Archivo por meses: mayo 2015

Medora

Nunca dudé de que la marcha de mi médico de cabecera del Centro de Salud, que causó sorpresa entre la mayoría de sus fieles pacientes, venía motivada por el sistema informático. Podía quedarse más tiempo, haber estado más años ocupando la consulta del Centro de Salud Cristóbal Acosta, manejarse con la pantalla, pero imagino que un día, de repente, se cansó, envió la carta de baja a su inmediato jefe y se fue, cediendo su puesto a una doctora -menos mal que ha habido en este caso tasa de reposición- que ha visto de nuevo en acción a Medora en su mejor momento, bloqueando 50.000 personas en listas de espera y colapsaba durante media jornada, al menos, los centros de salud de Burgos y de Castilla y León.

Medora pone a prueba la tensión de los sanitarios, pero también de los pacientes, cuando esperan horas y horas los datos del sintron, o cuando intentan imprimir unas recetas o simplemente se retrasa su cita. No es que Medora sea el único sistema informático de todo el país. Qué levante la mano a quién no se le ha caído el sistema en el trabajo o haya tenido un problema con el mismo. El problema de Medora es que lleva varios años funcionando y en vez de reducir y controlar sus errores, los va aumentando, como si fuera un Alien. Una herramienta que ha costado más de 7 millones de euros, que pretenden desde Sanidad que sea potente y único, pero que todavía no ha logrado sus objetivos.

Los fallos informáticos continuos y generalizados generan ansiedad, y digo que no habrá que tener a los médicos ansiosos, porque el caso de mi médico de cabecera, ya harto del funcionamiento de algunos temas, no es rl del resto de doctores. Este al menos no tenía dependencias familiares y se fue. Y no a todos los facultativos les debemos de pedir una paciencia absoluta.

Hay 247 centros de salud en Castilla y León y 3.600 consultas. La primera queja fue en 2012, se han recogido hasta 5.000 firmas contra el sistema. El número de incidencias producidas en el funcionamiento del aplicativo de Medora fue de 729 en 2013, y entre enero y octubre del año pasado 1.147. Está claro que habrá que mejorar la partida para la informática regional, que puede desesperar a muchos enfermos y trabajadores, y que habrá que hacer que sea más segura. Se ha avanzado mucho, cualquier médico puede ver ya la historia clínica del paciente en su ordenador, se controla mejor la dispensa de los medicamentos. Es un hecho que una mejora se ha producido. Ahora falta el salto definitivo, el de acertar con los problemas que surgen de tantos ordenadores conectados en una sola red. Mientras tanto, la leyenda de Medora sigue creciendo.

Un parque tecnológico… con empresas

No era fácil que el Parque Tecnológico hubiera culminado en este año. Piedras en el camino ajenas, y las propias que son las que más duelen, han impedido que esta infraestructura, en la ciudad más industrial de Castilla y León, viera la luz. Ahora solo falta que el próximo consejero de economía, de industria o cómo se denomine tenga claro que el impulso del Parque en Burgos es una deuda que se tiene desde la administración regional con todos los ciudadanos, que se encuentra en el debe regional y que por lo menos tiene que venir acompañado de empresas desde su primer día.

De nada servirían miles de metros cuadrados para un polígono especial, si cuando se inaugurara no se acompañaran de dos o tres contratos con industrias que van a asentarse allí desde el primer día de su apertura, y para ello se debe estar trabajando ya, aunque muchos nos tememos que con un consejero que ya ha anunciado su marcha, su prioridad no sea esta. Así que confíemos en que los que vengan -repitan o no- acudan prestos a esta llamada de Burgos,en la vieja Castilla, que no debe seguir perdiendo trenes que no van a ninguna parte, como el AVE que llegará a Burgos en 2016.

Es el propio sindicato CCOO quien manifiesta a través de su servicio de estudios el crecimiento industrial en 2014, especialmente en Burgos, Valladolid y Palencia, que sustentan el cincuenta por ciento del negocio, y en el caso de las dos últimas especialmente por el acuerdo alcanzado con Renault. Ese crecimiento se debe a tres razones y la primera es el comportamiento con tendencia cada vez más positiva del sector exterior, una incipiente recuperación de la demanda interna y por último, el mantenimiento del diferencial de productividad del sector, que se sitúa por encima de la media nacional.

Aún así, seguimos estando en unas cifras de empleo por debajo de las de finales de la década pasada, cuando Burgos era referente. Se han creado muchas ‘mesas de la industria’ por parte de diversos agentes, pero no se ha alcanzado todavía el objetivo necesario. Pese a ello no dejamos de sorprendernos con buenas noticias económicas relacionadas con empresarios que siguen impulsando su negocio y creando nuevos puestos de trabajo, y en otros casos manteniendo los mismos, muy difícil en una situación de crisis.

Por ello debemos mirar al Parque con objetivos. Ahora, en el desánimo del proyecto no conseguido, hay que sentarse y pensar que en 2016 debería estar y debería contar con industrias tecnológicas,manufactureras… que aporten nuevos campos al futuro industrial de Burgos. Será labor del alcalde que salga de las urnas el próximo 24, del presidente de la Junta, y de los agentes sociales y económicos. Sin descanso y con pasión. Que no perdamos esa capitalidad industrial que se tambalea.