Todas las entradas de: Antonio José Mencía

Ayuso

No hay término medio. Cuenta con grandes defensores y detractores. No deja indiferente. Dice lo que piensa y no le da tiempo a pensar mucho lo que dice, reacciona enseguida, pero no se calla lo que otros colegas no se atreven a pronunciar. Es de la escuela de otro periodista Miguel Ángel Rodríguez, pareja de hecho de Isabel Díaz Ayuso en las campañas de las últimas elecciones donde resultó ganadora en la Comunidad de Madrid la madrileña. Y de un maestro polemista por excelencia, una discípula que no se arredra.

Ayuso no se esconde, ni cuando afirma que pactará con Vox si es necesario a pesar del vacío  que el último año le han hecho desde la formación de Monasterio y Abascal, ni cuando decide lo contrario,  y es enemiga del lenguaje políticamente correcto. Lo que le lleva por la calle de la amargura, a pesar de que cuenta con un extenso equipo de Comunicación, algo de lo que dejó escuela el PP desde Alberto Ruiz Gallardón, ejemplo que no han seguido los populares en muchas demarcaciones.

Es una de las pocas políticas que ha sido espiada por su propio partido, que ha hecho caer al presidente de su formación, y que le avala la intención de voto que siempre es mayor para el PP en la Comunidad que en las elecciones generales.

Es con mucho la líder de la derecha con más seguidores en redes sociales, aunque muchos de ellos para trolear y cuentas con nombres similares se multiplican como fakes.

Es la primera de esta nueva columna quincenal en el periódico (Homo campeonis) a la que me ha invitado Promecal,  porque hacia ella se dirigirán todas las miradas en las próximas elecciones del 28 de mayo, y en las búsquedas ese día de los resultados de los comicios la Comunidad de Madrid probablemente sea una de las primeras instituciones, junto con el propio Ayuntamiento capitalino, la población donde reside cada uno de ustedes amigos lectores, o la que les vio nacer y las dudas de lo que puede ocurrir en autonomías como Cantabria, ya saben si mantendrá o no la presidencia el candidato Revilla, aunque podría pactar con cualquiera; Navarra, por si continúa el curioso gobierno actual; Aragón, siempre en disputa, o la Comunidad Valenciana por si cambia de color, algo difícil, pero no imposible para los populares, así como Castilla La Mancha, donde Page parece imbatible.

Y si en Castilla y León las ciudades de Valladolid, León, Soria, Burgos y Segovia siguen gobernadas por los socialistas. Y qué pasará en Palencia o Ávila, si regresan al bipartidismo. Podemos curiosear  si Caballero continúa con mayoría absoluta, si Sevilla cambia de color o Barcelona con quién se va a apañar para gobernar.

Y habrá lugares no tan lejanos donde no acabaremos de sorprendernos que se estrellen aquellos que no conectan con sus ciudadanos o no han hecho ni un examen de conciencia digno. Restan dos meses.

Demasiados ex

Cuando una persona sale de prisión tras haber cumplido la condena su vida ya no será la misma. A sus calificativos habituales se les suma el de ex presidiario, ex convicto, es criminal y culpable  ya que una vez juzgado dejó de ser presunto.

Antes del juicio, probablemente, también hubiera pasado por la desaparición de la presunción, porque ahora hemos cambiado el aforismo y todo el mundo es un malhechor hasta que no se demuestre lo contrario. La inocencia no está de moda. Y seguramente parte de culpa de ello tenga nuestra sociedad, que acabó hasta el gorro de los delitos de corrupción no penados, y la lentitud de la justicia que vuelve a retomar casos años después de producirse.

Y no está de moda tampoco admitir la redención de las penas tras el paso por prisión. El que ha cumplido, ya sea en cualquiera de los grados posibles o en libertad, se ha convertido entre rejas en más golfo de lo que entró.

