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75 años, y en paz

¿Qué es lo que pasa por la cabeza de una persona de 75 años, con algún problema médico, para trasladarse al centro del origen del ébola? Justino Izquierdo había vivido en Liberia casi 40 años, durante más de 10 había sido director del hospital que los hermanos de San Juan de Dios habían levantado en su capital, Monrovia, fruto, sobre todo, de mucho esfuerzo personal y económico.

Un hospital que ha conocido muy de cerca el hermano Justino, así como sus dos compañeros de orden fallecidos por el maldito virus, que ha acabado con la vida de casi 5.000 personas en el corazón de África. Pero ese hospital estaba cerrado y Justino quería reabrirlo, junto a dos compañeros de la ONG que precisamente con miras al tercer mundo han organizado los hermanos de San Juan de Dios.

Justino, cuando escribo estas líneas no se ha confirmado todavía como negativa la segunda prueba de ébola, aunque es lo previsible, tiene que tener un corazón muy grande, para lanzarse a viajar hasta Liberia, pese a las dificultades personales. Sus propios compañeros le fijaron el tiempo que debería estar allí. Un mes. E incluso el viaje tenía la fecha de billete de vuelta cerrada.

Y se lanzó al vuelo. Al final los gobernantes liberianos no permitieron la reapertura del Hospital de San José, pese a sus insistencia, mientras convivía con otros misioneros. Probablemente todo su esfuerzo, el traslado, el vuelo, la miseria que volvió a comprobar con sus ojos, menoscabó la salud del hermano y en el viaje alcanzó unas décimas de fiebre, aquellas por las que fue ingresado en el hospital Carlos III para su observación y dónde todavía sigue.

Hay que estar muy en paz consigo mismo, con los demás y con Dios, para afrontar lo que ha hecho Justino, y no solo Justino, sino -como lo hicieron previamente- Manuel García y Miguel Pajares, sus dos compañeros muertos por el virus, o las decenas de misioneros que todavía se encuentran en Sierra Leona, Liberia, Nigeria… En Burgos sabemos mucho de entrega sin condiciones, de hermanos Maristas asesinados a machetazos en Zaire, mientras atendían un campo de refugiados atacados por la milicia ruandesa; de jesuitas, dedicados a la educación, a tiros en El Salvador por militares de ese país centroamericano. O el trabajo abnegado de miembros de ONGs que se encuentran también en países del Tercer Mundo intentando prevenir y limitar los efectos de enfermedades infeccionsas, jugándose su propia vida.

Pero no hay que acercarse necesariamente a África, a Asía o a algún país americano. En España, en el primer mundo, todavía hay gente que vive y muere sola, personas que necesitan tener cerca a un ser humano que le fortalezca en esas últimas horas, o en momentos difíciles de su vida. En esto también Burgos es solidaria, y son muchos los jóvenes y mayores que pertenecen a organizaciones solidarias que nos elevan el alma y nos hacen más humanos.

Un nuevo Centro de Salud en Gamonal

Entiendo que la crisis se haya llevado por delante infraestructuras aparentemente innecesarias. Hasta puedo comprender también que se retrasen otras algo más necesarias. Hay asuntos, sin embargo, que no cabe ni entender ni comprender colocando además a las crisis como excusa, como puede ser el retraso de más de un año para algunas pruebas médicas, como recientemente se conocía el tema de las mamografías a las mujeres en el Hospital Universitario de Burgos, u otras intervenciones similares de las que puedo dar fe. Si en las campañas de salud ahora en lo que más se insiste es en la prevención, y luego no se puede ejecutar la misma, resulta entonces una propuesta incoherente ante la imposibilidad de realizarla, además de peligrosa, porque cada vez se acentúa más que precisamente la prevención es la que facilita la curación posterior.

Hay otros casos en que también la crisis ha servido como excusa, como la construcción de un nuevo centro de salud para el barrio de Capiscol y el G-9 fundamentalmente. En Burgos, la mejora de los antiguos ambulatorios ha sido notable y su conversión en casi todos los barrios estupenda. Pero queda un territorio en el que viven cerca de 20.000 personas que cuenta con un espacio desde hace casi treinta años que resulta reducido para todo el ámbito que tiene que atender. Es más, ya hay un proyecto básico presentado por la propia Junta de Castilla y León -que debe estar en un cajón- tras la cesión que el Ayuntamiento hizo de una parcela de 6.000 metros cuadrados en el Silo de Capiscol en 2009. Incluso el 2011 la administración regional destinó una partida para el mismo que no se usó… y se perdió.

