Archivo por meses: mayo 2017

Me gusta el rugby

Miles de aficionados al deporte se sumaron ayer a buen seguro a la afición por el rugby a través de La 8 televisión. Y además con el pedazo de árbitro que iba narrando todas sus decisiones que te acercaba a un juego desconocido. Así ocurre en este deporte, de leones y leonas, y donde España está ocupando cada año un lugar mejor en el entramado mundial.

En Burgos tendremos que esperar, después de una temporada imbatidos y una fase de ascenso con vaivenes. Este domingo hemos jugado con un equipo preparado para subir, que ya ganó el campeonato en la División de Honor hace poco tiempo, y le hemos vencido en su casa, pero por un punto menos que el que debíamos, mas le hemos ganado con una gran defensa y un pundonor digno de los mejores.

Todo esto tiene unos ‘culpables’: una directiva entregada, un equipo sacrificado y un entrenador incombustible. Además es de los argentinos que se valoran por lo que realmente valen.

El último campeonato del mundo también atrajo muchas miradas. Hay equipos de países mínimos y de grandes potencias o a quién no le suena en Europa el Seis Naciones, o ha oído hablar de sus símbolos, como el Cardo, la Rosa de Lancaster o el Trebol. Si hasta un equipo de rugby, de un país al otro lado del globo, ha ganado este año el premio Princesa de Asturias de los Deportes: los All Blacks, de la que muchos habrán visto alguna de sus hakas en vídeo.

El Club UBU Aparejadores no cuenta con aficiones mayoritarias, pero sí leales, ni todavía con hakas e himnos. Han formado un equipo con jugadores de lugares donde se mama el rugby como Inglaterra, Sudáfrica y Argentina, con otros nacionales y se han puesto desde hace alguna temporada a pelear por el ascenso. Parecía que este año lo tenían más cerca dada la trayectoria. Ahora solo queda un milagro, que es ganar a un club de División de Honor, con bastante tradición, como es el Getxo, pero si hay milagros que pueden ocurrir, eso le puede ocurrir al Aparejadores, aunque también es verdad que no es el cuento de la lechera y lo fácil que ocurra es que no se venzan ninguno de los dos partidos.

Y después habrá otra temporada donde esta vez quizá puedan llegar a la máxima división de un deporte que va en ascenso, que mantiene sus nobles tradiciones, como el ‘tercer tiempo’ entre los dos equipos, donde se hace el pasillo al equipo contrario y las lesiones graves se suelen esquivar a pesar de la fuerza con que se emplean, pero donde impera la nobleza. Lo saben en Castilla y León donde dos de sus equipos año tras año llegan como campeón y subcampeón al final de la liga, y en la misma ciudad, pero con franca una rivalidad. Eso es el rugby, y por eso me gusta.

Despoblación, la batalla imposible

Castilla y Aragón son dos claros ejemplos de lo que un autor de éxito ha denominado en su último libro ‘La España vacía’, con índices demográficos casi similares a los siberianos; pero no son solo estas regiones las que se afanan por combatir la despoblación y el envejecimiento rural, también en otros lugares de España este es uno de los problemas, donde las razones son múltiples: desde la ausencia de un futuro laboral, al clima que hace la agricultura difícil, o la falta de acceso a medios tecnológicos.

Desde hace varios lustros nuestros gobernantes regionales están empeñados en hacer grandes planes para solucionar el tema de la despoblación. Y añaden enormes cantidades a los presupuestos anuales de la comunidad, que nunca sabemos si se utilizan, dada la escasa suerte para intentar lograr que no se abandonen nuestros pueblos. Se equivocan. La despoblación no tiene solución. Sería un gasto enorme -no inversión- el que tendríamos que acometer y pagar todos los ciudadanos para intentar lograr que en vez de vivir en una ciudad con todos los servicios necesarios, lo hagamos en un pequeño pueblo donde quizá ya exista un frontón, en el que pocos juegan. Si es más grande la localidad, una piscina, y donde probablemente, a costa de muchos esfuerzos de los curas, los católicos puedan oír la misa dominical.

Olvídate de lo que es una red wifi, también pese al trabajo de numerosos alcaldes, y de las diputaciones, y eso sí, disfruta del silencio. Hay excepciones, claro, y de vez en cuando nos encontramos en los ‘Paseos por la provincia’ con Gerardo en La 8 algún capitalino que se ha vuelto a acercar a los orígenes, porque no nos olvidemos, y en Burgos menos, que la mayoría de los habitantes de lo que llaman la Capital de Castilla proceden de villas y pueblos. Porque somos de pueblo y a mucha honra, pero no nos pidan que vivamos todo el año en él, sin consultorio médico, ni televisión con satélite, ni unos buenos pinchos…. y sin trabajo.

Luchar contra el despoblamiento es perder esfuerzos en batallas perdidas. Y buscar que se unan algunos municipios para ofrecer unos mejores servicios casi se convertirá en la guerra. Preferimos a veces perderlos, que tener que ir al pueblo de al lado para comprar algo, o para hacer alguna gestión administrativa.

