Archivo por meses: abril 2018

Un académico para la RAE

Hoy es el Día del Libro. Si tienen tiempo acérquense por la Plaza Mayor y compren uno. Es un placer la lectura, que  no debemos llegar a perder frente a otras alternativas más visuales. Además  hay que hacer una buena selección para que los más pequeños se vayan entusiasmando con la misma,  y la puedan compaginar con sus videojuegos. Si no, estamos llegando tarde.

Hoy también es el día que se entrega el Premio Cervantes, el más importante de las Letras en castellano. Y también es un buen momento para reflexionar sobre la Real Academia de la Lengua Española, en su capacidad de ‘limpiar, fijar y dar esplendor’. Una RAE que ha dado cabida a numerosos perfiles en las últimas décadas hasta llegar a los 46 actuales, con 3 pendientes de tomar posesión, algo que la RAE prepara con un gusto exquisito.

Una RAE abierta que bien merecería que Alejandro Grijelmo formara parte de la misma. El escritor, profesor y periodista burgalés además podría inaugurar la letra Ñ por su esfuerzo en mantener las singularidades de nuestro idioma. Para formar parte de la Academia necesitaría de tres padrinos inicialmente, y luego la elección por parte de todos los miembros. Pero méritos  no le faltan al que ha ido buscando cancioneros para mantener las palabras antiguas y las tradiciones. Fue el creador del Libro de Estilo del periódico de más difusión española, durante su presidencia en EFE creo la Fundéu, para el cuidado de la lengua española y su adaptación a los nuevos tiempos;  sigue escribiendo en El País y por su pasión por los deportes en el AS.

Pero, sobre todo, cuenta con libros de lectura imprescindible para presentes y futuros periodistas, y aquellos que quieran  adentrarse más en nuestro idioma común. Ejemplos son ‘El estilo del periodista’, ‘Defensa apasionada del idioma español’. ‘La seducción de las palabras’ , ‘La información del silencio’ o ‘Palabras de doble filo’. Grijelmo además es un gran comunicador, de ahí su premio Antena de Oro, y su reciente nombramiento como miembro de la burgalesa Institución Fernán González.

Las comparaciones son odiosas, así que las evitaremos, pero en la RAE hay los suficientes periodistas y columnistas como para llevar de la mano esta candidatura.  Algunos de los académicos parecen haber llegado a sus sillones por sus méritos empresariales, otros por la defensa jurídica, los más por sus escritos, pero pocos por una defensa tan directa del castellano como ha llevado a cabo Alex Grijelmo.

Siempre debería haber un burgalés en un sillón mayúscula o minúscula de la RAE. Escritores hemos tenido y tenemos.  Habrá que contar con un lobby.

El Himno

Si Calleja y Zurita levantaran la cabeza casi un siglo después de su composición, a buen seguro que sonreirían emocionados por lo que ha llegado a ser ‘su’ (nuestro) Himno a Burgos en este período de tiempo. Ni nosotros mismos nos hubiéramos imaginado hace menos de un año  que se hubiera convertido en el emblema de la joven afición del equipo de baloncesto, que en el Coliseum se lleva la mano al corazón y canta con todo su poderío segundos antes de iniciarse cada partido del San Pablo, dejando bien cimentado el potente resurgir. Tanto que asombra y deslumbra a todos los foráneos que allí se congregan o a los periodistas que retransmiten los encuentros.

Ya no es solo el momento del Himno el inicio de las fiestas, tras el pregón, o el día 29 por la mañana en el Arco de Santa María y por la tarde en la plaza de toros, o para finalizar galas y actos públicos y privados. Es una composición que podía haber caído en lo rancio y se ha enaltecido en todos los rincones. Pocas ciudades tendrán un Himno cantado con tanta exaltación en momentos tan concretos. Probablemente solo el sonido de las gaitas con el Asturias Patria Querida en los Premios Princesa, o el del Sevilla compuesto por El Arrebato y cantado por miles de almas en el Sánchez Pizjuan generan una emoción similar. Son dos que como el de Burgos ponen la carne de gallina a cualquier espectador u oyente.

En Burgos, donde necesitamos motivación en muchas ocasiones, y en otras bastantes dosis de autoestima para creernos de lo que somos capaces, están surgiendo ocasiones de demostrarlo. Hablábamos de baloncesto, de una ilusión general en que #somosACB, pero también el proyecto #Catedral2021 que ya ha realizado su puesta de largo ha generado esperanza y el anhelo de convertirnos en una capital europea, con la participación y colaboración de todos.

De esta Castilla incomparable que dio a España Reyes, como recordaba Antonio José en su Madre Castilla, que bien podría haber sido un himno de esta tierra. O como canta Orégano ‘Castilla somos nosotros, nosotros castellanos’ puede seguir llegando ese necesario convencimiento de que en Burgos, en Castilla, en pleno siglo XXI todavía somos capaces de conseguir los objetivos que nos podemos proponer, y sino que se lo pregunten a los incansables aficionados del baloncesto burgalés, liderados por unas peñas ejemplares llenas de pasión.

