Promoción industrial

Hace unos años pude conversar largamente con uno de los empresarios más destacados de Asturias. El tuvo ocasión de fundar en Gijón la Feria Internacional de Muestras y también ocupó algunos años la presidencia de la Cámara de Comercio. En aquellos momentos vieron que para salvar el aislamiento del Principado uno de los asuntos principales era el establecimiento de un aeropuerto, sino no iban a llevar ni posibles clientes ni inversores con facilidad tras ese muro montañoso que, a duras penas, atravesaba el ferrocarril y todavía no contaba con autovía.
No fue una tarea sencilla, pero se instaló el aeropuerto de Ranón, y la Feria se consolidó. Pese a ello los empresarios llegaron con cuentagotas y la dependencia de la inversión del Estado en siderurgía, minería y astilleros fue muy alta. Demasiado. En Asturias está costando salir del pozo y a años luz está su empleo del de Burgos. Sin embargo,se mantiene el recuerdo de estos emprendedores que fueron ejemplo para generaciones.
En Burgos su magnífica situación logística y alguna gestión política hicieron que fuera uno de los lugares escogidos para el Polo de Desarrollo,lo que suponía facilidades añadidas a industrias para su instalación en los polígonos. Y esta capital se convirtió de repente en la locomotora de Castilla para la atracción de empleo y servicios, de fuera de España y de dentro. Lo del aeropuerto llegaria más tarde. Contábamos con un tren directo, con la autovía y una posición envidiada.
En estas décadas la competencia entre ciudades, incluso dentro de las mismas comunidades autónomas se ha multiplicado, y no solo se ofrece suelo a precios baratos sino fácil acceso a nuevas tecnologías, ocio, una buena universidad con capacidad de investigación o mejores servicios y hasta una cierta paz social.
Si todo esto lo tiene Burgos por qué los nuevos empresarios no llegan o lo hacen con cuentagotas. La gestión para la puesta en marcha del  Parque Tecnológico ha supuesto uno de los mayores dislates de la administración autonómica. En el Ayuntamiento la mayoría de los grupos municipales parece que se han empeñado en que la promoción del turismo y la industria vayan de la mano. Bien está que un spot de Burgos pueda recoger todo lo atractivo que tiene, que lo hay y mucho, pero no es lo mismo intentar que vengan un grupo de turistas que una inversión de varios millones de euros o mantener las plantas industriales ya establecidas en nuestra tierra, y a la que hay que agradecer  su esfuerzo en tiempos de crisis. Ni creo que deban ser las mismas personas las que lo hagan y en ello no se debe ahorrar sino invertir, porque necesitamos empleo, y si es de calidad mejor, no solo para crecer sino para mantener el ya existente. Es evidente que el Plan Estratégico, y desconozco los motivos, no ha conseguido los objetivos y posiblemente no sea responsabilidad de las personas; sí ha habido algunos resultados puntuales, pocos a medio o largo plazo. Pero una ciudad sin estrategia es una ciudad medio muerta, y tampoco encuentro ese proyecto de ciudad en los partidos que dicen estar listos para la moción de censura. Me gustará escucharlos.
Burgos es cuna de grandes empresarios. Que no se pierda esa herencia. Pero para ello no debe darnos lo mismo sobre lo que ocurra con Villafría, la alta velocidad, la línea del tren directo o el parque maldito.

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