Garoña DEP

Ojalá me equivoque, pero la sensación es que el cierre de la Central Nuclear de Santa María de Garoña ya no tiene vuelta atrás. Y no solo por la intención política de Pedro Sánchez y sus posibles aliados si llegan al gobierno de la nación como antaño hizo Zapatero, sino por el escaso interés que parecen tener desde la empresa que gestiona la central, Nuclenor, cuyas decisiones, igual que las del Consejo de Seguridad Nuclear, son demasiado lentas para adaptarse supuestamente a las necesidades exigidas para su ampliación hasta 2031 que pueda dar continuidad a la central más antigua de España.

Por otro lado, el mensaje del ministro del ramo, José Manuel Soria, empieza a parecer cansino, siempre opina favorablemente en favor de la reapertura de la central , que lleva más de tres años parada, pero no parece que se de ningún paso ni aceleración en favor de la ampliación de su operatividad. Más bien aparecen chinitas en el camino sorpresivamente,. Tres años sin ‘movimientos’ me parecen, al menos, excesivos como para pensar que hay un especial interés en su continuidad. Ya ni Greenpeace se cuelga de la misma.

Tampoco es que conozcamos de forma clara el ‘mix’ energético que tanto pretendió el gobierno de Zapatero o ha intentado el gobierno de Rajoy; preocupados más por el rescate y el empleo; mientras seguimos comprando electricidad a nuestros vecinos franceses que continúan con sus centrales nucleares a pleno rendimiento. Por no conocer, apenas sabemos cómo avanzan las posibles licencias medioambientales para las primeras explotaciones de fracking en la provincia de Burgos, porque se supone que la situación actual del precio del barril de petróleo no será permanente y que siempre hay que seguir buscando nuevas fuentes energéticas. Al final va a ser el petróleo de La Lora, cuya empresa sí piensa en invertir, la mayor fuente energética de nuestra provincia.

Incluso el propio presidente de Iberdrola acaba de pedir en Davos el cambio del ‘mix’ energético mundial y ha insistido en que la generación hidroeléctrica, la eólica terrestre y marina y la solar fotovoltaica liderarán la transformación del nuevo modelo, para lo que pide una mejora en las redes y tecnologías de respaldo y almacenamiento. Galán cree que en los próximos años habrá un aumento de un 40 por ciento en la demanda energética hasta 2040. Ni una palabra sobre nucleares.

Así que ni Sánchez ni Iglesias se apunten ningún tanto. Garoña está cerrándose paulatinamente, y aunque el problema del empleo no sea inmediato en la comarca, porque el demantelamiento de la misma exigirá personal y tiempo, si es cierto que el norte de la provincia, incluido Miranda, necesita un plan industrial a corto y medio plazo. Porque las últimas noticias sobre posibles empresas tampoco van siendo positivas. Y ojalá me equivoque.

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