Archivo por meses: octubre 2019

Escuela de Teatro

La Escuela de Teatro de Burgos forma parte de la historia reciente de la ciudad. Son cientos los chavales, desde los más pequeños a los más grandes, que han pasado por sus aulas en el Francisco Salinas. La mantiene el Ayuntamiento que ha visto a lo largo de estas décadas –más de 30 años ya- que en esta capital hay talento y talante. Y desparpajo. De ella, de sus egresados, han surgido grupos de teatro aficionados y algunos de sus alumnos sobreviven en este mundo tan complicado. Pocos, lamentablemente, se pueden dedicar profesionalmente a este arte.

Al poco de llegar a Burgos conocí a Fernando Quintana, el gran hombre de las tablas burgalesas, ahora ya jubilado de la Escuela, aunque sigue con su grupo Ágora sorprendiendo y entreteniendo. En su entorno creo un equipo con calidad y capaz de enamorar a estos jóvenes que cuando compatibilizaban el Teatro con otros estudios, dedicaban más de ocho o nueve horas diarias a su formación… por amor al arte.

Jesús, Gerardo, Pepillo, Carmen, Gema… fueron los primeros ex alumnos con los que llegue a colaborar en los primeros pasos de la televisión local. Ellos estarán siempre ligados al Francisco Salinas, junto con muchos de sus compañeros. La Escuela ahora tiene que pasar por la nueva ley de contratación que afecta no solo a este centro, sino a otros de la provincia de Burgos y del resto de España. La subvención dejará de ser el sistema para gestionarla y deberá salir a concurso con la libre concurrencia de empresas, asociaciones, etc. Con una serie de condiciones en las que parece evidente que tendrán que presentar un plan de trabajo, mostrar los currículums de sus profesores, conocer a los autores de esta tierra y esta región, etc. Lo que acabe diciendo el pliego en definitiva, y por otro lado tendrán que ajustarse al presupuesto. Los más de treinta años de experiencia de sus actuales gestores les avalan.
Pero aquí siempre se presenta el peligro de que la adjudicación esté más valorada por el ahorro que por el talento y jugarnos con ello el futuro de la propia Escuela municipal de Teatro.

Mientras tanto, hay que estudiar el modo de que acabe bien el 19-20, y adjudicar la gestión del 20-21 antes de la finalización de este curso. Los profesores miran todo con recelo, los alumnos y sus familias con preocupación. No dudo de que el  Ayuntamiento con su alcalde a la cabeza tenga intención de mantener la misma. Y tendrán que sumarse también si no todos la mayoría de los grupos políticos municipales. Pero habrá que ver la manera de que no pierda ni la calidad, ni el trabajo, ni la ilusión de los que actualmente la gestionan. Porque todos necesitamos encontrar un momento, un lugar, un texto, una obra, donde pensar y soñar.

Fidel Herráez

El próximo 30 de octubre cumplirá 4 años desde que tomó posesión como Arzobispo de Burgos.  A los pocos días anunció uno de sus principales objetivos, a los que dedicaría buena parte de su tiempo: visitar cada una de las más de 1.000 parroquias con que cuenta este territorio, también todos sus conventos y monasterios. Al margen de los centros que pudieran depender de la Iglesia Católica, desde la sede de Cáritas, a comedores gratuitos, colegios, etc, donde también ha acudido.

Con sus 75 años a cuestas sigue recorriendo la provincia de Burgos, no está lejos de culminar su meta, y mantiene una labor infatigable. El teléfono abierto a cualquier hora, asegura que no necesita dormir mucho, y con la mano tendida para quien quiera pedirle algo. Como en todo gobierno de una institución hay luces y sombras, pero en esta prevalecen mucho más las primeras que las segundas.

Ha decidido ponerle el cascabel al gato a la falta de sacerdotes en la diócesis, intentando unir diferentes zonas y arciprestazgos en el momento de impartir los sacramentos o celebrar la Misa. Le va a costar más que al gobierno regional implantar la reordenación del territorio, porque la Junta, al menos, cuenta con dinero para mejorar las mancomunidades.

