Archivo por meses: abril 2011

El Papa que conocí

El Papa llegaba a España en uno de sus primeros viajes por el mundo en 1982, el año del Mundial y de la victoria de Felipe González. El año en que el alcalde de Madrid era Enrique Tierno Galván y asomaba la movida. Ese año en el Colegio Mayor Belagua de Pamplona algunas mentes decidieron que había que recibirle con una gran pancarta y la frase que se eligió fue “Sin miedo a la vida, sin miedo a la muerte”, una de las primeras declaraciones públicas de Juan Pablo II. El trozo de tela era largo y bastante incómodo de portar, pero éramos jóvenes y podíamos con todo. Como era aprendiz de periodista colaboré para un medio de comunicación navarro durante el viaje, así que con mi acreditación pude acercarme más al Papa y alejarme de la pesada pancarta. Fue un viaje entrañable, donde el grupo de amigos de Belagua le seguimos en Madrid, en la Complutense, y en el impresionante acto del Bernabéu, en Ávila y por supuesto en el Castillo de Javier. Fue la primera vez pero no la última.

Era el Papa de mi generación, pues aunque había convivido una veintena de años bajo el Pontificado de Pablo VI, apenas supe de él excepto que convocó un Concilio. Era el Papa también de los jóvenes, por sus gestos, su alegría y su mensaje de vencer todos los obstáculos. Era además el Papa que llegó del frío, y el primer Papa polaco.

Por motivos de trabajo, tras el primer viaje a España, me encontré de nuevo con él en Santiago de Compostela, en Zaragoza, de nuevo en Madrid… y seguí por televisión especialmente sus encuentros en Estados Unidos, Israel o Cuba. Y con varios amigos en varias ocasiones vi a Juan Pablo II en Roma, sintiéndole muy cerca –de algo servía ser periodista-, porque se dejaba querer y se notaba como quería a todos. Su muerte, justo el día siguiente de mi reincorporación como director en Diario de Burgos, no por esperada, se convirtió en un mazazo. Tardé tiempo en entender su mensaje, aguantando hasta el final, soportando el peso de la Iglesia. Y creo que solo lo he comprendido al confirmar a mi alrededor el peso de la enfermedad en gente muy querida. Fue su última enseñanza, y quizá una de las más importantes, porque para los católicos, para todos los cristianos también, era un testimonio en vida de fe, esperanza y caridad.

Al año de su fallecimiento, Andrea Bocelli, junto con la orquesta y coro de la Academia Nacional de Santa Cecilia, dirigida por Myung-Whun Chung, ofreció un concierto homenaje en su memoria, que quedó registrado en un DVD ‘Credo’ con imágenes de la vida del que será Beato de la Iglesia a partir del próximo 1 de mayo. Credo, para los creyentes, emociona, conmueve y enternece. Juan Pablo II no solo fue el Papa de los jóvenes y de la ortodoxia, también de la comprensión, y además el ejemplo de un eslavo que luchó por la libertad de su pueblo, Polonia, y uno de los artífices de la caída del muro de Berlín. Un hombre que pasará a la historia.

Publicado en Diario de Burgos el 25 de abril

10 Consejerías

Lo dejó meridianamente claro el presidente del Gobierno autonómico, Juan Vicente Herrera, en la amplia entrevista publicada por Diario de Burgos hace ocho días. Y parece que ya sea él quien gane las elecciones autonómicas o sea Óscar López, el candidato socialista, hay que apretarse el cinturón aún más los próximos cuatro años. Y no será por lo que no se lo ha apretado Herrera hasta ahora, y lo está haciendo estrujar a todas las consejerías que cuelgan de su Gobierno, pues Castilla y León es uno de los pocos territorios que no sufre el endeudamiento al que están abocadas el resto de comunidades, que nos están arrastrando en el déficit público hasta los infiernos. Nuestra Comunidad es de las pocas que no suma en el pelotón de los torpes, pero pese a la austeridad del presidente y su Gobierno, y ser la autonomía más extensa de Europa, toca reducir a diez las consejerías, como ha marcado el PP en su programa electoral.
Evidentemente no es lo mismo que sean una decena en La Rioja, Cantabria, Extremadura o Murcia, con una o dos provincias en su región, que en Andalucía o Castilla y León; pero siempre hemos comprobado que la extensión en este país poco cuenta a la hora del reparto, algo por lo que tendremos que luchar aún más los castellanos y leoneses. Si hace un par de semanas refería en estas líneas lo que podrían ser las grandes áreas de trabajo del Ayuntamiento de Burgos, simplemente por hacer política ficción, o por sentido común; escribir sobre cuáles deben ser las indiscutibles parcelas de la política regional puede ser una quimera, porque si difícil es conocer los pensamientos del presidente Herrera imagino que también los de López, preocupado por emerger de aguas turbulentas. Sin embargo, sí que creo que se deben impulsar aquellos departamentos que puedan generar empleo y riqueza en esta tierra, desde el empuje de la ya tradicional automoción y agroalimentación, a la determinación de ser líderes en investigación, desarrollo y nuevas tecnologías o el crecimiento en turismo, patrimonio y cultura, con la impronta de la marca de calidad de quienes saben hacer las cosas bien. No creo que haya ya asignaturas marías, sino que todas pueden y deben aportar a la mejora de la competitividad en todos los campos del conocimiento y el servicio. Pero son 12 las Consejerías actuales, y exigirá cambios este hecho.
No sé si hay que transformar el nombre de las consejerías, no para un simple lavado de cara, sino conforme a un programa que suponga un nuevo envite contra la crisis; o hay que mantener la distribución de las ya existentes, por aquello de que más vale lo bueno conocido que lo malo por conocer. Estoy seguro que el presidente actual de la Junta -si renueva, que parece lo más probable- desea que estos próximos cuatro años sean decisivos en el crecimiento de esta tierra, pero también estoy convencido de que hasta el 23 de mayo no venderá la piel del oso antes de cazarlo.

