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Punto de atención continuada

Probablemente anoche, entre las 21 y las 23 horas, Urgencias del Hospital Universitario de Burgos haya estado más tranquilo que lo que es habitual un domingo por la noche. Afirman los médicos que atienden este servicio que cuando hay algún acontecimiento especial por televisión, se nota en el número de personas que atienden. Y un Real Madrid-Barcelona, con lo que se jugaban ambos equipos, no iba a ser menos.

¿Realmente todos los casos de los que se realiza un triaje son para acudir al Hospital? La clasificación se realiza a todos los pacientes en cinco niveles en función de la gravedad, el primer nivel es el más urgente, y el cuarto y el quinto los más leves. Estos dos grados, dicen los responsables, podrían estar atendidos en los puntos de atención continuada de primaria (PAC), excepto los que son de una complicación menor, pero precisan para su diagnóstico de pruebas radiológicas. La mitad de los enfermos urgentes que acuden al HUBU podrían haber sido tratados en los PAC.

Esta tarde, las urgencias de atención primaria se comienzan a atender en el Divino Valles, desde las 3 a las 8 de la mañana, cuando ya se han abierto las consultas en los centros de salud. Habrá el doble de médicos de los que se ocupaban de los puntos de Gamonal y San Agustín, y contarán además con la posibilidad de hacer algunas pruebas que evitará el traslado a las Urgencias del HUBU. Es cierto que no están los PAC en la puerta de casa, pero también es verdad que habrá un aparcamiento hasta ahora casi imposible en los dos puntos de atención continuada previos. Y muchos vecinos de la capital burgalesa se encuentran más cerca del Divino que de los dos centros anteriores.

Estos cambios parecen haber provocado una cierta polémica. Pero si el Sacyl respeta la transparencia de la que tanto le gusta hablar a sus líderes políticos, en poco tiempo podrían argumentar, por ejemplo, que el tiempo de espera se ha reducido desde hoy 2 de marzo, que los pacientes han resuelto la mayoría de los problemas, y que los que han sido derivados al Hospital se trasladan en un menor tiempo –y menos si se ubica pronto una conexión entre los dos centros-.  Además, algunas pruebas se podrán realizar en el propio Divino Valles, es verdad que todavía pocas, pero aseguran en Atención Primaria estar abiertos a mejoras. También se podrá comprobar si esto repercute de forma beneficiosa en el propio HUBU para evitar largas esperas de enfermos que podrían estar graves.

Otro asunto es la seguridad que nos puede dar acudir directamente al Hospital en lugar de ir al PAC. Las urgencias en Atención Primaria son de una profesionalidad y dedicación innegable. En esto no hay dudas, pero es probable que nos falte formación para conocer cuándo con la patología que acarreamos se debe ir a un lugar u otro, y que las gripes, los mareos, la ansiedad, la lumbalgia… son más propias de Atención Primaria, aunque siempre hay excepciones. Y llegamos a pensar que una jaqueca puede ser incurable. O incluso a ir desde el PAC al Hospital, para tener una segunda opinión médica de que lo que tenemos, de verdad, es un catarro.

Publicado en DB el 2 de marzo

Las listas de espera

Primero. El problema de las listas de espera sanitarias no es exclusivo de Castilla y León. Segundo. Estamos en la media española más o menos. Solo destacan por arriba dos comunidades forales como son el País Vasco y Navarra, y Madrid, que multiplicó sus hospitales estos años, con concesiones denostadas por la oposición. Tercero. En el lado contrario, con bastante tiempo de espera, se encuentran Cataluña, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura. Cuarto. Tengo alguna experiencia de lo que hablo. De esperar en una lista sin tener noticias durante meses (sigo sin las mismas). Quinto. Acabemos con la demagogia. En todas las provincias  hay problemas, con gobiernos de todos los colores. Y están cerrando servicios en muchos lugares. La solución no es fácil. Sexto. No hay médicos.

Pese a todo, debemos y tenemos que exigir a los gobernantes que en un tema tan prioritario como es la salud dediquen todos sus esfuerzos, y no son solo económicos. Faltan facultativos y faltarán más porque cada año la edad media de los castellanos y leoneses sube, y el gasto farmacéutico es muy alto.