Y los periodistas tenemos también buen pecado por ello porque pese a que un ciudadano vuelve a recuperar sus derechos, e incluso habiendo sufrido también previamente la pena de telediario,  sigue siendo un convicto, un condenado, y un ex presidiario. Siempre hemos discutido sobre si el derecho a la información está por encima del derecho a la presunción de inocencia y de ahí que abunden la imágenes de detenciones, declaraciones ante el juez, instrucción… y más cuando es un personaje público el acusado. Los periodistas deberían estar más comprometido con salvaguardar el derecho al honor, y tendrían que dar suficientes oportunidades a aquellos que se han reincorporado a la vida profesional, con las dificultades que eso supone tras llevar el lastre de una condena.

Y no solo son políticos, deportistas o empresarios los que expían, también aquellos que quieren solicitar un crédito o un empleo… Cuando ya han sido castigados. ¿O el castigo es como el fuego eterno del infierno?

columna publicada en La voz del patio del mes de enero

 

Inflación en las chuches

Ponte a explicar a un pequeñajo lo que supone el aumento del coste de la gasolina, que el gas se ha disparado, y que ahora habrá que comer menos tortilla porque el precio de los huevos se ha multiplicado, y por cierto el de la leche tan necesaria también (en este caso no lo entienden tampoco los adultos, porque los productores mantienen todavía un precio irrisorio); pero si con 50 céntimos solo puede comprar cinco chuches en vez de las diez a las que estaba acostumbrado, se le viene el mundo encima: tendrá que elegir entre una lengua o una mora, un corazón o un osito, una coca cola de gominola o unos tochos… por no hablar de las fresas, los huevos o el regaliz de toda la vida, y al mini sapiens se le vendrá entonces el mundo encima.

Si algo tienen calculado estos jovencitos es hasta dónde alcanzan con los céntimos de sus abuelos. Decirle que ha disminuido su capacidad de compra un cien por cien por la inflación, por la invasión de Rusia, y por la mala gestión de los políticos es alejarse de su realidad. Pero es el ejemplo claro para que vean que todo sube. Y es que las tiendas de gominolas -que también venden pan y refrescos- llevaban más de veinte años sin aumentar los precios. Y observar cómo a los niños se les cambia la cara ha llevado a alguno de los propietarios a esperar a elevar los importes por la dulce mirada de los pequeños. Más la comisión es tan pequeña que no les quedará más remedio que hacerlo en breve.

Igual es una manera de que se vayan olvidando de los alimentos azucarados que poco bien les hacen. Sin embargo, lo más probable es que padres y abuelos multipliquen su asignación el doble –no va a afectar a la hipoteca- para que los pequeños puedan disfrutar de sus chuches e invitar a sus amigos, y suban la aportación de un euro al bolsillo de los chiquillos. Estos infantes habrán descubierto de primera mano lo que es la inflación.

Recuerdo que hace unos años me encontraba hablando con mi cuñado sobre la  crisis de entonces y las dificultades económicas de las familias, con mi sobrino presente -entonces contaba cuatro años- y con su bolsa de chucherías. Íbamos a sentarnos en un bar para picar algo y ante nuestro diálogo, Diego ofreció su bolsa para la cena. Con esta respuesta, quién puede negar cincuenta céntimos más a estas criaturas.

Escuchar la radio

Acaba la temporada de radio, y lo hace con los datos del Estudio General de Medios, que es un informe donde se indica la audiencia de cada emisora, de los programas, las tendencias, etc. de una forma periódica; donde aparentemente todos ganan.

Lo que si es manifiesto es que la radio está sobreviviendo con más que  dignidad a cualquier competencia informativa con otros medios, ya sea la televisión, internet o las redes sociales; que son millones las personas que escuchan sus espacios a través del móvil, de un ordenador, de un transistor o un pinganillo mientras pasean, corren o pedalean –no, sin peligro-. Y es tiempo también este mes de julio de cambios. Hay directores de programas consolidados, y otros que van alternando su presencia en antena. A finales de agosto comienza cada año una nueva carrera por el liderazgo. El EGM genera  publicidad, y esto significa resultados económicos y beneficios. Por eso cuando finalice el verano se encontrarán probablemente con otros conductores en algunos proyectos.