 

Ahí siguen los camiones

Pareciera que todo iba a solucionarse de forma rápida. Pero tengo para mí que ni el Ministerio de Fomento, ni la Consejería del ramo, están ahora muy boyantes como para cumplir las promesas con las que el ex alcalde de Santander se dedica a regar el territorio nacional desde su altavoz ministerial. El dinero que hay en las arcas estatales, poco o mucho, se dedica al gasto social, que no tiene mucho que ver con vías y asfalto, y es lo que demandan fundamentalmente aquellos que pagan impuestos: dependencia, servicios sociales, educación,  sanidad y pensiones, tan de moda últimamente. Los restos quedan para poco.

Así no es extraño escuchar, negando la evidencia, que el AVE llegue a Burgos cuando tenía que llegar, o que el acuerdo entre el Estado y la Junta para llevar los camiones a la AP1 sería de forma inmediata. No hay más que darse una vuelta por la Nacional 1 para comprender que aún falta mucho para esa realidad.  Diario de Burgos ya se ocupa en su portada todos los días de recordar el tiempo que restaría para la liberalización de la AP1 –menos de 250 días- cuando todavía no se ha producido ningún movimiento en su favor, más que una declaración política que si no se persigue por parte de los parlamentarios elegidos por Burgos podría finalizar en la papelera del secretario general del Ministerio.

Tendría que ser la noticia del año cuando se haga balance a finales de 2018 de las actuaciones ocurridas en la provincia de Burgos. Después de años de dilatarse ha llegado el momento de que se cumpla no una promesa, sino la ley, salvo que volvieran a sacarse de la manga algún otro intercambio para que la concesionaria siguiera explotando la autopista. Y solo se me ocurre que sería muy difícil de explicar para todos los que día tras día atraviesan la N1 para evitar pagar un peaje caro, y sobre todo para los transportistas que están todo el día en la carretera. Ya han bajado los precios de su actividad, como para tener por obligación que abonar una segunda tasa de circulación.

De momento ya hemos comenzado el mes de abril sin ninguna perspectiva. Hay personas e instituciones que están trabajando no solo por esa liberalización, sino por el avance en otras comunicaciones, como puede ser el Madrid directo del ferrocarril para el transporte de mercancías, en donde vuelven a encontrarse desde Madrid la callada por respuesta, y eso contando con el apoyo de las cámaras de comercio implicadas de norte a sur de la península ibérica. En cuanto al AVE si no hay explicación para el retraso que lleva, todavía menos si su objetivo final no es la conexión con Francia por el País Vasco.

De la Serna, que es un ministro viajero, se habrá dado cuenta ya –tiempo lleva en el sillón- de las necesidades reales. Pues que trabaje.

 

Pablo y Magdalena

Esta semana la vida de Pablo de Tarso y de María Magdalena han sustituido en los cines a las historias que nos contaban en ‘Ben Hur’, ‘La túnica sagrada’, ‘Quo Vadis’ o la más reciente ‘La Pasión de Cristo’ en donde su director, Mel Gibson, hace revivir a los espectadores esos tres días con miradas al pasado y en idioma original, el arameo. Una película duda, pero verdadera en lo que pretende.

Ahora, en estos días de Semana Santa, nos acercan a la vida de una de las mujeres que vivió la Pasión más cerca de Jesús, según relatan los Evangelios, cuando todos los hombres, menos Juan, habían huido, ellas aguardaban, junto a su Madre, al pie de la cruz o frente a la cueva donde fue depositado.

Pablo, en cambio,  conocía a Cristo de referencia, mientras perseguía y lapidaba a los primeros cristianos, hasta que se convertiría en el apóstol de las gentes y sus viajes se multiplicaron, como reflejan los Hechos de los Apóstoles. Un auténtico relato de dificultades movido por la fe de su conversión.

No he visto las películas que cuentan la vida de Pablo y Magdalena, ahora en los cines, sustentos para Jesús y para los apóstoles, pero sí leído el Nuevo Testamento donde reflejan la importancia de estos dos personajes para el cristianismo y el ejemplo de lo que supone un Dios que perdona. Probablemente son historias estas más vitales y personales, que las que representan las grandes cintas épicas de la historia del cine, de gran duración, y costeadas por los grandes estudios.

Esta Semana Santa, en Burgos se repiten las tradiciones desde el pasado viernes hasta el próximo domingo. Hay nuevas procesiones, en las que los protagonistas son las mujeres y los niños. Hay música que suma y silencio que acongoja. Hay encuentros esperados y miles de personas contemplándolos no solo en la capital sino también en la provincia. Hay escenas vivientes y Judas perseguidos. Hay ángeles que vuelan y palmas al aire. Hay Vía Crucis penitenciales, lugares de arrepentimiento: siempre hay motivos para ello, y procesiones en el interior de la Catedral. Hay alegría en María cuando suenan las campanas de la Resurrección. Y, como siempre, Jesús está presente en el corazón de muchos cristianos.

No tenemos carreras de cuádrigas, ni persecuciones, ni crucifixiones . Pero hay penitencia en silencio, con personas descalzas, arrastrando una cruz durante las horas que dura el camino.

A todos los que participan en la Semana Santa, sean creyentes o no, gracias. Hay días al año en que necesitas reflexionar en silencio.