Todas las entradas de: Antonio José Mencía

Periodismo de papel

Me sumo a la solidaridad con los periodistas mallorquines a los que el juez ha pedido sus medios de trabajo habituales, para intentar conocer cómo se ha producido una filtración en una parte de un sumario que está investigando. Una de las pocas ideas con las que te quedas al final de la carrera de Periodismo es que las fuentes son sagradas, y nunca, nunca, debes sacarlas a la luz.  Otra es que para confirmar una noticia siempre debes buscar dos fuentes, no vale con una. La tercera era que no se plagia. La cuarta, el concepto de noticia como la publicación de algo que otros no quieren que se sepa. Y la quinta, si es que puedo resumirlas en cinco, la búsqueda de la verdad.

El resto, como decía mi tutor universitario durante los cinco años, Carlos Soria, era que  “la Universidad se hace en los pasillos”.  Ahí donde están tus fuentes habitualmente. Y sirvan estas líneas para al menos proponer una defensa a ultranza del periodismo de papel, del periódico de toda la vida. De los periodistas que trabajan en los diarios, que al final, salvo excepciones en radio y televisión, son los que publican verdaderamente noticias contrastadas, los que investigan –porque en principio las empresas dedican más recursos que otros medios de comunicación a estos fines- y de  los que se valen los tertulianos para opinar. Si no existiera la prensa del kiosco, ya sea material o digital, se acabarían las tertulias en dos días, porque no contarían con temas serios de los que hablar.

Evidentemente, la televisión es mucho más impactante, incluso a la hora de escuchar las declaraciones de un juicio, más que leerlas, o ver las imágenes de inundaciones, más que te las cuenten por la radio, que lo que si tiene en cambio a su favor es inmediatez. Cada medio tiene su fuerza. Y la información que queremos encontrar no es gratis, es fruto del trabajo y el esfuerzo de muchos profesionales. La crisis reciente, además, ha conseguido que las inversiones publicitarias hayan decaído y los ingresos de los periódicos tradicionales disminuyan. También es cierto que las suscripciones a los diarios, ya sea en papel o en formato digital, cuestan menos que un café o que un viaje en bonobús, pero todavía no se ha logrado implantar el valor de la información, quizá porque no toda la información sea suficientemente interesante o porque no nos hayamos acostumbrados a ello.

Pero muchas de las noticias que ustedes encuentran en las redes sociales proceden de  periódicos tradicionales, aunque es justo reconocer la cada vez más importante presencia de medios digitales exclusivamente. Y esas noticias las cuentan periodistas profesionales que comen todos los días y alimentan a sus familias. Y la curiosidad por la información nunca la vamos a perder. Tampoco admitimos, cada vez menos, que nos cuenten cuentos. Y ya que estamos, en vez de regalar una corbata o una colonia, por qué no regala estas navidades una suscripción a un periódico.

 

El puente constitucional

Recuerdo cuando estudiaba en Pamplona que una de las fechas más esperadas al inicio del curso eran las del ‘puente foral’. En la capital navarra se celebra el 29 de noviembre, festividad del patrón, San Saturnino; el 3 de diciembre, el también patrón de la comunidad foral, San Francisco Javier; el 6 de diciembre, la Constitución, y el 8 de diciembre, la Inmaculada. Había muchísimas posibilidades de tener 10 días libres, siendo estudiante, a escasos quince días de las vacaciones de Navidad. Esa probabilidad nos alejaba de forma inversamente proporcional a la Carta Magna. Había tocata y fuga de la Universidad y de la región. Y así siguen en esas tierras forales y españolas, cuarenta años después.

Quizá hayan ojeado alguna vez el texto constitucional para comprobar si algún artículo defendía alguno de sus derechos. Muchos son los que se amparan pero solo en el papel. Verdaderamente pocos los que después de cuatro décadas se preservan, sin complejos, y con presupuestos. Por eso faltan todavía muchos remates y objetivos que cumplir.