No todos son #eurodiputadoscaraduras

Miles de personas, en su mayoría jóvenes, ocuparon la pasada semana su espacio en la red Twitter para lamentar la votación que se había producido en la Eurocámara por parte de algunos políticos españoles para mantener los privilegios de volar en primera clase en sus traslados a Bruselas o Estrasburgo. El hastag #eurodiputadoscaraduras triunfó en las redes sociales y los partidos políticos tuvieron que rectificar en voz baja sus aviesas intenciones, porque no deja de resultar sorprendente que cuando nos dirigimos hacia los cinco millones de desempleados, existan representantes públicos en el país europeo más castigado por el paro que se dejen la piel para evitar que su billete se encuentre en clase turista. Buena lección la del primer ministro Cameron que viajó a España en un vuelo de bajo coste y se albergó en un hotel de tres estrellas. Aquí, en nuestro país, el concepto de dinero público parece que, a pesar de la situación económica, debe ser más valorado.
Pero es cierto que no todos los eurodiputados son caraduras, aunque lamentablemente cuesta encontrar excepciones, y no es menos cierto que a la mayoría de nuestros políticos -como son los concejales de cada uno de nuestros pueblos- su puesto le produce más disgustos que beneficios. No hay más que ver en la mayoría de los casos de nuestros próceres los automóviles que utilizaban antes de comenzar sus respectivas legislaturas y los que usaban después de terminarlas. El que tenía un Audi lo seguía conservando, y el que conducía un 305 se mantenía con el mismo. No dan los sueldos de la mayoría de nuestros políticos para grandes alharacas, solo las excepciones de los europeos, de diputados y senadores, y de algunos alcaldes o presidentes de Comunidades. Y quizá por ello les lleguen las tentaciones de en el momento que puedan servirse de ciertos beneficios que les puedan ofrecer. Porque el poder tiene esa capacidad de ennoblecer y envilecer traspasando una delgada línea, y por eso la honestidad debe ser uno de los principales valores que se les debe exigir a cada uno de los que conforman las listas electorales.
En esta situación y frente a este ejemplo es muy difícil que se pueda abrir el debate sobre el salario de los representantes públicos. Si nos fijamos en Burgos y teniendo en cuenta que el Ayuntamiento es una de las mayores empresas y que lo que allí se decida y haga afecta a todos los ciudadanos, entiendo que la remuneración actual de su alcalde y de los concejales liberados (del equipo de gobierno y de la oposición), no es suficiente, que al menos deberían cobrar como el funcionario que más nómina tiene, pero las ‘trampas’ que a veces utilizan en los capítulos de las dietas o la falta de transparencia hacen que siempre se mantenga la sombra de la duda. Por mis amigos políticos pondría la mano en el fuego. Y estoy seguro que no ardería. Pero tengo pocos amigos políticos.

Un equipo para gobernar

En apenas 15 días conoceremos quiénes formarán las listas de los partidos políticos que se presentan a las elecciones municipales del próximo 22 de mayo. Algunos, como los socialistas, nos tienen acostumbrados a ser los primeros en dar a conocer los 27 nombres, pensando que quien da primero da dos veces. Los habituales vencedores, el PP, suelen ser los últimos, quizá por la cantidad de personas a las que tienen que contentar porque sabiéndose ganadores son mayores las oportunidades y más las aparentes discusiones. Quienes no tocan pelo, lo tienen efectivamente más fácil a la hora de organizar el grupo. Tampoco es una asequible tarea para formaciones como la que lidera Roberto Alonso, o los inasequibles al desaliento de IU, o los renovados PCAL cuando es poco lo que puedes ofrecer. Pero a pesar de saber que casi todo el pescado está vendido, siempre confías en rebañar algún sufragio, y para ello la lista debe ser consistente.