Podría darse la posibilidad que el próximo año, de elecciones municipales y autonómicas, el nuevo Centro de Salud de García Lorca vuelva a aparecer en los presupuestos y más tarde en las propuestas electorales de todos los partidos, tras pasar una legislatura sin pena, ni gloria, pues incluso con este retraso bien estaría para las miles de familias que son atendidas actualmente en un viejo espacio que además necesita ser mejorado. Pero ojalá no se llegue a esa situación y en unas pocas semanas, nuestros próceres, sin comicios inmediatos, reconozcan que se puede hacer mejor y que han dejado una propuesta inclumplida y se vuelvan a poner manos a la obra. Y con las listas de espera, eficacia, por favor, eficacia y coherencia.

Por dónde empezamos … o acabamos

Entiendo que la obra pública es necesaria. Crea empleo, aporta mejoras a la ciudad, la hace competitiva con otras del entorno a la hora de atraer visitantes, y sobre todo genera expectativas. Con la paralización de lo que iba a ser el aparcamiento de la calle Vitoria y el cuestionamiento del futuro pabellón Arena como espacio multiusos, dos de las obras más emblemáticas del final de legislatura del Partido Popular, parece que al menos estas dos hasta las próximas elecciones van a desaparecer de los papeles. Evidentemente, hay temas básicos que la sociedad demanda, como son la educación y la sanidad pública sobre la que se basa el estado de bienestar pero en este campo poco se puede aportar desde los municipios.

¿Se han quedado obsoletos los programas electorales o cabe repescar algunas de sus propuestas? En el socialista quedaba clara la construcción de ese pabellón polivalente multiusos, le dedicaban su espacio. Aparecen también puentes sobre el río Arlanzón en diversos lugares de la capital lejanos del centro como es el caso de la Milanera. O ¿qué hacemos con el antiguo Hospital General Yagüe? Nos gastamos -los contribuyentes lo pagamos- unos cuantos millones de euros en una dotación sociocultural como también proponía el PSOE o la crisis ha puesto un tope en el capítulo de inversión presupuestaria.

¿Y las áreas de rehabilitación integral tan solicitadas por los vecinos? Menos mal que los de San Cristóbal de momento siguen adelante pese a la lentitud administrativa. Regreso a la idea de la pasada semana, si el concejal de este barrio hubiera sido elegido por los vecinos y no en una lista cerrada probablemente ya estaría arreglado. Por otra parte, ¿compramos autobuses o los seguimos utilizando el renting?

Y cuántos aparcamientos deberían hacerse en los barrios. Menos mal que a algunos ex alcaldes les entró esta fiebre, sino no tendríamos el de la Plaza Mayor -¿se hubiera hecho ahora? – o el de la Plaza de Vega, o el de Virgen del Manzano, que también contó con oposición vecinal. Pero era un hecho que beneficiaba a la ciudad. Los programas de todos los partidos están llenos de lugares donde serían necesarios, y quién le pone el cascabel al gato.

¿Completamos ya el carril bici y cerramos definitivamente el cinturón verde? Como en la estación la aportación es europea, más eficacia para nuestros ediles y empezarla ya. ¿Y el Monasterio de San Juan? ¿qué opina la oposición? ¿Y con los mercados que con la nueva ley ya dejan de ser competencia municipal? Cumplimos la norma y los abandonamos, o potenciamos el de la Plaza de España para mantener puestos de trabajo y generar negocio.

Saben, acabo de tirar los programas electorales que conservaba a la basura, todavía están en internet por si algún día me viene la tentación de comprobar la incongruencia y la incompetencia. Parece que toca ser más posibilista que pragmático, pero ello no implica una ciudad paralizada ni tampoco dejar de gobernar, con mano izquierda, pero con el poder que te legitiman las urnas en un estado democrático. Ni somos un estado asambleario -al menos de momento no lo hemos elegido- ni dictatorial.