Es cierto que, para muchos, fue el valladar de la transición, del cambio político, del regreso pacífico a las urnas, de la legalización de algunos partidos y de la confluencia de intereses. También ordenaba el modo de ejercer los tres poderes, y su singular elección. O la disolución de los mismos. Es además fácil de leer porque son artículos cortos, y capítulos también accesibles.

La reforma de nuestra Constitución ha dejado ahora de ser un objetivo prioritario entre nuestros gobernantes, enfangados como están en convocatorias electorales. Hay cosas que cambiar, evidentemente, pero sabiendo que todavía muchos preceptos no llegan más que a incoarse, habría que volcarse en lo que dice con tanta elocuencia: empleo, educación, vivienda, vida, libertad, justicia… Habría que repasar punto por punto y ver qué queda por cumplir, pero con el mismo espíritu de los que la escribieron y lograron una transición pacífica y digna.

Es imposible contentar a todos. La Constitución 40 años después todavía es joven para su manipulación. Lleva encima algunas modificaciones y seguramente hagan falta otras, pero también acarrea incumplimientos que en algún momento habrá que ponerles solución. Respalda una Monarquía parlamentaria que, por ahora, parece ser el sistema de gobierno que quieren los españoles. Apuesta por una España de las autonomías que es una alternativa que parece que funciona, salvo casos concretos que todos conocen, que hacen que no vivamos todavía en un país de ciudadanos libres e iguales.

 

Románico rescatado

El Románico del norte de la provincia de Burgos, junto con el de Palencia, pudo convertirse, hace ya algún tiempo, en un monumento señalado como Patrimonio Mundial por parte de la Unesco. La Junta de Castilla y León y el Gobierno de España llegaron a estudiar la posibilidad de su presentación como candidato. Pero, sobre todo, después de la elección de Vall de Boí quedaban pocas posibilidades, al menos a medio plazo, de que un conjunto románico conllevara el mismo nombramiento. Había que caminar por lo inmaterial y exigía nuevos proyectos. De todos modos, Burgos volvió a ser objetivo de la Unesco recientemente con la declaración del Geoparque Mudial de las Loras.

Ahora, desde la Consejería de Cultura de Cultura y Turismo se ha presentado la marca ‘Románico de Castilla y León’ que no solo acoge a las dos provincias norteñas, sino también a los 2.000 edificios que han conducido a la región a ser líderes en el patrimonio de arte románico en España.  Recupera así ese primer paso que se dio con el ‘Románico norte’ para incluir toda la potencia de estos cientos de inmuebles distribuidos de norte a sur y de este a oeste de nuestra comunidad, desde el que atraviesa el Camino de Santiago, al presente en provincias como Zamora, Soria o Salamanca.

Catorce volúmenes le costó a la Fundación Santa María la Real recoger una completa recopilación de referencias sobre el Románico en Castilla y León. En aquel momento, la distribución fue de 4 tomos para Burgos; 3 tomos para Soria; 2 tomos para Palencia y tomo para Ávila, Salamanca, León, Valladolid y Zamora. Casi 10.000 páginas y 5.000 fotografías, aparte de 1.661 planos con más de 1.800 referencias. Un excelente trabajo de una fundación que siempre ha sido apoyada por la administración autonómica, culminando con su fusión con la Fundación del Patrimonio Histórico. Precisamente, la entidad con sede en Aguilar cumplirá el próximo 2019 veinticinco años desde su puesta en marcha, y han hecho suya la frase de Unamuno: ‘Hasta la ruina puede ser una esperanza’.

Esperanza en que esta nueva Marca cale primero entre los castellanos y leoneses y después en el resto de España y el mundo. Porque podemos sentirnos orgullosos de cada portada, de cada torre, de cada iglesia, de cada edificio románico que se encuentra en nuestro territorio. Porque, a pesar de ese ingente número, y aunque hay unos cuantos en desuso y merecedores de una buena restauración, otros cientos se muestran espléndidos, y este Plan, que vendrá con nuevo gobierno, es una buena herencia, una gran idea para seguir recuperándolos y que sean un atractivo turístico.