Hay radio generalista, convencional, y musical, básicamente. Y luego está la local, la de los esforzados de la ruta. En la generalista se encuentran los grandes comunicadores. A todos ustedes les sonará, y nunca más apropiado el verbo, Ángels Barceló, Carlos Herrera, Carlos Alsina o Pepa Fernández. Los fines de semana, al otro lado de las ondas, uno se puede encontrar también con notables radiofonistas –profesionales de la radiodifusión- como Javier del Pino o Jaime Cantizano. Por no hablar de Ángel Expósito,  Federico Jiménez Losantos y un largo etcétera de comunicadores con miles de fieles escuchantes a lo largo del dial. Y los programas de la tarde, y los de la noche, y los deportes –cuántas guerras en el pasado, donde la noticia ha dejado paso a la opinión-, con un Mundial en noviembre… Y la radio musical, ahí tengo debilidad por Javi Nieves y Mar Amate en las mañanas de Cadena Cien, buenos amigos y buena gente, y con más de un millón de oyentes que madrugan.

La radio es acompañamiento, y es muy fácil cambiar de canal cuando te altera un tertuliano, o buscar el podcast que te perdiste, como La Cultureta de Amón y sus colegas en Onda Cero, o Arsuaga en El placer de escuchar en RNE y ahora en sus conversaciones con Millás en el verano de la SER.

Para algunos la radio es droga dura, para otros un calmante, y un desahogo. Para muchos la manera de que la música le acompañe en un viaje o en una tarde calurosa. E incluso puede coger el teléfono y manifestar su opinión.

Citaba a los periodistas locales. A veces no solo luchan contra las adversidades de la falta de medios, sino también, con honrosas excepciones, ante su propia cadena. Para ellos, también, mi admiración.

Burgos, capital cultural

Probablemente si le cito estas tres ciudades  Novi Sad (Serbia), Kaunas (Lituania) y Esch-Sur-Alzette (Luxemburgo) no encuentren a simple vista lo que las une. Tendrá que navegar, eso sí muy poco tiempo, por internet para reconocerlas este año 2022 como las tres capitales europeas de la cultura. El Covid ha hecho que a lo largo de estos doce meses sean tres y no dos las que representen este título.

En Burgos, recordar el nombre de Capital Cultural es la historia de un éxito, más que el fracaso en la última votación ante San Sebastián, una decisión que aseguran que fue fruto del interés político, aunque nadie duda que la capital vasca goza de buena salud para lograr esta distinción y otras muchas. Y si hablamos desde el punto de vista gastronómico son los números 1.

Este fin de semana he tenido ocasión de compartir unas horas con David de Jorge, socio de Martín Berasategui, el cocinero español con más estrellas Michelín. Y ha sido un lujo, no solo por acompañarle a el y su familia a Atapuerca o al MEH, sino por el conocimiento que muestra aderezado con un buen humor permanente. Y no es de extrañar que a los donostiarras, con este ejemplo, les eligieran en ese momento

Ahora en Burgos, aunque todavía con la boca pequeña, se plantean desde diferentes instancias que nuestra ciudad, tan querida y admirada por la mayoría de los visitantes que llegan –experiencia tengo- vuelva a optar al título para el año 2031. Es probable que para entonces todos calvos, pero ya llegamos tarde si nos dicen que la primera selección tendrá lugar en 2024 y la definitiva en 2025, para luego esperar seis años a mostrar nuestras esencias.

Han pasado ya 11 años desde que nos dijeran en 2011 que en 2016 San Sebastián se llevaría el título. Hasta esa elección fueron muchos los meses en los que se derrochó bastante trabajo, ilusión e imaginación para alcanzar el diploma. Y suficiente unidad.

Lo primero que hay que hacer ahora parece que es tomar la decisión definitiva de preparar la candidatura. No lo que se está realizando, que son pasitos. Habrá las mismas dificultades, sino más, que entonces, pero algo habremos aprendido en todo este tiempo, en un territorio donde se habla mucho de Origen, porque se asientan las bases de la historia o de la lengua por ejemplo. Promueve Burgos ha hecho las primeras convocatorias y recogido algunas ideas. Pero se ha quedado en eso.