El paro sigue siendo la noticia del año

Los datos de desempleados y la Encuesta de Población activa nos ofrecen cifras concluyentes, aunque todavía no conocemos el saldo definitivo del 2013 a punto ya de finalizar el año. En Castilla y León, por ejemplo, en uno de cada diez hogares ninguno de sus miembros percibe salarios.  Y estamos en una comunidad que con sus altos y bajos ha peleado con esta lacra del paro, porque hay otras regiones donde el porcentaje supera el 20 por ciento como Andalucía o Canarias, o el 15 por ciento de estas familias como Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, Extremadura o Murcia. Casi que podemos sentirnos unos privilegiados. Y Burgos hasta estos últimos meses había tenido la suerte de esquivar los malos augurios del desempleo. Las últimas cifras conocidas nos dicen que son más de 30.000 las personas que no tienen trabajo, de ellos 1.784 pertenecen a la Agricultura, 4.785 a la Industria, 4.412 a la Construcción y 17.219 al sector Servicios. Sin empleo anterior suman 1.292 vecinos de Burgos y su provincia. Significativo ese tercer sector.

No hace muchos meses, en este mismo espacio de esta Página Par, señalaba que aunque nos ocupa y nos preocupa mucho el turismo, porque al final deja empleo en un área tan fundamental como es el de Servicios, la competencia sigue siendo atroz en todo nuestro entorno; cada ciudad busca ofrecer alternativas de todo tipo y condición. En Burgos contamos con tres Patrimonios de la Humanidad únicos, como es el caso de la Catedral de Burgos, el Camino de Santiago y los yacimientos de Atapuerca, completado con el Museo de la Evolución Humana. Hay uno inmaterial que es nuestro paisaje tan diverso de norte a sur, y otro cada vez más material como es la Gastronomía. Son miles los peregrinos, en un gran número internacionales, que atraviesan nuestra provincia. ¿Volverán como viajeros? Esperemos que el estudio que encargó la Fundación Proyecta revele este y otros datos, como el del número de personas que pasan por Burgos aunque no duerman. ¿Qué podríamos hacer por ejemplo con los miles de británicos que viajan con Britanny Ferris hasta Santander con su coche en un ferry y desde allí van en búsqueda del sol y que la mayoría atraviesan nuestras carreteras? ¿O como podríamos atraer a los también miles de visitantes internacionales que se acercan al Guggenheim, una marca cultural ya consolidada? Sin duda, en el turismo se están haciendo las cosas bien, pero siempre quedarán temas por avanzar.

Y luego está la Industria, revelaba el presidente de la patronal en este periódico la importancia de Burgos como capital industrial de Castilla y León. Bien está la capitalidad de la justicia, pero me gusta más esta otra. Qué podemos hacer de nuevo en esta etapa que se abre para los próximos años de mejora de la economía para brindar esos centenares de miles de metros de suelo industrial que tenemos en este territorio. ¿Tiene realmente el Ayuntamiento burgalés todos los medios puestos para ello? ¿Los tiene la Junta? Con el acuerdo del Metal se ha demostrado que en esta tierra se cede por las partes implicadas y que mantiene una paz social importante.

Está bien el Turismo y la Gastronomía, y no parece que debamos desviarnos de la senda emprendida por parte de administraciones y particulares, pero no olvidemos la industria, es el sector más representativo en Burgos si lo comparamos con el resto de Castilla y León y por ello tendría que seguir siendo el más apoyado.

La memoria del cine

No serán pocos los burgaleses que todavía retienen en su memoria los nombres de Avenida, Rex, Consulado, Coliseo Castilla, Cordón… como algunas de las salas de cine que a lo largo del siglo pasado albergaba la capital castellana. Todos ellos han desaparecido para dar paso a dos multisalas, una de ellas también con problemas de supervivencia. Y no será porque a los ciudadanos no les gusten las proyecciones en pantalla grande –la televisión, y las series ahora en auge, no son lo mismo, aunque cuentan con millones de seguidores- sino en muchas ocasiones por el incremento de precios que ha hecho al cinéfilo habitual restringir sus visitas a estos lugares que incluyen palomitas y coca colas como parte de su negocio, necesario, para mantenerse.