Y porque quizá, soñando un poco, hasta la Unesco al cabo del tiempo reconozca a toda nuestra tierra como patrimonio inmaterial del Románico, por su entorno –como ocurrió también en Vall de Boí-, por sus piedras, por sus gentes, y porque haya pervivido hasta nuestros tiempos.

Políticos

No todos son mentirosos, ni serviles, ni ladrones… El problema es que las actitudes de algunos de los que han representado a los principales partidos han sido así. Y  otros que los representan se creen que están en el olimpo de los dioses, en lugar de en el limbo. Pero, pese a todos,  mi máximo respeto a los políticos. A esos que se dejan la piel por su pueblo, por su ciudad, por su autonomía e incluso por España. Y lo hacen con respeto por sus vecinos, por los ciudadanos, por sus contrincantes, que no enemigos.

La gran mayoría de nuestros representantes públicos no tienen el salario de un congresista o un diputado del Parlamento Europeo. Y trabajan más de las ocho horas que fijan los convenios de la empresa privada. Les falta , es cierto, capacidad de liderazgo. Pero les sobra laboriosidad y honradez a patadas. Es cierto que a algunos el cargo les cae un poco grande, pero el número de representantes públicos que tienen que buscar los partidos para completar las listas municipales, autonómicas, generales y europeas es enorme. Y ahí puede acabar cualquiera. También los que se creen más listos. También los soberbios. También los faltosos, los perezosos y los jetas.

Pero siguen siendo minoría frente a los que han llegado a la política con vocación de servicio. Personas que sacrifican su trabajo y su familia por el bien común. Quizá también un buen sueldo. Al menos durante una legislatura porque luego necesitan volver a su actividad privada.

Gente a la que no le gusta aparecer en las fotos, y que lo hace por obligación. Políticos preparados que conocen la historia de España para evitar caer de nuevo en los mismos errores de un país cainita. Que conocen la de Castilla y León para intentar ofrecer a sus administrados dosis de autoestima y amor propio. Que toman decisiones que no buscan votos, sino lo mejor para sus conciudadanos, y por eso pueden mirarles a la cara.

El asunto es que aquellos que tienen que confeccionar las listas algunas veces les da miedo buscar a los mejores porque les ensombrecerían. Y otras, que el ejemplo que han generado otros compañeros aleja de las mismas  a personas capaces y preparadas. Aun así, siguen siendo mayoría los que más allá de su puesto ven personas a las que llegar y buscan solucionar problemas de verdad, que los hay y muchos, al margen de los que aparecen en las tertulias, y no repetir la misma cantinela en cada programa, en cada cita electoral.

El próximo 26 de mayo, además de celebrar el cumpleaños, tocará ir a votar. Seguimos sin listas abiertas para eliminar a los poco fiables. Pero será una votación libre que decida quiénes queremos que nos gobiernen. Y modelos para valorar contamos con unos cuantos.

Medicina

Me han cogido con el pie cambiado. Tenía ganas de escribir de libertad, la de los padres para elegir el colegio de sus hijos, y de educación, la ley que maneja la  ministra del ramo. Parece que ambas cosas incompatibles. Pero me temo que este asunto, quizá uno de los más importantes en los que se puede mover un país, va a estar en permanente discusión meses, años y quinquenios. Si tanto miramos para Europa, aquí parece que nos hemos puesto anteojeras como los burros.

Tenía ganas de escribir de libertad efectivamente, pero estos días no he parado de leer noticias sobre la necesidad de médicos en los centros de salud y en los hospitales de  Burgos y de Castilla y León. Ocurre también en otras comunidades autónomas, pero al menos en esta se venía anunciando desde hace bastante tiempo, y se sigue diciendo, y faltan médicos especialistas, y faltan doctores en los pueblos y las capitales en sus centros de salud respectivos, y faltan enfermeras en hospitales y …. Faltan alumnos de medicina para cubrir todas esas plazas. Y es que además se nos van a otros países porque los salarios son mejores, y el acceso a la sanidad no tan complicado.