Y les digo que lo de menos es el número de visitantes que podamos tener desde que en 2025 nos pudieran nombrar Capital Cultural hasta 2031, el año efectivo. Esta candidatura sería un síntoma también de que hemos madurado como ciudad, que buscamos lo que nos une y no lo que nos separa, y eso supone eliminar vanidades superfluas, y en esa unión, también la de los partidos políticos, y ya están tardando las Cortes de Castilla y León, que se supone que serán las mismas en 2025, para apoyar conjuntamente la opción de Burgos para Capital Cultural. Si queremos ya este título, pongámonos las pilas.

(Si quieren ver la amena conversación de David con Juan Luis Arsuaga pueden encontrarla en el canal de youtube del MEH).

 

Toros

Confieso, en plena Feria del Toro de Pamplona, que no soy aficionado a la tauromaquia, donde me gustan los animales es en el campo, a cielo abierto, pastando y corriendo por las dehesas. Por eso disfruto cada vez que puedo acercarme a La Cabañuela y contemplar el ganado a sus anchas. Pero eso no quiere decir que no entienda que exista la fiesta nacional y no lo vea también no solo como una tradición, sino como una atracción. En torno al toro se viven los Sanfermines, desde la mañana a la noche. Dicen los navarros que la fiesta aporta a la comunidad foral 74 millones al año por el reclamo en todo el mundo que supone.

La primera corrida de toros a la que fui era un regalo de cumpleaños de mi padre –gran aficionado-. Me llevó a Oviedo, creo recordar que celebraba los 14 y hasta esa edad no se podía acudir a la plaza. Allí estaban los diestros Julio Robles –malogrado posteriormente por una cogida-, Palomo Linares –hubo suelta de palomas- y me parece que El Niño de la Capea. Lo que más me sorprendió no fue el tamaño de las reses, ni la plaza, ni los puros… fue el paso del blanco y negro al color. Hasta ese momento lo que había visto de la fiesta había sido a través de la televisión en tonos grises, y allí me encontré con un espectáculo de diversos matices y sobre todo colorido. Y me flipó.

No había entonces batallas culturales que dirimir, ni animalistas que convencer. La feria taurina era, y sigue siendo, un lugar de encuentro, muy diferente en todos y cada uno de las ciudades donde se celebran. Pero al menos hasta este momento, generan buenos datos económicos, pese a la crisis que también ha llegado. En el año anterior de la pandemia, más de 4.500.000 personas acudieron a una corrida a lo largo de la temporada de 2019. A  la Feria de Abril le llegan 20 millones anuales por este motivo. En San Isidro la repercusión en la economía de Madrid alcanza los 70 millones. En toda España, el impacto supera los 4.250 millones de euros. Y subvenciones, las justas, el Ministerio de Cultura dedica 65.000 euros anuales a la fiesta, 35.000 para la Fundación del Toro de Lidia y 30.000 para el premio nacional de Tauromaquia. También hay aportaciones de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos, pero no he encontrado datos cuantificables para publicarlos, aunque soy consciente de la aportación en Castilla y León a la tauromaquia, declarada Bien de Interés Cultural desde 2014.

Evidentemente son muchos más, no hay más que ver el número de espectadores, las personas favorables a que perdure la fiesta frente a lo contrario. También es verdad que en Gijón, mi ciudad, la feria por ahora ha sido eliminada por la alcaldesa, debido a dimes y diretes, y ha sido la alcaldesa de Santander la que ha ido a vender a mi villa su feria a la desolada afición, pero que tampoco ha salido a la calle mayoritariamente para protestar por la ausencia de toros.

Para los defensores de la fiesta, hay un libro de Rubén Amón ‘El fin de la fiesta. Por qué la tauromaquia es un escándalo y hay que salvarla…’ que es capaz de convencer a los antitaurinos.  Son múltiples las razones a favor de esta tradición. Y no sería bueno perderla.

‘Qué leer cuanto antes’

En este libro el profesor y escritor afincado en Burgos, José Ramón Ayllón, se atreve a enumerar los textos que debemos conocer

Vivimos inmersos entre estadísticas, listados, ‘influencers’… Contamos con las 100 mejores películas en Netflix, las 10 mejores series en HBO, los 25 destinos turísticos que no te deberías perder e incluso Amazon te dice aquello que debes comprar periódicamente … Hay unas listas  también frecuentes en los pocos suplementos culturales que aún quedan como es la de los libros más vendidos, de ficción o no, los infantiles y los de poesía.