Hubo una época de oro en la cinematografía burgalesa –que ahora va a recrear en un libro Juan Carlos Pérez Manrique- y pareciera que en estos momentos estuviera todo en declive, salvo que no sea un espejismo lo ocurrido en  la Fiesta del Cine, donde no solo ciudadanos de Burgos, sino de toda España, hasta más de un millón y medio, consumieron en tres días entradas a 2,90 euros, habiéndose registrado previamente en una web, bien es cierto que con una cartelera con atractivo. Aquí, tanto Van Golem como Box, contemplaron filas que no habían visto en su propia historia, coincidiendo el día de más entradas con un partido de Liga de Campeones del Real Madrid. Y tampoco parece un espejismo cuando 80 millones de espectadores en España acuden anualmente a contemplar una película en las salas, manteniéndose el cine como un referente de ocio. Parece que el objetivo de esta gran Fiesta cinematográfica era recuperar el hábito de ver películas en pantalla grande como lugar natural, pero ahora resta saber las conclusiones que han podido sacar todos los implicados, desde las distribuidoras y exhibidoras, hasta el propio Gobierno con su 21 por ciento de IVA.

Una entrada, aparte de ese IVA, tiene el 55 por ciento para la distribuidora, un 42 por ciento para las salas, y un 3 por ciento para derechos de autor. Si cogemos como ejemplo la entrada de 8 euros, tras aplicarse el IVA, restan 6,61  euros, de los que 3,63 va a productoras y distribuidoras, y 2,27 a los exhibidores, las propias salas, y 0,19 céntimos se distribuyen para las entidades de gestión, vamos la SGAE. Que el precio influye es evidente si nos remontamos a que hace 10 años, con 4,80 euros por entrada fueron 143 millones los espectadores, y el año pasado con 7 euros, 94 millones.

Mientras muchos de los productores, distribuidores y exhibidores buscan en la piratería a los culpables. Y otros como Montxo Armendariz  o Alex de la Iglesia en cambio apelan a la distribución y exhibición para que apuesten por rebajar el precio de las entradas. La pelota está en muchos tejados, también, no me olvidaba, en ese maldito IVA.

 

 

Yo también soy José Antonio

Este domingo en muchas ciudades españolas se habrán desarrollado concentraciones en contra de la excarcelación de los presos etarras hasta que no cumplan su condena íntegra de acuerdo a una doctrina aprobada en España pero desestimada en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.

También en Burgos, donde habrá estado –escribo estas líneas antes de la celebración de la  misma- el preso español qué más tiempo permaneció secuestrado por los esbirros de esta banda. 532 días, 12.768 horas sin ver la luz del sol, consumido y condenado a morir, si no hubiera sido por la suerte sumada al trabajo de las fuerzas de seguridad. Nunca ha sido contado de forma oficial cómo encontraron el zulo hace ya 16 años, pero en la mente de estos desalmados estaba abandonarle, viendo que todo había sido motivado por un chantaje contra el Estado y que ni desde el primer día del rapto se pensaba en la libertad de este ciudadano burgalés, hasta tal punto que cuando apareció el guardia civil por la puerta de esta tumba de vivos, el antiguo funcionario de prisiones solo pidió que le dejaran morir en paz en ese habitáculo de 3,5 metros cuadrados, bajo tierra, sin duda mucho mejor que cualquier cárcel del territorio español. Hace ya más de un año que uno de los secuestradores, el que comentó a la guardia civil durante el reconocimiento del taller de Mondragón ‘que se muera de hambre ese carcelero’, pasea por las calles de su pueblo tras ser puesto en libertad debido a una enfermedad grave, según los informes médicos de un Hospital.

Parece que un seguimiento de uno de los miembros de la banda en París finalizó con otro en Mondragón y muchas dosis de paciencia hasta llegar esta localidad guipúzcoana, Arrasate en euskera, que ahora precisamente sufre por el cierre de una de las empresas más emblemáticas, Fagor, de la cooperativa que tiene su sede en este lugar.  José Antonio Ortega Lara es desde entonces una de las  imágenes más visibles de la lucha contra el terrorismo, la del imperio de la ley y la de la eficacia del trabajo de las fuerzas de seguridad. Una ley que durante el tiempo de su cautiverio aliviaba las penas con cierta parsimonia lo que motivó la aplicación de la doctrina Parot y la modificación del Código Penal. Una doctrina que ahora es cuestionada.

