Archivo por meses: septiembre 2015

Los silencios de Francisco

Durante la semana pasada por tierra, mar y aire bombardearon al Papa por su silencio en Cuba, por no haber citado a los disidentes en su discurso, por no haber acudido a ellos ni pedido la libertad de los mismos. Me quedo con otras frases de Francisco pronunciadas ante miles de cubanos vigilados y algunos detenidos durante los mismos encuentros multitudinarios. «Creo que el mundo está sediento de paz», «debemos hacernos cargo los unos de los otros por amor» o una que se ha quedado grabada en el corazón de muchos isleños: «Quien no vive para servir, no sirve para vivir», ante los máximos dirigentes del régimen castrista.

Es cierto que su petición no fue directa, como en el caso del Congreso de los Estados Unidos, pero para los que puedan interpretar no han quedado dudas. «Hay una forma de ejercer el servicio que tiene como interés beneficiar a los ‘míos’ en nombre de los nuestro. Ese servicio siempre deja a los ‘tuyos’ por fuera, generando una dinámica de exclusión. Por eso nunca el servicio es ideológico, yia que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas».

Y hablando del pueblo cubano dijo: «Es un pueblo que tiene heridas, como todo pueblo, pero sabe estar con los brazos abiertos, que marcha con esperanza porque su vocación es de grandeza». Para quien quiera entender que entienda. En Washington sí fue, en cambio, directo al grano con los congresistas demócratas y republicanos: «La atención legislativa siempre está basada en la atención al pueblo». «Un pueblo con alma puede pasar por muchas encrucijadas, tensiones y conflictos, pero logra siempre encontrar los recursos para salir adelante y hacerlo con dignidad». «Somos conscientes de que ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico. Esto nos urge a estar atentos frente a cualquier fundamentalismo de índole religiosa o del tipo que fuere». «Si es verdad que la política debe servir a la persona humana, se sigue que no puede ser esclava de la economía y de las finanzas».

No evitó uno de los asuntos más debatidos en la campaña electoral americana: «Nosotros no nos asustamos de los extranjeros, porque muchos de nosotros hace tiempo fuimos extranjeros». «Sin embargo, cuando el extranjero nos interpela, no podemos cometer los pecados y errores del pasado. Debemos eligir la posibilidad de vivir ahora en el mundo más noble y justo posible».

Fue por otra parte lo más reproducido su apelación a luchar por la abolición mundial de la pena de muerte, en un país donde es legal en una treintena de estados: «Cada vida está dotada de una dignidad inalienable y la sociedad sólo puede beneficiarse en la rehabilitación de aquellos que han cometido algún delito», «La regla de oro nos recuerda la responsabilidad que tenemos de custodiar y defender la vida humana en todas las etapas de su desarrollo». Este es el silencio de Francisco.

Contra el cáncer

Este miércoles la Asociación Española contra el Cáncer, a través de su Fundación Científica, entrega en Burgos los fondos que anualmente destina para invetigar el cáncer en España. Es gracias al esfuerzo de muchos, de miles de particulares que colaboran con la AECC, desde el día de la banderita a aportaciones periódicas, y empresas que también se vuelcan con esta organizacion lo que ha logrado que desde 2009 son casi 30 millones de euros los que se han invertido en 161 proyectos de investigación de toda España.

En esta ocasión, y presidido el evento por la Reina Letizia, llegarán a Burgos oncólogos e investigadores procedentes de Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia y Navarra. Sus estudios abarcan desde el cáncer de hígado, al melanoma maligno, el cáncer de estómago, el de mama y colón, la leucemia del lactante, el tumor infantil extracraneal, el desarrollo de nuevas estrategias en el cáncer de tiroides o nuevas terapias en diferentes ámbitos.

Hablar de cáncer es mencionar una enfermedad muy personal para muchos, todos tenemos familiares que han padecido este mal, si no nos ha ocurrido a nosotros mismos. También amigos, vecinos, conocidos que están en tratamiento, peleando con todas sus fuerzas por erradicarlo de su cuerpo y evitar su reproducción. Hay miedo, y lógico: más de cien mil personas fallecen por un tumor en nuestro país al año, aunque son más los que lo hacen por enfermedades circulatorias (corazón…). Para derrotar al cáncer, lo primero que hay que vencer es el temor por todo el proceso que supone. Los trabajadores y voluntarios de la Asociación contra el Cáncer saben mucho de eso, de hablar y escuchar, de esperar y acompañar, de la paciencia y el esfuerzo, de sonrisas y lágrimas, de la esperanza y el duelo. También los médicos de estos servicios están forjados de una pasta especial. Acompañan al enfermo durante bastantes meses, años tras las revisiones, y forjan una relación casi vital.

El acto de Burgos, que con tanto mimo y cariño está siendo organizado por los miembros de la asociación en nuestra provincia, atraerá a centenares de personas al Fórum, muchos investigadores, numerosos voluntarios y pacientes que han pasado por este trance, que nunca se olvida, pero que son precisamente aquellos que han sufrido esta dolencia los que más pueden ayudar a otros a superarla. Enhorabuena a todos.