Recientemente escuchaba una conversación entre dos personas en un autobús urbano. Su acento era hispanoamericano y hablaban sobre el ‘universitario’ .  Al viejo hospital se le cambio el nombre y se quedó con el HUBU, pero de esto tiene poco, salvo el intento de la unidad de investigación por emerger entre los demás centros hospitalarios. Desconozco cuantos doctorandos puede haber entre sus médicos y enfermeras. También si existe algún estudiante de Medicina que esté haciendo asignaturas prácticas entre sus plantas. Pero disminuye el número de ‘Mires’. Es razonable que Burgos solicite una Facultad de Medicina, contando ya con la de Enfermería. Es razonable porque habría estudiantes que pedirían la plaza ante la situación de que Salamanca y Valladolid no pueden recibir más alumnos porque están al completo. Y lo mismo ocurre en otros centros universitarios de toda España. Faltan médicos y plazas para formar a los que serían necesarios para completar con dignidad los servicios de nuestros hospitales y centros de salud. Para que no aumenten las listas de espera, y con las perspectivas de que aumenta poco a poco la edad media en España.

Hay motivos. Hicimos mal la creación de universidades, su multiplicación y la distribución de grados. Se repiten por doquier, y nadie se atreve a poner el cascabel a las facultades que quizá se deban cerrar o trasladar por la falta de estudiantes. Y no vemos hacía dónde caminamos. La UBU si quiere una Facultad en Ciencias de la Salud debe mostrar su calidad, evidentemente, y  tomar decisiones que probablemente a algunos no gusten para el reequilibrio. Tenemos el mejor hospital y debemos sacarle rendimiento.

 

Tramitaciones electrónicas

Siempre he sido un manazas con los ordenadores. Si el documento del Word me aparece con un interlineado x así estará toda su vida. Soy incapaz de adecuarlo al texto que tengo que escribir, lo mismo me ocurre con todo el mundo de las pantallitas. Así que imagínense lo que se me pasó por la cabeza cuando vi que unos papeles que tenía que presentar en una administración lo debería hacer mediante tramitación electrónica. Por mucho que me dijeron que era muy sencillo, no me lo creí en ningún momento. Entiendo que los autónomos controlan, y les admiro por ello, y por lo que hacen cada vez que tienen que presentar sus cuentas, sus injustas cuentas diría.

Inicialmente tenía que solicitar a través de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre un certificado de persona física, aparentemente fácil, y así fue. Me contestaron pronto al correo electrónico y me fui a uno de los centros de la administración del Estado para que me reconocieran y confirmaran que ese número era yo. Y así comenzaron mis cuitas, al convertirme en número y sin recordar algo fundamental que es que las descargas que tuviera que hacer lo tenía que cumplimentar con el mismo ordenador, navegador y usuario con la que se hizo la solicitud. Tengo acceso a varios, así que fracasé en el primero y el segundo intento. Decidí llevar los papeles al registro de la administración. Me los admitieron. Respiré. Pero a los pocos días me volvían a enviar un correo recordando que ‘la solicitud debe presentarse DE FORMA ELECTRÓNICA (estas tres palabras en mayúsculas) cumplimentando el modelo normalizado anexo 1, que se encuentra a disposición de los interesados en la sede electrónica de la administración…. ‘  Creía que siempre nos quedaría el papel y el bolígrafo, pero esto no ocurre algunas veces.

Total, que comencé la batalla contra la ignorancia de nuevo, solicitando un nuevo certificado de persona física, que obtuve tras borrarse automáticamente el anterior, y acudí a Rodrigo, un colega de trabajo, experto en papeleos burocráticos y ordenadores.