Ahora que llega tiempo de descanso para algunos –no olvidemos tampoco que prejubilados o pensionistas cada vez son más, y esos se supone que gozan de minutos- se acaba de publicar un libro ‘Qué leer cuanto antes’  (Homo Legens, 2022) por parte del escritor y profesor José Ramón Ayllón, un cántabro afincado en Burgos, que si bien todas las enumeraciones son subjetivas, son todos los libros que están aunque es probable que no estén todos los que son. Un listado que incluye a autores tan diferentes como Orwell, Frankl, Homero, Shakespeare, Dostoievski, Ginzburg, Bobin, Cunqueiro, Jiménez Lozano, Delibes, Manrique, Machado……

Más de medio centenar de títulos que a buen seguro habrán pasado unos cuantos de ellos por sus manos, amigo lector, y otros tiene pendiente de hojear. Pero entre ellos, este docente de historia y filosofía, destaca un Top Ten de imprescindibles con ensayistas, novelistas, poetas… Homero, Sófocles, Platón, Marco Aurelio, San Agustín, Cervantes, Shakespeare, Calderón, Dickens, Dostoievski.  No sería fácil eliminar a uno para sumar a otro, aunque para gustos no hay nada escrito, más para el autor de ‘Qué leer cuanto antes’ forman parte de otra galaxia estos creadores.

Del resto podemos encontrar uno de los libros más vendidos como el Diario de Ana Frank, o un semi desconocido en España Autorretrato con radiador, de Christian Bobin. ¿Y los autores en castellano? Borges, Cunqueiro, Chaves Nogales, Delibes, Galdós, Sábato, Juan Ramón, Jiménez Lozano, Machado, Jorge Manrique, Julián Marías, Miguel D’Ors.

Algunos autores no sorprenden proviniendo de un profesor de Filosofía e Historia. Y están los que no podían faltar: Chesterton, Frankl, Orwell, Pernaud, Tolkien, Tolstoi, Goldin, Kapuscinski… o descubrir joyas como Cartas y Diario de Etty Hillesum, Verde Agua de Marisa Maieri, La comedia humana de Saroyan, o Un árbol crece en Brooklyn por Betty Smith.

Total, que puede elegir este verano entre apantallarse con La casa de papel (versión coreana), Now and Then, Vikingos, Rapa, Operación Marea Negra, Intimidad, La edad dorada, Peaky Blinders, Outer Range, The Umbrella Academy, The Staircase, Tiempo de Victoria o por supuesto Stranger Things (la preferida de uno de mis sobrinos)  por citar solo series de 2022, o imbuirse de nostalgia, belleza, amor, y especialmente sensibilidad con la lectura de libros que recordará siempre, y que usted puede completar con la colaboración de amigos y, por supuesto, Google, que siempre le recordará  los más vendidos.

Ah, y leer es gratis, si tiene dificultades económicas, solo tiene que hacerse el carnet de una biblioteca.

 

 

¿Horarios del AVE?

Que no vengan con quisicosas ahora además para los horarios de los trenes y los precios de los mismos

Cuando escribo estas líneas desconozco nuevas informaciones relativas a la alta velocidad y Burgos. Salvo que han invitado al Rey a que inaugure el trayecto entre Valladolid y  la Cabeza de Castilla, un tramo que debió estar abierto hace más de un lustro.

De todos modos, en infraestructuras y transportes estamos gafados. Tenemos un aeropuerto sin vuelos de pasajeros y menos mal que contamos con una escuela de pilotos para su uso y algunas empresas con directivos internacionales. En todos estos años RGS –el nombre de nuestra pista- apenas ha tenido ocupación, y hemos sido incapaces de que se pudiera ir y volver a Barcelona en el mismo día.