Sin embargo, el propio José Antonio ya había afianzado su postura contra cualquier ‘debilidad’ y posible negociación. Lo hizo ante el gobierno de Zapatero, y ante el propio de Rajoy, abandonando las filas del Partido Popular, del que los etarras encontraron su carnet cuando fueron a buscarle en su garaje.  No le gustaba lo que veía, o lo que podía llegar a ver.  Aunque llegara al desarme de decenas de asesinos, deberían pagar por los múltiples asesinatos que realizaron, y devolver la justicia y dignidad que le arrebataron a la sociedad. Por eso se manifestó José Antonio este domingo, y por eso yo estuve también con él, a la misma hora, en la Plaza Mayor burgalesa.

Columna publicada en Diario de Burgos el 28 de octubre de 2013

 

Luces y sombras en el albero

Mi padre era un gran aficionado taurino, muy grande, como padre y como aficionado. Así que decidió cuando cumplí los 14 años –entonces la autoridad no permitía a menores entrar a los festejos- que mi regalo sería asistir a una corrida de toros. La más cercana en fechas a mi cumpleaños era en Oviedo, con un cartel entonces de lujo, y muy castellano: Julio Robles, El Niño de la Capea, Palomo Linares. Los tendidos llenos y la plaza alborozada y en colores. Lo único que había visto de la fiesta nacional era a través de un pequeño televisor y, por supuesto, en blanco y negro. Y eso fue lo que más me sorprendió: la vida también allí, en ese recinto en Oviedo, era en color, casi lo recuerdo tanto como el cambio de los periódicos del  blanco y negro a los colorines. Y también sorprendía el jolgorio. Estaba Palomo y soltaron palomas, claro. De lo ocurrido en el albero no conservo nada en mi memoria.

Desde ese momento heredé una cierta afición –no era pasión como la de mi padre y uno de mis hermanos que llegaron a fundar una peña en Gijón- que me hizo seguir más o menos las carreras de los diestros, asistir a alguna corrida y respetar al menos el oficio, el valor, y también la raza de los animales.

Gracias a Antonio Bañuelos, cuando vine a Burgos, comenzó a gustarme más el campo que el albero. Y ver a esos morlacos libres por La Cabañuela eran indudablemente sensaciones distintas a las que ocurrían en la plaza. Y fue dejándome de gustar la feria –la culpa, al empedrado: toreros, ganaderías…- y ahora no pagaría un euro por asistir a una corrida de toros, salvo que fuera una ocasión excepcional o un compromiso ineludible, pero de esos hay pocos.

No soy anti taurino y respeto profundamente a aquellos que defienden los toros. Y en Burgos es el alma de la fiesta. Es imposible imaginar –aunque también pudiera que ocurriera, como ha pasado en otras capitales que luego la han recuperado- las fiestas de San Pedro y San Pablo sin toros en el albero y sin paseíllo de las peñas con sus charangas a todo trapo. Pero parece un gasto innecesario –quizá hace unos años no- tener un edificio como es el de la plaza de toros de El Plantío vacío todo el año para un uso de una semana en 365 días, debido precisamente a que este inmueble no está preparado para celebrar casi ningún otro evento, como pudiera ser el caso de la cubierta de Leganés o de Vista Alegre. Pero esta ciudad es Burgos, y tampoco puede multiplicar sus actividades para que una nueva plaza sea utilizada, teniendo un Fórum recién abierto.

Parece que la próxima será la última feria en el coso actual. Que siga la fiesta, pero con el menor dinero posible a costa de los vecinos de Burgos. Y ojalá se tornen luces para que la financiación privada asuma la construcción del nuevo recinto que sirva para la celebración de la feria. Pero si no puede ser en el 2014, tampoco se produciría una gran hecatombe.