Confieso que soy ‘de piso’, que no tengo ni idea de agricultura, ni de ganadería, ni de sus derivaciones en industria agroalimentaria, que es por donde puede estar parte del futuro de esos suelos de polígonos dispersos por la provicia. Y en eso, en alimentación, somos buenos. Procuremos crecer en lo que nos va bien, desde la comida hasta la bebida, y ajustarnos en lo que nos puede ir mejor, pero no está demostrado, como el turismo rural. Ahí tenemos un tope, y será muy difícil superarlo. Pero qué ¡vivan los pueblos! Qué narices.

Gracias, Urkullu

El PNV está haciendo lo que cree que debe hacer, teniendo en cuenta su bagaje nacionalista y el interés de sus conciudadanos. Ojalá nuestros diputados y senadores, los de Castilla y León, ahora del PP antes del PSOE, según estuvieran gobernando, tuvieran el peso suficiente dentro de sus partidos para lograr más inversiones estatales para este territorio. A veces apelar a la solidaridad entre provincias más parece una justificación que un objetivo.
Pero ha tenido que llegar el PNV y sus conversaciones sobre los Presupuestos Generales del Estado para que por fin el ministro de Fomento -que nos quiere tan poco como lo mucho que cree Lacalle que nos quiere- ponga una fecha para la terminación de la alta velocidad entre Burgos y Vitoria, el 2023, al menos habrá calmado los ánimos de los vascos, pero muy lejos de lo que va a ser la realidad, cuando en Burgos no llegará hasta el próximo año y deberían haber estado finalizadas hace más de un lustro.
Y que altos cargos del gobierno de Urkullu apuesten por el tren directo para mercancías entre Burgos y Madrid, que en su caso la línea llega hasta Irún y no precisamente con el mejor estado de salud, porque ahorra tiempo y dinero en el transporte. Todos los estudios realizados lo afirman y el que tiene la Diputación provincial pendiente de entregar al ministro de la Serna seguro. Nuestra salida natural ferroviaria es hacia Bilbao y hacia su puerto y hacía allí nuestras miradas. Estos dos asuntos que reclama el País Vasco hace que podamos atisbar al menos algo de luz al final del túnel.
Los miembros de la Plataforma del Tren Directo -ya he destacado en esta ‘Página Par’ en otras ocasiones su encomiable trabajo- ya han mostrado también sus cartas para el presupuesto: dinero para al menos ir arreglando el túnel que podría acabar derrumbándose, son más de diez millones de euros, y dicen que todos los partidos están de acuerdo, al menos en conversaciones con cada uno de ellos. Veremos quién presenta la propuesta en el Congreso y quién la vota favorablemente, si es que llegamos a esa situación en el Parlamento. La cantidad es accesible y se podría acometer este trabajo.
Los empresarios de Burgos, Aranda y Miranda, que son los que generan empleo, reconocen que les vendría muy bien la apertura de esta línea. La han dejado hundir los políticos y costará más la reparación que el mantenimiento. De la Serna hasta ahora aducía su falta de rentabilidad. Si fuera por eso, el 90 por ciento de las líneas ferroviarias españolas estarían ya cerradas, y muchas empresas públicas también. Pero probablemente una empresa privada podría obtener esa rentabilidad que tanto se pide. No entiendo mucho de trenes, aunque como muchos españoles tuviera una abuelo ferroviario al que no conocí, quizá por eso miro estos dos proyectos con cercanía.

Columna publicada en DB el 8 de mayo

Congreso Provincial

Mañana martes el actual presidente provincial del Partido Popular presentará los avales necesarios para confirmar su candidatura de nuevo al mismo puesto. Es previsible que ningún militante más lo haga , conociendo que una de las condiciones para liderar la formación política , al menos en esta provincia , es controlar el aparato. Desconozco si en este caso es necesario que los votantes de estas ‘primarias’ estén también al corriente del pago de las cuotas, con lo que si las hubiera no serían muchos los participantes.
Me preocupa el PP como también el PSOE , Podemos y Ciudadanos porque sus representantes son los que nos gobiernan y aunque antes tienen que ser elegidos democráticamente ya no se puede poner la mano en el fuego por ninguno de ellos. Y por eso son importantes los congresos provinciales, ya que de las estructuras que salen de ellos depende mucho nuestro futuro.
Y en esos aparatos debe haber gente honrada, sin duda, pero también capaz y humilde. Del PP, y ya han pasado dos años, poco he oído sobre los resultados de las elecciones municipales, donde perdieron las alcaldías en unas cuantas localidades importantes . Pareciera que no fuera con sus mandatarios. Pero eso que ocurrió hace dos años puede mostrar una tendencia para dentro de otros dos. Los ciudadanos además de eficacia , que hay que demostrarla, exigen cada vez más bonhomía y talante.
El PP tiene ante sí con los resultados del Congreso Provincial el futuro de los próximos años porque mucho depende de las personas. Pero habrá citas también en la formación naranja, su proceso no está precisamente marcado por la transparencia, y por supuesto en los socialistas que tras conocer el nuevo secretario general habrá congresos en regiones y provincias. Tudanca quiere seguir en Castilla y León y en esta ‘Página Par’ ya le señalamos como la tercera vía bastante antes de su elección. Ahora dependerá mucho también de quién sea el elegido para liderar el PSOE.

Columna publicada en DB el 1 de mayo