Ahora hay quien recuerda que ya hace años lo que se pedía era una lanzadera eficaz con el ahora ‘Adolfo Suárez’ y de hecho Iberia presentó en Burgos su oferta de facturar en la estación de autobuses a cualquier destino del mundo. ¿Dónde habrá quedado? Porque ilusionados si estaban los profesionales de la aerolínea. Y en el Museo de la Evolución tuvo lugar la presentación de la oferta.

¿Qué va a ocurrir ahora con el AVE, o lo que tengamos sobre las vías? Vamos a ser capaces de aprovechar  un día completo  para ir y volver de Madrid con el tiempo bien aprovechado. No se esperan milagros de momento para los vascos del norte, el que salgan a primera hora desde su estación de Abando y vuelvan a otra decente por la noche. Con el trayecto actual pillan el tren a las 9.20 de la mañana, un Alvia, y llegan a Madrid a las 14.28 y si quieres volver en el día solo te da tiempo a un tentempié en Chamartín para subir de nuevo al andén a las 16 y llegar a la capital del bocho a las 21h. Estos tendrán que esperar. Pero ellos sí tienen pájaros que vuelan.

Dos apuestas ‘madrugadoras’. – ¿Pero los castellanos podrán coger algo razonable? Ahora tenemos un Avant a las 9 y tres horas y media después aparca en Madrid –demasiado tiempo-. Creo que los burgaleses son madrugadores y estarían dispuestos a esperar un tren en Rosa Manzano a las 7 a.m. para encontrarse a las 8.30 en Madrid –pasando por Pucela claro-. Lo creo y estaría dispuesto a apostar por este horario para este convoy. Precisamente a las 7.15 ya sale uno de Valladolid, habría que ubicarlo en Burgos veinte minutos antes.

De Madrid viaja uno a las 8.10 –Alvia-  y a las 10.36 está en Burgos, pero por qué no solicitamos para los madrileños y facilitarles su desplazamiento que el Alvia que tiene prevista su salida de Chamartín a las 7.08, y llega a las 8.07 a Campo Grande en Valladolid aterrice en Rosa Manzano a las 8.30. También apostaría por esta alternativa. Porque sería útil además a los vecinos de Valladolid que vienen a Burgos a trabajar todos los días.

Solo falta ahora con lo que hemos esperado y el pelo que nos han tomado que vengan con quisicosas para los horarios de las líneas y el precio de las mismos.

25 años

Fue un mes de julio para no olvidar con la liberación de José Antonio  y la cuenta atrás de Miguel Ángel

Los del turno de julio se preparaban ya para las esperadas vacaciones. No había sido un curso fácil el inicio de 1997. Qué poco esperábamos que la madrugada del primero de mes se produjera precisamente la noticia del año. En enero ETA había vuelto a asesinar a un militar tras el anuncio de HB de “un futuro de sufrimiento”. En febrero, un nuevo asesinato a un magistrado del Supremo en Madrid y en Granada a un peluquero, que trabajaba en una base militar. Ese mismo mes, acaban con la vida de un industrial vasco en Tolosa y de un policía judicial con una bomba lapa.

Era el año de Dolly, de la inauguración de CNN en español, del descarrilamiento de un tren en Huarte Araquil -22 fallecidos-, del lanzamiento del Pókemon, de los acuerdos de Gery Adams y Tony Blair, del ingreso en la OTAN, del primer libro de Harry Potter…

Y todas las semanas, los quince minutos en silencio más largos de mi vida en las concentraciones de la Plaza Mayor de Burgos pidiendo la libertad de José Antonio Ortega Lara. Y la del empresario vasco también secuestrado Cosme Delclaux. Pero eran dos retenciones diferentes, y la primera un chantaje sin final.

Esa madrugada del primero de julio fue confusa, la radio daba la liberación de Delclaux mientras no muy lejos, en Mondragón, la Guardia Civil luchaba por encontrar al funcionario de prisiones burgalés. Precisamente esa constancia permitió que se derrumbara uno de sus carceleros, y pudiera ser soltado. La noticia corrió como la pólvora en las redacciones de los medios. Era el encierro más largo perpetrado por la banda terrorista que puso a prueba al Estado y a la Guardia Civil. 532 días.  El empresario vizcaíno había estado 232 y su familia tuvo que pagar cientos de millones.