 

Una ciudad ‘enredada’

Para muchos, Burgos, con su tradición, con su historia y su patrimonio, no pudiera parecer una ciudad embarcada en las Nuevas Tecnologías. Es cierto que si en el Hospital de la Concepción se hubiera apostado por el Centro de Nuevas Experiencias Digitales de Castilla y León, hubiéramos contado con un edificio emblemático. Pero no ha podido ser, pese al impulso de algunos concejales, y el desapego de otros.  Sin embargo, Burgos es pionera en eventos cercanos a las redes, desde internet a las sociales, y vinculadas también a los emprendedores, surgidas también desde las nuevas tecnologías.

Iniciador tiene que buscar cada mes un lugar para acoger a decenas de asistentes. El último, la cafetería Evo, en el Fórum, se quedó pequeña.  Son la mayoría de sus organizadores jóvenes, ilusionados, y que no cuentan con remuneración. Su objetivo es la relación, el networking que ahora se estila. Y los ponentes suman un alto nivel de ello. Los asistentes, muchos estudiantes, emprendedores, y burgaleses. Y pocos políticos. La iniciativa fundamental, la de los Jóvenes Empresarios, a la que se han sumado también patrocinadores como la UBU, Cámara, FAE y CEEI. Esta iniciativa que ha llegado a Burgos se realiza también en otros lugares del territorio español.

TechDAY60 2012 es otra cita mensual organizada por CSA con empresarios para analizar en 60 minutos los últimos avances tecnológicos. También la sede puede variar, en función de los destinatarios. Y seguimos sumando eventos, en breve también comenzará en Burgos el TEDxBurgos.  TED es un evento anual en el que algunos de los pensadores y emprendedores más importantes del mundo están invitados a compartir lo que más les apasiona. TED significa Tecnología, Entretenimiento y Diseño. TED por su parte ha creado TEDx, un programa de conferencias locales y organizadas de forma independiente que permiten disfrutar de una experiencia similar a las conferencias TED.

En torno a Twitter ya es popular #TwittBu , en torno a una cerveza, los tuiteros burgaleses debaten sobre actualidad, tecnología y buena vida. Estas citas en Asturias giran en torno a la sidra, y en Madrid hasta los jóvenes científicos y divulgadores para apurar sus penas se han sumado al Beer for Science que se extiende por todo el mundo. Podemos seguir hablando de #NetWorkingBUR, de @contuberniobur, que pretende unir a profesionales socialmedia, y del StartupWeekend Burgos, que de mano de la UBU, con el impulso de Nueve Comunicación están convirtiéndose en uno de los principales encuentros para desarrollar ideas de negocio tecnológicas de España, y el primero por supuesto en Castilla y León.

iRedes ya ha ocupado un espacio en esta Página Par en varias ocasiones. Este Congreso se realizará por tercera vez el 7 y 8 de marzo. Su referencia es ya internacional en castellano. Pero qué les voy a decir, cuando lo conoces desde su período embrionario. Simplemente, que les espero por allí. Burgos es una ciudad viva y digital. Y eso, tiene futuro.

La gastronomía como ‘excusa’

Burgos será en 2013 Capital Española de la Gastronomía. Un título que emite una asociación privada de periodistas y hosteleros y en el que competíamos con Ciudad Real. La gastronomía ha servido a la ciudad como ‘excusa’ para programar todo el 2013 igual que si nos hubieran designado Capital de la Cultura en 2016. No es lo mismo, pero es suficiente. Partiendo además que hablar de gastronomía es Burgos es hablar de palabras mayores en el paladar, sin necesidad de nuevas tendencias, que también existen, emergentes y fascinadoras.

Y esa ‘excusa’ se puede convertir ciertamente en un apoyo para dinamizar ciertos sectores que con la crisis estaban bastante tocados: desde los servicios a lógicamente la hostelería o el turismo, por describir tres ejemplos básicos. En torno a la gastronomía podemos hablar de literatura, de cine, de moda, de salud y de dietas, de crecimiento… de todo. Al final somos lo que comemos. Y no será fácil desarrollar un buen programa de eventos, con un denominador común, pero con un numerador amplísimo, que abarque a casi toda la población, no solo por edad, sino también por ocupaciones o hobbies.

