido en tu bolsillo y sobre todo busca momentos y acuerda con los otros el momento donde dejareis apartado ese teléfono inteligente para hablar y contemplar, y que no te preocupes si no estas localizable en cada segundo, que si es urgente ya te encontrarán. Nada hay definitivo salvo la muerte. Precisamente, una persona de la que me considero fan desde hace tiempo, Antonio Banderas, declaraba recientemente sobre su ataque al corazón: Cuando me muera no me voy a poder llevar dinero, esto que parece muy simple la gente no lo entiende. La gente vive como si no se fuera a morir. Yo cada día alucino más: pero si te vas a morir, tío ¿qué cońo estás haciendo acumulando gilipolleces?

Qué cońo. Levanta la cabeza. Feliz ańo 2022. Confiemos que sea el momento en que se reencuentren todos nuestros abrazos.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...