Burgos estaba en fiestas y la casa de José Antonio, entonces en Eladio Perlado, comenzó a verse rodeada de burgaleses. No era fácil de creer que estuviera libre. Pocas personas podían haber mantenido la esperanza ante el pulso etarra. La familia en algún momento sí supo que todavía no había fallecido, pero el propio secuestrado había pensado en quitarse la vida porque ya no podía más, pese a su recuerdo a sus seres queridos y en su fe. En DB publicamos una edición especial y brindamos con cava.

Esas vacaciones ya no fueron las mismas. Tuve que retrasarlas aunque mantuve el destino: San Sebastián, y precisamente al poco de la llegada a la capital donostiarra se produjo la cuenta atrás del joven concejal Miguel Ángel Blanco. La mayoría de los españoles nunca olvidaremos esos días, y menos si estábamos en San Sebastián, con los filoetarras encerrados en sus herriko tabernas, o alejados de las sedes de su partido donde nos manifestábamos y donde pedíamos a los ertzainas que se quitaran los cascos para aplaudirles. La calle no volvería a ser suya. Y eso será difícil de olvidar, igual que los centenares de muertos que impiden perdonar.

Rafa ATD6-148

No es un fósil cualquiera, sino uno de los que preludia lo que se puede encontrar cuando se trabaje a fondo, para lo que pueden faltar apenas una o dos campañas, en el nivel 6 de la Gran Dolina, en la trinchera de la Sierra de Atapuerca. Algunas catas han mostrado ya hace lustros una nueva especie, el Homo antecessor, descubierta en territorio burgalés y que merece dar grandes satisfacciones a la arqueología mundial. Algún codirector de las excavaciones ya ha anunciado que alcanzará a ser una ‘orgía’ de huesos de una especie única la que se debe hallar en ese estrato.

ATD6-148 es precisamente el húmero izquierdo de un individuo adulto; ya se había encontrado poco antes uno infantil, ATD6-121.  Bermúdez de Castro anticipó con este hallazgo de lo que es capaz un brazo fuerte zurdo, y por eso le bautizó Rafa, en homenaje a Nadal, número 1 del mundo en el tenis, y esencialmente de una especie, el antecessor, que significa los primeros, los avanzados, los que abren camino, como nuestro ilustre manacorí. Rafa se sumaba tras su descubrimiento a otros restos con nombres míticos como Miguelón, Benjamina, Agamenón, Prometeo o Elvis… que se pueden contemplar en el Museo de la Evolución Humana, junto a la especie de ursus localizada en la sierra, la del bueno de Isidro.

El fósil Rafa evidencia un individuo bastante robusto y presenta inserciones musculares muy desarrolladas, como la del tenista. Hace diez años que recibió el ‘bautismo’, y junto a la mayoría de los restos de esta especie se conserva con mucho cuidado dada su antigüedad y en espera de contar con un mayor número de piezas. Muestra también signos del canibalismo  que tuvo lugar hace un millón de años. El húmero fue quebrado para obtener la médula. Las marcas de corte son evidentes y algunas partes fueron destrozadas para separar las masas musculares.

Miguel Induráin ya ha estado cara a cara frente a Miguelón, el cráneo 5. También Del Bosque ante el pie reconstruido del preneandertal en respeto al entrenador campeón del mundo y de Europa. Rafa Nadal conoce la reproducción del húmero tras dos encuentros con personas del Sistema Atapuerca, por intermediación del COE y de KIA, patrocinador oficial del campeón.  Ojalá pueda conocer también el lugar donde se encontraron y donde se exhiben.

Y, por cierto, todavía falta por nombrar de manera definitiva la especie de los restos de la Sima de los Huesos, descartados los heidelbergensis, y cercanos a los neandertales… y del Homo sp, con pocos fósiles en la Sima del Elefante, y todavía pendientes de ‘adjudicación’, y no se descarta que si son especies únicas se nomine con un nombre burgalés como ya lo tiene otro resto clave de antecessor, la mandíbula Jimena. Mientras tanto en puertas de una nueva campaña que como todas no dejará de sorprendernos.