No se encuentran los católicos en su mejor momento. Pesan muchos los errores personales, pero la fe también se asienta en la dificultad. Y, sobre todo, en formar parte de una comunidad, algo en lo que al arzobispo le gusta insistir con bastante frecuencia. El número de seminaristas apenas sube y el de asistentes a la Eucaristía también disminuye. Además, algunos miembros de la Jerarquía o no han sabido explicarse, o han errado a la hora de trasladar el mensaje del Evangelio. Trabajo no falta.

Incluso don Fidel ha sido capaz durante su poco tiempo al frente del Arzobispado de empujar para encontrar una solución a la falta de calefacción de la Catedral, porque si ya hace frío fuera en invierno, dentro todavía más. Se han puesto de acuerdo todas las partes y están decididos a que en la fecha histórica del 2021 esté toda la obra finalizada.

Ha querido además convocar una Asamblea diocesana, que para la mayoría de burgaleses sonará a chino, pero donde se pretende escuchar a todos aquellos que quieran dar su opinión sobre algunos aspectos del papel de los católicos en el mundo, y más en concreto en esta diócesis. También finalizará en el 2021.

Y en lo que parece empeñado con la Fundación creada al efecto es que el camino al VIII centenario de la primera piedra de la Catedral de Burgos, una de las más admiradas del mundo y la única Patrimonio de la Humanidad, sea un camino para la mejora de la diócesis y de los habitantes de esta provincia, y todos los que se acerquen a ella, además de para disfrutar de la seo y de las actividades que se generen en torno a la misma. Depende del Papa ahora, una vez que el arzobispo ha cumplido ya los 75 años, que continúe en la diócesis hasta el 2021. Y sea la que sea la decisión, si de algo hay seguridad, es que lo asumirá con sencillez y recogimiento.

Las listas de espera

Primero. El problema de las listas de espera sanitarias no es exclusivo de Castilla y León. Segundo. Estamos en la media española más o menos. Solo destacan por arriba dos comunidades forales como son el País Vasco y Navarra, y Madrid, que multiplicó sus hospitales estos años, con concesiones denostadas por la oposición. Tercero. En el lado contrario, con bastante tiempo de espera, se encuentran Cataluña, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura. Cuarto. Tengo alguna experiencia de lo que hablo. De esperar en una lista sin tener noticias durante meses (sigo sin las mismas). Quinto. Acabemos con la demagogia. En todas las provincias  hay problemas, con gobiernos de todos los colores. Y están cerrando servicios en muchos lugares. La solución no es fácil. Sexto. No hay médicos.

Pese a todo, debemos y tenemos que exigir a los gobernantes que en un tema tan prioritario como es la salud dediquen todos sus esfuerzos, y no son solo económicos. Faltan facultativos y faltarán más porque cada año la edad media de los castellanos y leoneses sube, y el gasto farmacéutico es muy alto.

No quería escribir de política, pero hay un tema que me produce una cierta esperanza. Como conocen, el gobierno regional se reparte entre el PP y Ciudadanos. Se han distribuido las carteras y los naranjas cuentan con la Vicepresidencia y Transparencia, Empleo, Cultura y Sanidad. Es la primera vez que tocan pelo, como dirían los taurinos, y en esta última Consejería se encuentra la mejor doctora de primaria del mundo. Además, tiene experiencia de gestión en el Ministerio de Sanidad como subdirectora de Planificación Sanitaria. Da confianza que la consejera de Sanidad sea médica. También que lo sea el vicepresidente de la Junta, de Ciudadanos, y que ha puesto en las listas de espera un objetivo prioritario y parece querer coger el toro por los cuernos. Por otra parte, al terminar la legislatura, unas buenas estadísticas sanitarias les servirían para contar con respaldo ciudadano cara a unas nuevas elecciones.