Lo primero que hizo fue acudir a un vídeo en el que se afirmaba ‘te enseñamos cómo solicitar tu certificado digital de persona física de la FNMT en cuatro sencillos pasos’. El vídeo, oficial, tiene casi un millón doscientas mil visualizaciones y creo que más bien es por el número de veces que cada usuario vuelve a verlo para enterarse de cómo bajarse la firma digital, adecuar el ordenador, el Windows y el Explorer –esto era nuevo, si no hay Explorer, no hay certificado-, llegar al anexo 1, completarlo, lograr firmarlo y enviarlo.

Lo consiguió Rodrigo, pero si tengo que volver a hacerlo asumiría de nuevo mi incapacidad para tramitarlo de nuevo. Probablemente la administración consigue uno de los motivos por los que obliga al asunto electrónico, que es evitarte paseos y viajes, pero el tiempo que dedicas a convertirte en un versado usuario de programas es mucho y mayormente perdido. He impreso más folios que si lo hubiera tenido que presentar en el registro. Sin embargo, no he perdido la fe. Voy a por el DNI electrónico. Aunque me han dicho que tengo que comprar un aparatito para el teclado del pc. Empezamos mal.

 

 

Respeto

Siempre, a lo largo de la historia, se ha perdido el respeto. Tienes que perderlo cuando tus objetivos son grandes. O ganártelo a pulso. Pero ahora hemos pasado de la pérdida del respeto al insulto. ‘Respect’ es lo que llevan los jugadores de la Liga de Campeones en sus mangas. Pero no parece que el mensaje de la UEFA haya calado mucho. No paramos de gritar y vilipendiar a cualquier deportista que esté en el campo y que haya fallado un gol o no parado un tiro. Los periodistas deportivos ahora lo llaman ‘runrun’. Las redes sociales han favorecido el ultraje y la injuria y han sumado el anonimato. El whatsapp se acumula con chistes y memes que nos hacen reír al tiempo que van degradando poco a poco la sociedad.

La falta de respeto llega a los presidentes de Gobiernos, desde Sánchez a Rajoy, que pese a haber abandonado la política este último hay programas de radio y televisión que todavía no parecen haberse enterado quién gobierna ahora. Merece cortesía un presidente de un gobierno, un primer ministro, un juez, o un obispo. Las ideas se combaten con ideas, no con ofensas ni con agravios. Me duele la facilidad de faltar a los Reyes, por asuntos nimios, o no considerar a las personas por su carácter y no por la falta del mismo. Eso no es sumisión, es tolerancia.

Ya solo admiramos a aquellos que han superado el millón de visitas en un vídeo de youtube y denostamos a los militares que se trasladan a países en conflicto para defender la paz. No hay respeto ni por los niños, ni por los ancianos, millones de ellos viven en soledad porque sus descendientes no les atienden. No nos conmovemos ya por nada y menos admitimos algo que pueda suponer deferencia, obediencia  o cortesía. Por no hablar de lealtad, vilipendiada por muchos, vejada por otros. La difamación está a la orden del día. Todavía hay ciudadanos que intentan separar lo que es verdad o mentira en muchas de las acusaciones. No hay respeto ni a la libertad de expresión,  ni a la inocencia hasta que se demuestre que se es culpable. Siempre ha sido así, pero ahora únicamente los que tienen que demostrar algo son los acusados, cuando deberían ser los que acusan.

Y luego pretenden que los mejores accedan a la política, cuando no se tiene nada de respeto a los políticos. Muchos de ellos se lo han ganado, pero otros, más que los otros, todavía tienen en su vocación ese afán de servicio. No me gusta un país donde no se respeta, donde vencen los chulos del barrio, donde es más importante gritar que dialogar, donde se muere gente abandonada, porque la vida no vale nada.

Vivir más

Me parece un eufemismo que te sigan llamando joven cuando has traspasado la barrera de los 50. Cuando tenía 15, las personas que superaban el medio siglo te parecían mayores, bastante mayores. Claro, a medida que vas superando los lustros te acaban diciendo que esta década es la mejor de todas, la de la plena madurez, y la sesentena la total serenidad.