No puedo ni debo dejar de acordarme de una compañera que en estos momentos, probablemente, esté en el hospital para una nueva dosis de quimioterapia, y luchando contra los efectos secundarios de un tumor en la mama. Va ganando la batalla partido a partido, pese a que no está siendo fácil. Como ella, muchos burgaleses se enfrentan cara a cara con el cáncer. Por ellos es tan necesaria la colaboración con la AECC, como la de todos aquellos corredores que de forma solidaria lo hicieron este domingo en la convocatoria de Smurfit-Kappa.

Listas de espera

Podemos tener el mejor hospital de Castilla y León, el mejor de España. Estar dotado de las técnicas más modernas, pero mientras las listas de espera superen para algunos ciudadanos los seis meses, la calidad de la sanidad no será buena. Una de las cosas que aprendí en la Universidad es que más importante que la jaula, que puede ser una imponente fabricada con oro y con diamantes, lo eran los pájaros, los que estaban dentro, a quienes iba dirigida esa infraestructura.

Aquí tenemos una jaula enorme, superlativa, con sus defectos, y también con sus virtudes. Por eso no cuesta entender que haya personas que acudan a urgencias para evitar esperar largas semanas la visita al especialista. En el HUBU la última cifra era de 4.792 pacientes en listas de espera, con una demora media de 88 días. Parece que cuando tienes ‘prioridad 1’ la intervención se produce antes de un mes, pero cuanto tu prioridad ya pasa a 3, serán varios meses, con lo que supone para los pacientes.

Los recortes en sanidad durante la crisis han pasado también factura a las listas de espera quirúrgica en España, que se dispararon a finales de 2012. En aquellos momentos había más de 570.000 personas aguardando una operación en los hospitales de la red pública, una cifra récord, nunca vista desde que el Ministerio de Sanidad inició el recuento de datos en 2003. La espera media subió de golpe de 76 días a 100. Poco a poco, la situación ha ido mejorando. Un paciente aguarda ahora, de media tres meses -87 días- para entrar al quirófano. La misma media que en Burgos.

Parece que al final todo se reduce a la economía y los presupuestos, y tendremos que esperar todavía un mejor momento para que de esos 87 días se pase, por ejemplo, a 60, que parece una cifra más razonable, aunque no roza la excelencia, que es algo a lo que el servicio público debe llegar a tender. Habrá que ver también el aprovechamiento de tiempo y espacios que puedan también acortar las fechas, y no solo en las operaciones sino también en las consultas, que obligan en ocasiones a que los propios enfermos busquen la alternativa en la medicina privada, para conocer antes los motivos de aquello que les preocupa.

Lo que también queda claro en todas las encuestas que se realizan, al menos en esta tierra, es en que una vez que estás dentro, la calidad y dedicación en la atención que te dispensan los profesionales del sistema público de salud es muy alto, y que el HUBU ha respondido a las expectativas en cuanto a la disposición de las habitaciones, el equipamiento -aunque haya todavía material empaquetado- y la tecnología. Vamos por buen camino, aunque quede aún un largo trecho por recorrer.

Conmoción

El miércoles unas imágenes daban la vuelta al mundo. Los cuerpos de tres niños habían llegado a las orillas de una playa en Turquía tras haber salido horas antes rumbo a Occidente, en un barco de plástico con unas cuantas personas más. El martes, las imágenes nos situaban en la estación de Budapest, que quizá muchos de ustedes conozcan, con miles de personas intentando entrar. El jueves son miembros del ejército, de cualquier país frontera con el aluvión de desplazados, los que intentan evitar la llegada de más inmigrantes. En medio una cifra ridícula de acogida que exhibe nuestro presidente del Gobierno y la declaración de la alcaldesa de Barcelona para convertir su metropolita ciudad en una capital con los brazos abiertos. Reacciones rápidas. Qué bien que Burgos parezca que va a recoger también el testigo de ciudad de acogida con otras cuantas capitales de Castilla y León. Y se suman partidos y ciudadanos. Una señora de 80 años llama a una radio para decir que quiere adoptar un niño sirio. En otro lado del Mediterráneo hay 2.000 muertos cubiertos por las aguas.

Son vídeos que duelen los ojos, que te hacen llorar. Asuntos que revuelven el alma, como otra persona, también mayor, y con dificultades para moverse, que cuenta que reza un avemaría cuando veía en televisión a enfermos de ébola, y que rezaba desde su cama porque terminara ya; que también lo hacía al comprobar las centenares de personas que se hunden con pateras procedentes del África subsahariana, y ahora con el exilio de los miles de sirios perseguidos, o con los católicos asesinados en diversos países del mundo. Te llega a la cabeza una canción de Melendi, que pronto estará en el Coliseum, que dice: ‘Hace tiempo que me fijo que besas tu crucifijo si hay algo malo en las noticias’ . A veces solo queda rezar, pero no es la única alternativa. Estas buena ancianas hacen todo lo que pueden, pero ¿lo hacemos nosotros o nuestras instituciones?

Pocos promovían una intervención sobre el terreno que es muy necesaria. «Paren la guerra no queremos ir a Europa» clama otro niño sirio de 8 años ante las cámafaras de Al Jazeera. No hace falta una tarjeta de visita de los refugidos, ya ha quedado estampada en la foto de ese pequeñajo ahogado en las playas de Bodrum. La imagen que nos ha revuelto el alma, pero que nos dice que son centenares los que mueren mientras huyen o en sus propios países en conflicto, o en guerras tribales. La imagen también que parece haber despertado las conciencias en Occidente.