No hay una varita mágica. Pero los pacientes, por ejemplo, echan de menos que les vayan anunciando si falta mucho o poco para su intervención. Que les aclaren de verdad qué es eso de una espera ‘estructural’. Que se colabore entre diferentes comunidades autónomas, ya que entre todas sumaban hace unos meses más de medio millón de personas en listas de espera quirúrgicas según una lista y más de doscientos mil según otra (que me lo aclaren). Que haya buenos gestores en la primaria y en los hospitales, sin colores políticos. Que además sean capaces de liderar un proyecto. Que vean la manera de contar con más médicos antes de que se vayan a estudiar o trabajar fuera de España. Que les paguen lo que es de justicia. Que se apoye la investigación. Que haya una colaboración público-privada transparente y limpia. Que los partidos alcancen un pacto por la Sanidad, sin prejuicios. Que busquen el bien común.

 

De vacía a vaciada

Si seguimos fielmente la definición por parte del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española de vacía indica: “Relativo a sitio: Con menos gente de la que puede concurrir a él”. Si somos estrictos en su interpretación, casi toda España estaría vacía en comparación de la densidad de población de otros lugares. Aquí caben muchos. Evidentemente existen unos países geográficamente pequeños, con buenos recursos y nivel de vida, con gran densidad, como es el caso de Mónaco (19.200/km2), que lidera el ranking, Singapur, Hong Hong (6646) , Bahrein, Malta, Blangadés, Palestina –o lo que le queda-, Barbados, Taiwan (653) …

En el lado inverso se encuentran Mongolia, Australia -3 habitantes por kilómetro cuadrado-, Islandia, Namibia, Surinan, Canadá -4-, Guyana…. ¿Y Europa? Pues entre nuestros vecinos hay cifras muy diferenciadas, desde Inglaterra con 531 habitantes por kilómetro cuadrado, Alemania, con 232, Italia, con 200, Francia, con 112 a Rumania, con 82, Grecia, con 86, Finlandia con 18….

España alcanza 93 habitantes por kilómetro cuadrado, ocupa el puesto 88 en el mundo, de 194 países, una densidad moderada. Sin embargo, hay estudiosos, y no españoles, que insisten en que el problema de nuestro país es la distribución y que solo está poblado el 13 por ciento de nuestro territorio, hay lugares como Hospitalet donde la densidad es de 53.119 por encima del mayor distrito de París que cuenta con 52.218. Teniendo en cuenta las cifras de ocupación de territorio contamos con altas cifras de densidad.

Y en nuestra querida Castilla y León cómo andamos. Pues no muy achuchados, hay espacio para muchos más. Así que cuando una empresa decida instalarse aquí y argumentemos que no hay suelo, alguien nos engaña. En eso que llamamos CyL, con 94.224 km2 de superficie, viven 26 habitantes por cada kilómetro cuadrado, poco más que en Finlandia, que cuenta con nueve municipios con más de 100.000 habitantes y una densidad de 18. Así que nuestros convecinos en esta región castellana, que suman casi dos millones y medio de habitantes, apenas ocupan el espacio.

Algunos dicen que este, el de la despoblación, el de Castilla y León vaciada, porque cada vez somos menos, no es solo un problema de nuestra tierra, sino ‘el’ problema.  La tasa de natalidad está en torno al 6 por ciento y la de mortalidad sobre el 12. Es comprensible que haya un grupo numeroso de personas que se desplaza de sus pueblos a localidades más grandes. Quieren estar cerca de servicios como la sanidad e incluso de internet o la cultura. En Navarra llevan años con un ambicioso proyecto que están a punto de culminar –donde participa una empresa burgalesa en la construcción de canaletas- que consiste en unir con fibra óptica todas las localidades de su comunidad autónoma. Tienen dinero y es una sola provincia, pero por algo se empieza. Burgos es la provincia con más municipios. Y aquí ocurre como en la Misa de su pueblo, aunque sean muy pocos los que asistan, no quieren (algunos no pueden) desplazarse. El objetivo no es fácil. Vivimos en la Laponia española.

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