No me extraña, cuando en el año 2040 vamos a tener una esperanza de vida mayor que la de Japón. España se va a convertir en el país más longevo del mundo con casi 86 años que se vivirá de media,  gracias a las mejoras de la Sanidad –la española se encuentra entre las mejores del mundo- y en la insistencia en nuestra dieta mediterránea o la reducción de hábitos como el del tabaco.

De todos modos, nuestra media de edad actual es de 83 años, que tampoco está nada mal. El año pasado le preguntaba a María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, cuánto creía que podíamos llegar a vivir los humanos. Me decía, con una visión más realista que optimista, que 120 años. Y en lo que estaban trabajando era en alargar la juventud o lo que es lo mismo retrasar la vejez. Y aunque esto sería a medio o largo plazo, tampoco Blasco lo venía tan lejos en el horizonte.

Tampoco tengo claro que esto sea más bueno que malo. Es verdad que con el retraso de la maternidad actual los abuelos prefieran vivir más tiempo para ver crecer más a sus nietos. Y que el ocio para los mayores se ha multiplicado, y si además se retrasa la edad de jubilación, pues se ponen velas por llegar bien al final del trabajo.

Pero nos ocurre lo mismo que a Rafa Nadal, que hace tiempo que no se levanta con algún dolor. Y es el número 1 del mundo en el tenis,  y uno de los mejores deportistas. Puede haber gente privilegiada que no tiene apenas molestias. Y otros que las acumulan todas.

El caso es que simultáneamente a todo ello, nuestra pirámide poblacional va a estar totalmente invertida y no habrá jóvenes y adultos que paguen las pensiones a los mayores que cada año van creciendo. Hay que plantearse soluciones y alternativas. Y no solo económicas. Más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solos. Y la soledad es una situación difícil para todos. Y esas cifras irán creciendo rápidamente porque cada vez aumentan las personas que  optan por esa opción y que dentro de veinte años algunos necesiten ser atendidos.

Vivimos ocupados por temas banales que no deberían preocuparnos ni un segundo, y apenas dedicamos tiempo a los trascendentales. Pero muchas veces tampoco se sabe qué hacer. O qué se puede aportar. Y la soledad de nuestros mayores, con 70, 80 o 100 años, para muchos es un verdadero problema.

Paleolítico Vivo

De nuevo he visitado Paleolítico Vivo, varias veces en estos últimos días. Llevaba tiempo sin hacerlo y me he encontrado con África, una bisonte nacida hace pocas semanas, o con uros también con apenas meses. Las vacas peludas de Escocia se han aclimatado perfectamente y parece también que ocurre lo mismo con los Tarpanes y los Przewalski, los únicos caballos salvajes que existen en la actualidad y que parecen sacados de las pinturas que algunos de nuestros antepasados realizaron en las cuevas de Altamira.

No quería escribir sobre la fauna del Paleolítico, que los grandes tipos de Sierra Activa están recreando en la comarca de Salgüero de Juarros, manteniendo también el ecosistema. Con mucho esfuerzo, con gran ilusión, y esperemos que con visión de futuro, sin apenas aportaciones económicas, ni de agentes privados ni públicos.

Durante este verano han tenido llenas bastantes de las plazas previstas para montados en un jeep conocer muy cerca a estas especies. Algunas como los bisontes europeos y los caballos Przewalski todavía catalogadas en peligro de extinción, pero que probablemente en no mucho tiempo se hayan logrado recuperar por completo. Los uros, a través de cruces genéticos, se han intentado recuperar como a sus antepasados, aunque todavía el éxito no ha sido alcanzado. Conociendo el afán de los promotores de esta ‘reserva’ seguro que nos sorprenderán con nuevas especies, probablemente más cercanas al Neolítico, en meses o pocos años. Hay que consolidar lo que ya está –y no es sencillo dado el presupuesto en el que se mueven-, buscar fuentes de financiación, y enseñar a los visitantes el entorno en el que podía transcurrir la vida de nuestros antepasados, con unos guías también entusiastas.