Ocurre, sin embargo, que pocos son los partidos políticos que primero definen lo que debería ser su equipo de gobierno y luego buscan las personas más idóneas para ocupar esos puestos. Como todavía hay menos mujeres que hombres que se dedican a esta actividad, y hay que mantener la cuota que exige la ley, a veces se buscan los candidatos y luego se les ubica en el puesto, cuando debería ser lo contrario, y en el caso de las municipales, ni el salario para una persona ya situada parece suficiente, ni tampoco la disponibilidad para internar compaginarlo con tu habitual puesto de trabajo. Para el PP, que cambia de cabeza de cartel, debería ser esta una oportunidad precisamente para formar un bloque que ofrezca confianza al ciudadano y basado en grandes áreas de trabajo.

No seré yo quien le diga a Javier Lacalle lo que puede y debe hacer. Experiencia tiene en el Ayuntamiento. Pero si me atrevo a sugerir que si lograra la mayoría suficiente que necesita, con 14 ó 15 concejales, los podría dividir en cuatro grandes bloques para un mejor gobierno, con un teniente de alcalde en cada uno de ellos, liberado, con capacidad de trabajo y de esfuerzo, con don de gentes, con mano izquierda, y sobre todo con mucha, muchísima imaginación.

Un área, la primera, dedicada a los Servicios Sociales y la Atención a los Ciudadanos, donde incluiría el tema del funcionamiento interno del Personal, los centros cívicos, polideportivos, etc; un segundo área que englobara la Economía, la Industria y también Hacienda, sin duda, un área dura pero clave; uno tercero cuyo objetivo principal sería la Cultura, el Patrimonio, el Turismo, las Nuevas Tecnologías, en general, lo que pueden ser nuevos nichos de mercado; el cuarto estaría dedicado fundamentalmente al desarrollo de la ciudad, a través de las infraestructuras, el urbanismo o los equipamientos o el tráfico. Hay, sin duda, numerosos servicios no adscritos en este supuesto organigrama, pero no deja de ser una idea de una tarde soleada y tranquila.

Como escribir casi es gratis, aquí he dejado las propuestas. Feliz 120 aniversario a Diario de Burgos.

(artículo publicado en Diario de Burgos el 4 de abril de 2011)

De profesión, periodista

Los cientos de trabajadores de Diario de Burgos que han ocupado las sucesivas sedes del periódico a lo largo de sus 120 años de historia a buen seguro que no se sorprendieron cuando vieron que su medio de comunicación se veía amenazado por un pequeño aparato de radio, el transistor, que se generalizaba en todos los hogares, y que además era gratis.  El ‘parte’ se convertía en una cita familiar para escuchar las principales noticias del día. Llegaría luego la televisión, todavía más sofisticada, y hubo que habilitar un espacio en la sala de estar, que volvería a congregar de nuevo a las familias en torno a una pequeña pantalla. El consumo se comenzó a multiplicar desde el primer momento, y fueron millones los televisores vendidos. La información se agigantaba y con ella también los canales, hasta convertirse en la TDT que todos conocemos actualmente.  El acceso a las noticias se generalizaba, y los periodistas de los diarios comenzaron a especializarse cada vez más en los entornos locales, y a acercarse aún más a las necesidades reales de sus conciudadanos, para luchar contra una competencia feroz.

Con Internet las amenazas de peligro contra los periódicos se agigantaron. Muchos intuyeron que llegarían a desaparecer. Pero ha sido la crisis económica la que ha agravado el recorte en las plantillas y un negocio que dada la curiosidad de los humanos difícilmente desaparecerá, pero que habrá que reorientar. En este entorno, los medios de comunicación locales –y más los diarios, porque son los que cuentan con más recursos humanos y financieros- continúan siendo líderes en sus mercados, generadores de información y referencia. La frase “lo dice el Diario”, sigue escuchándose con cierta asiduidad.

Es evidente que el panorama de la comunicación está actualmente dando un giro de 180º con la aparición de nuevas formas de contar historias. Que la vida se comprime hasta los SMS o los 140 caracteres de twitter, y que cualquiera, amparado en el anonimato, puede convertirse en prescriptor de los tiempos modernos. En medio de esta convulsión, son precisamente los periodistas los que tienen que marcar el rumbo. Su profesionalidad, ética y coherencia, y sobre todo amparados con su firma, debe devolver la credibilidad a un sector que todavía necesita mucho trabajo para afianzarse y para defender la dignidad y la capacidad laboral de esta profesión. Da lo mismo el medio, lo importante es el mensaje, y la clave el buen periodismo, éste perdurará siempre.