La Ciencia necesaria

Hay hermanos ricos y hermanos pobres, otros son necesarios. Siempre nos ha sorprendido comprobar los grandiosos edificios de Hacienda de las ciudades y compararlos con aquellos más famélicos que se dedicaban a la Justicia. Está claro que en situación de crisis económica y financiera los recortes afectan más a los desventurados que a los gastos inexcusables, como estos parecen ser la Educación y la Sanidad además de los Servicios Sociales. Y qué le toca a la Ciencia, pues cercenar sus presupuestos. Y no es algo exclusivamente de ahora, no hay más que repasar la lista de Premios Nobel de investigación con que cuenta España, solamente dos: Ramón y Cajal y Severo Ochoa. El navarro investigó en España, con escasos medios, sobre neurociencia. El asturiano, como tantos otros, tuvo que emigrar a Estados Unidos para proseguir a fondo sus estudios sobre el ADN. Casi cincuenta años después de que Santiago Ramón y Cajal recibiera el Nobel lo hizo Severo Ochoa, quién conservó su doble nacionalidad española y americana, pese a continuar en los últimos años de su vida su investigación en nuestro país.
Junto a estos dos eminentes científicos, es cierto que otros han podido encontrado en España un lugar para su investigación, pero otros tantos han acudido a la llamada fundamentalmente de centros universitarios de Estados Unidos que aseguraban la continuidad de su trabajo. En los últimos años el I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), por el que la mayoría de empresarios y políticos predicaban, se ha visto reducido en un 4,2 por % en 2010 y en un 7,38 en 2011, a pesar de contar con un ministerio propio, y si esto sigue creciendo es previsible una nueva fuga de científicos hacia países como Francia donde se ha anunciado un paquete de estímulo en investigación de 32.000 millones de euros o a Alemania, que se ha comprometido que hasta 2015 incrementará en un 5 por ciento sus presupuestos en este área, por lo que no extraña conocer que el Instituto Max Planck haya sido el lugar donde se lograra analizar el ADN de los neandertales. Solo Italia, Grecia y España se encuentran por debajo del 1,5 por ciento del PIB en I+D+i, y países como Alemania, Dinamarca, Suecia o Finlandia superan ampliamente el 2,5 llegando estos últimos al 4 por ciento.
Y en Ciencia, quien no avanza retrocede. Hay que aprovechar el capital humano que tenemos, muy preparado, como se ha demostrado con recientes publicaciones de equipos multidisciplinares donde siempre había uno que hablaba español. Necesitamos apostar por la generación de conocimiento como modelo económico. Ese también es el camino que marca Europa.
Y por mencionar un paradigma más cercano: Atapuerca. Sus hallazgos se encuentran a nivel mundial en relación con la prehistoria. Son muchos los científicos que se han acercado a la Trinchera del Ferrocarril a conocer de cerca los descubrimientos. El Cenieh ha logrado de la mano de Bermúdez de Castro atraer a investigadores de otros lugares del mundo, e incluso conseguir el retorno a su país de ejemplos como Josep María Parés. Cercenar, por ejemplo, la investigación en esta área supondría no solo no avanzar en un campo en el que podríamos perder el liderazgo, sino que supondría disminuir la atracción cultural o turística de un enclave al que en 2011 llegaron casi 90.000 visitantes.

Publicado en DB el 2 de abril de 2012

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22 comentarios en “La Ciencia necesaria

  1. Estupendo post, echo en falta los últimos recortes ya sabidos correspondientes a 2012, que tampoco auguran nada bueno para el futuro de la ciencia.

  2. Gracias Cintia, tendría que haberlo actualizado con los últimos recortes efectivamente, de todos modos hay que ser optimista ;).

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