Salgüero de Juarros es un pueblo donde tratan fenomenal al visitante. Tiene una cantina donde además se almuerza o come muy bien. Y el entorno de la Sierra de la Demanda es un buen lugar para darse un paseo a pie, en bicicleta o en coche. Si todavía no ha estado en Paleolítico Vivo le recomiendo la visita. No es lo mismo que el Serengueti, evidentemente, son cinco las especies que lo habitan, hasta ahora, pero el bosque merece la pena, y si recuperan la producción de miel de brezo sería también excelente, pero son pocos los vecinos que también residen en invierno.

Es un ejemplo además de lo que se puede hacer en un entorno rural. Cuando muchos no hacen más que lamentarse porque el campo se abandona, la mayoría de ellos políticos que no encuentran soluciones, aquí hay unos ‘locos’ que se han empeñado en recuperar un espacio. La semana pasada incluso les acompañaron unas veinte personas en un plan de supervivencia en medio del monte, en cabañas de madera y tapados por pieles. Y los que se apuntaron no eran jovenzuelos de quince años, sino adultos ya de cuarenta. Es un ejemplo, pero algo está cambiando.

José Ramón Torres

Todavía le quedan algunos maratones por correr. El próximo será el domingo día 14 por las calles de Burgos y asegura que puede hacer de liebre de quien se lo pida. Sigue siendo igual de generoso en todas sus competiciones, aunque lleva ya más de 50 carreras de 42 kilómetros a sus espaldas. El jueves recibió un homenaje de los suyos, de sus compañeros de fatigas, en el MEH, organizado por el Campofrío Maratón Burgos. Allí iban pasando fotos tras fotos de capitales en todo el mundo, desde Nueva York a Rotterdam, donde si mal no recuerdo alcanzó su  récord personal, hasta el campeonato mundial de veteranos que venció, o haciendo de liebre de una cubana-española para que alcanzara la mínima  para los Juegos Olímpicos, y en donde estuvo toda la carrera acercándole la bebida y las sales. Tampoco fue un mal corredor de 10.000 en sus tiempos jóvenes.

Corrió con los atletas de élite varias de estas distancias, ganó algo de dinero que le valía para pagarse el viaje y los gastos. Porque este señor del atletismo, José Ramón Torres, compagina su trabajo en una gran superficie con su vocación al deporte, intentando que las competiciones le cuadren en fin de semana o en vacaciones. Recuerdo la emoción con la que recogió el premio Superación de La 8 Burgos porque las más de mil personas que allí estaba reconocían el trabajo callado y poco agradecido de una persona amable, valiente, desprendido y desinteresada.  Es cierto que habla mucho y que lo cuenta todo, pero porque no tiene nada que esconder. Es además un buen vendedor.

Josito, como le llaman sus amigos, ya nota sin embargo el peso de los kilómetros, muchos miles, a lo largo de su vida, pero los runners burgaleses siguen encontrándoselo a las orillas del Arlanzón, después de haberse cambiado en el coche al salir de trabajar.  Es su pasión a la que ha dedicado su vida.

Por cierto, tiene un libro ya escrito en el que cuenta sus venturas y desventuras de esta carrera de 42 kilómetros, que se propuso publicar tras correr precisamente el maratón número 42 . Parece que alguna persona en la Diputación le prometió una primera impresión, pero de momento no ha avanzado en su promesa. Después de oírle hablar de toda su vida deportiva, este tomito estoy seguro que al que lo lea se lo hará pasar bien. Así que el individuo que aseguró que le editarían unos ejemplares, que por favor no espere mucho para cumplir.  Estamos en Castilla y somos de ley.

Y en el maratón burgalés, si están de espectadores, apláudanle, lo agradecerá mucho y, sobre todo, lo merece.