No quería escribir de política, pero hay un tema que me produce una cierta esperanza. Como conocen, el gobierno regional se reparte entre el PP y Ciudadanos. Se han distribuido las carteras y los naranjas cuentan con la Vicepresidencia y Transparencia, Empleo, Cultura y Sanidad. Es la primera vez que tocan pelo, como dirían los taurinos, y en esta última Consejería se encuentra la mejor doctora de primaria del mundo. Además, tiene experiencia de gestión en el Ministerio de Sanidad como subdirectora de Planificación Sanitaria. Da confianza que la consejera de Sanidad sea médica. También que lo sea el vicepresidente de la Junta, de Ciudadanos, y que ha puesto en las listas de espera un objetivo prioritario y parece querer coger el toro por los cuernos. Por otra parte, al terminar la legislatura, unas buenas estadísticas sanitarias les servirían para contar con respaldo ciudadano cara a unas nuevas elecciones.

No hay una varita mágica. Pero los pacientes, por ejemplo, echan de menos que les vayan anunciando si falta mucho o poco para su intervención. Que les aclaren de verdad qué es eso de una espera ‘estructural’. Que se colabore entre diferentes comunidades autónomas, ya que entre todas sumaban hace unos meses más de medio millón de personas en listas de espera quirúrgicas según una lista y más de doscientos mil según otra (que me lo aclaren). Que haya buenos gestores en la primaria y en los hospitales, sin colores políticos. Que además sean capaces de liderar un proyecto. Que vean la manera de contar con más médicos antes de que se vayan a estudiar o trabajar fuera de España. Que les paguen lo que es de justicia. Que se apoye la investigación. Que haya una colaboración público-privada transparente y limpia. Que los partidos alcancen un pacto por la Sanidad, sin prejuicios. Que busquen el bien común.

 

Medicina

Me han cogido con el pie cambiado. Tenía ganas de escribir de libertad, la de los padres para elegir el colegio de sus hijos, y de educación, la ley que maneja la  ministra del ramo. Parece que ambas cosas incompatibles. Pero me temo que este asunto, quizá uno de los más importantes en los que se puede mover un país, va a estar en permanente discusión meses, años y quinquenios. Si tanto miramos para Europa, aquí parece que nos hemos puesto anteojeras como los burros.

Tenía ganas de escribir de libertad efectivamente, pero estos días no he parado de leer noticias sobre la necesidad de médicos en los centros de salud y en los hospitales de  Burgos y de Castilla y León. Ocurre también en otras comunidades autónomas, pero al menos en esta se venía anunciando desde hace bastante tiempo, y se sigue diciendo, y faltan médicos especialistas, y faltan doctores en los pueblos y las capitales en sus centros de salud respectivos, y faltan enfermeras en hospitales y …. Faltan alumnos de medicina para cubrir todas esas plazas. Y es que además se nos van a otros países porque los salarios son mejores, y el acceso a la sanidad no tan complicado.

Recientemente escuchaba una conversación entre dos personas en un autobús urbano. Su acento era hispanoamericano y hablaban sobre el ‘universitario’ .  Al viejo hospital se le cambio el nombre y se quedó con el HUBU, pero de esto tiene poco, salvo el intento de la unidad de investigación por emerger entre los demás centros hospitalarios. Desconozco cuantos doctorandos puede haber entre sus médicos y enfermeras. También si existe algún estudiante de Medicina que esté haciendo asignaturas prácticas entre sus plantas. Pero disminuye el número de ‘Mires’. Es razonable que Burgos solicite una Facultad de Medicina, contando ya con la de Enfermería. Es razonable porque habría estudiantes que pedirían la plaza ante la situación de que Salamanca y Valladolid no pueden recibir más alumnos porque están al completo. Y lo mismo ocurre en otros centros universitarios de toda España. Faltan médicos y plazas para formar a los que serían necesarios para completar con dignidad los servicios de nuestros hospitales y centros de salud. Para que no aumenten las listas de espera, y con las perspectivas de que aumenta poco a poco la edad media en España.

Hay motivos. Hicimos mal la creación de universidades, su multiplicación y la distribución de grados. Se repiten por doquier, y nadie se atreve a poner el cascabel a las facultades que quizá se deban cerrar o trasladar por la falta de estudiantes. Y no vemos hacía dónde caminamos. La UBU si quiere una Facultad en Ciencias de la Salud debe mostrar su calidad, evidentemente, y  tomar decisiones que probablemente a algunos no gusten para el reequilibrio. Tenemos el mejor hospital y debemos sacarle rendimiento.