Hace pocas semanas publicaba en esta Página Par que Burgos no debería olvidar su carácter industrial por muchas buenas sensaciones que pudieran producir algunos de sus títulos, pero eso no quiere decir no aprovechar todas las oportunidades, como puede ser esa Capitalidad Gastronómica, que luce porque precisamente está de moda, en un territorio como es nuestra provincia que no cuenta además con estrellas Michelín, que parecen ser el parangón de la excelencia, pero sí con buenos y grandes cocineros y sumilleres, y con productos de calidad que pueden competir, estos sí, en todos los mercados mundiales.

Parece que será la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se celebra a finales de enero en Madrid la que marque el inicio de una serie de actividades con las que se tratará de captar visitantes y turistas, aunque ello no debe hacernos olvidar, que todo aquello en lo que se pueda crecer, se debe mantener y potenciar para los futuros años. Aduriz (2 estrellas Michelín con Mugaritz) lo dejó claro en Devora, Burgos cuenta con un excelente potencial al que sacar partido desde la palabra Evolución. La dieta nos hizo humanos, como remarcaba una excelente exposición temporal mostrada en el Museo de la Evolución. Nuestros ancestros no tenían la caries que ahora abunda, pero también tipos como Miguelón llegaron a utilizar palillos. Algunas tribus de neandertales ya dieron cuenta de los primeros moluscos y de marisco. El fuego permitió preparar otro menú y nos convertimos en agricultores y ganaderos. Son pocos los sapiens que no han hecho sus pinitos en torno a un fogón, y multitud los que preparan recetas para chuparse los dedos. Bien, tenemos la ‘excusa’. Ahora, a las cazuelas. Feliz Navidad.

 

Mis Cajas

Aunque solo sea por el tiempo que me he sentado en algunos de los bancos públicos que albergaba la ciudad y que contaban con el patrocinio de Caja de Burgos o de Caja Círculo, las dos Cajas burgalesas que ahora desaparecen han sido a lo largo de estos últimos lustros mis Cajas, e imagino que las de muchos de los que leen esta columna en Diario de Burgos. Sin embargo, quizá comenzarían a mirar con otra cara cuando empezaron a multiplicarse las comisiones que supuestamente asegurarían de algún modo su supervivencia.

Pero las Cajas han sido algo más que un banco lustroso en un paseo de la capital o una plaza mayor de la provincia. Se convirtieron durante medio siglo en el motor de la cultura de la provincia de Burgos. Ayudaron a pagar miles de hipotecas ahora prohibitivas o albergaron el descanso de nuestros abuelos en sus centros de la tercera edad. Se sumaron a proyectos empresariales que permitieron que Burgos fuera la capital industrial de Castilla y León, no solo la financiera, y promovieron iniciativas que si no hubiera sido por su apoyo nunca hubieran salido. Y aquí a buen seguro todos tenemos numerosos ejemplos. En los medios rurales su oficina era la única. En Navarra aseguran que su esencia foral la daban tres patas:  Osasuna, Caja Navarra y Diario de Navarra. En Burgos la importancia de las Cajas ha sido similar, y muchos de sus ciudadanos mantenían la cartilla en las dos entidades. Hay cajas de ahorros no pueden decir lo mismo y perdieron su carácter demasiado pronto.

Ahora las Cajas como entidades desaparecen, se convertirán en Fundaciones para gestionar la Obra Social que poco a poco verá reducir su presencia.  Su gestión se ha convertido en objeto de crítica, y más su avaricia, pero un borrón –acelerado por la crisis mundial y nacional- no debe hacernos olvidar el peso que han tenido en la economía local a lo largo de cien años de historia. Nacieron con un objetivo filantrópico y así fueron creciendo y desarrollándose. Trabajar para cualquiera de las dos Cajas era sinónimo de orgullo, y es posible que también pecaran de soberbia, pero esa competencia venía bien para múltiples actividades, si no te apoyaba una, podías acudir a la otra. Y mirabas no con cierta envidia las prejubilaciones y jubilaciones de sus trabajadores, no alcanzables en otras empresas.

Cuando ahora entro en mi sucursal de siempre y veo los logos y la imagen de otra Caja, sé que parte de la esencia se ha perdido, pero al menos confío que la nueva entidad tiene entre sus valores y así siempre lo ha ejercido, el desarrollo social, cultural… la responsabilidad corporativa en definitiva, y todavía puedes permitirte el suspiro de alivio de otras cajas de ahorro recientemente intervenidas o en vías de hacerlo.